Virgin Killer Ninpōchō: Imomushi Narita lanza una nueva comedia romántica ninja cargada de caos, orgullo y conspiraciones
Hay anuncios que ya desde el primer párrafo te sacan una sonrisa, y el nuevo manga de Imomushi Narita entra directo en esa categoría. Virgin Killer Ninpōchō acaba de estrenarse en MAGCOMI el 5 de diciembre, y su premisa es tan descarada como divertida: dos ninjas de élite, una rivalidad absurda llevada al extremo y una batalla política que se tuerce de la forma más cómica posible. Es el Narita más puro: personajes exagerados, mundos peculiares y una narrativa que avanza con ese humor que mezcla caos, dramatismo y ternura inesperada.
Una aldea ninja, dos candidatos y una competencia que se vuelve ridículamente personal
La historia se desarrolla en una aldea ninja oculta, donde Gorōmaru y Murasaki compiten por convertirse en el próximo jefe. Lo interesante es que esa rivalidad, que debería resolverse con méritos, habilidades y reputación, acaba reducida a un argumento tan absurdo como la virginidad de Gorōmaru. Murasaki lo usa como arma para descalificarlo, pero él, lejos de esconderse, decide tomárselo como un desafío épico… sin imaginar que todo forma parte del plan secreto del líder actual.
Esta mezcla de comedia absurda con intriga ligera construye un universo que se siente tan irreverente como adictivo. El humor nace de la exageración, de la inocencia de Gorōmaru y de un trasfondo político que, en realidad, no es más que una excusa para empujar a los personajes a situaciones cada vez más ridículas.
El regreso de Narita a una comedia con alma fantástica
Narita tiene un estilo muy reconocible: mundos ordenados por reglas peculiares, protagonistas emotivos que chocan con esas normas y un ritmo narrativo que abraza la comedia sin abandonar la emoción. En It’s MY LIFE, jugó con la convivencia entre un ex–caballero y una niña bruja, mientras que en KILLING ME/KILLING YOU exploró relaciones más oscuras y existenciales. En Virgin Killer Ninpōchō vuelve a un tono más ligero, más desvergonzado, casi teatral, donde los personajes se mueven entre lo heroico y lo ridículo con absoluta naturalidad.
Su gusto por crear escenarios extravagantes se nota desde la primera página: una aldea ninja que mezcla tradición con humor moderno, personajes que hablan con total seriedad mientras hacen tonterías monumentales y un protagonista que se toma demasiado en serio incluso los insultos más absurdos. Es ese contraste el que genera la chispa cómica.
Una comedia romántica ninja con más capas de las que parece
Aunque el gancho inicial es humorístico, la historia también coquetea con elementos románticos y dinámicas emocionales que Narita suele manejar con soltura. La obsesión de Gorōmaru por demostrar su valía, el juego manipulador del jefe de la aldea y la presencia de Murasaki como rival y detonante crean un triángulo dramático lleno de potencial. Es fácil imaginar cómo la trama irá escalando: malentendidos, situaciones límite, estrategias fallidas y una tensión emocional que se cuela entre tanta comedia.
Narita sabe escribir personajes que parecen simples a primera vista, pero que van revelando capas más profundas a medida que la trama avanza. Esa promesa se siente presente también aquí.
Un estreno que puede convertirse en una de las comedias más comentadas de la temporada
El lanzamiento de Virgin Killer Ninpōchō está generando curiosidad no solo por su premisa absurda, sino porque supone el regreso de un autor con un fandom fiel y un estilo muy personal. En un panorama manga cada vez más saturado de fórmulas similares, una comedia ninja tan sinvergüenza y llena de identidad puede ser precisamente la sorpresa que muchos lectores estaban esperando.
Si Narita mantiene el ritmo y la mezcla equilibrada de humor, acción ligera y desarrollo emocional, este nuevo título tiene todas las cartas para convertirse en una de esas series que se recomiendan de boca en boca.
