Reseña de Panya. La maldición de la momia – Un origen trágico y fascinante en el corazón del Mignolaverso
“Panya. La maldición de la momia” llega a España de la mano de Norma Editorial como uno de esos títulos que amplían de forma orgánica y poderosa las grietas más antiguas del Mignolaverso. Lo que podría haber sido una simple historia de origen se convierte, en manos de Mike Mignola, Chris Roberson, Christopher Mitten y Michelle Madsen, en un viaje emocional y místico que revela capas nuevas sobre un personaje históricamente enigmático dentro de las páginas de AIDP. Este volumen en rústica de 112 páginas no solo explica de dónde viene Panya, sino que la dota de un pasado que recontextualiza completamente su presencia posterior en la saga, añadiendo una dimensión trágica y profundamente humana a la figura de la célebre “momia psíquica”.
Desde las primeras páginas, la miniserie captura el aura crepuscular de una civilización que está dejando atrás a sus dioses, y lo hace a través de los ojos de una protagonista que, a pesar de su juventud, percibe fuerzas mayores, un conflicto cósmico que se filtra en sus visiones y que poco a poco consume su inocencia.
El viaje de Panya —su caída, su búsqueda, su doloroso despertar— funciona tanto como relato de aventuras como reflexión casi íntima sobre la fe. La fe en lo divino, en la tradición, en los demás, pero también la fe en una misma. Mignola y Roberson construyen su historia sin prisa pero con firmeza, haciendo que cada paso en el desierto, cada encuentro inesperado y cada aparición de esa misteriosa “luz” que Panya sigue con obstinación, refuercen la sensación de que estamos leyendo los cimientos de algo monumental dentro del imaginario del Mignolaverso.
Lo verdaderamente interesante es que, aun sin ser necesario conocer los cómics de AIDP o Hellboy, los lectores veteranos encontrarán aquí un eco emocional muy intenso. Saber en quién se convierte Panya en el futuro convierte la lectura en un ejercicio lleno de melancolía, casi de anticipada tragedia.
El guion brilla en su capacidad para mantener un tono entre lo lírico y lo terrenal: Roberson aporta una sensibilidad especial para el diálogo y la voz emocional de la protagonista, mientras Mignola da forma al armazón mítico y a la tragedia inevitable que late bajo la superficie. La historia no se limita a ofrecer una cronología de hechos, sino que se toma el tiempo de mostrar pequeñas relaciones, gestos y pérdidas que marcan profundamente a Panya. Su conexión con una criada fiel que insiste en preservar las viejas historias, o la presencia simbólica de un pequeño gato que cruza su destino, aportan humanidad al relato y refuerzan su vínculo con los dioses que el mundo está intentando olvidar.
“Panya. La maldición de la momia” funciona tanto como puerta de entrada para lectores nuevos como homenaje para los seguidores veteranos. Es una historia que, sin necesidad de explosiones ni monstruos desbordados, genera un impacto emocional poderoso gracias a su sensibilidad narrativa y a su manera de tratar temas como el destino, el sacrificio y la identidad. Este volumen es, en definitiva, una pieza fundamental dentro del inmenso puzzle del Mignolaverso. No solo llena un vacío argumental histórico, sino que expande la figura de Panya con respeto, belleza y una tristeza latente que la acompaña incluso miles de años después.
El color de Michelle Madsen merece una mención aparte. Su paleta cálida para el día y fría para las visiones y la noche construye una dualidad visual que no solo embellece la obra, sino que refuerza la lucha interior de Panya entre el fuego del conocimiento y la oscuridad de lo inevitable. Madsen captura la esencia cromática clásica del universo Hellboy, pero añade matices propios que enriquecen el tono espiritual y místico del relato.
Una lectura recomendadísima para quienes disfruten de la fantasía histórica, la arqueología emocional y, por supuesto, para cualquier amante de Hellboy y AIDP que quiera entender mejor el origen de uno de sus personajes más misteriosos.






