Reseña de Blue Giant vol. 5: una despedida emocional que hace vibrar hasta el alma

  Reseña de Blue Giant, de Shinichi Ishizuka - Distrito Manga

Distrito Manga lanzaba recientemente el tomo 4 de "Blue Giant", de Shinichi Ishizuka, una obra maestra que captura la esencia del jazz y la búsqueda de los sueños. Lanzado recientemente por Distrito Manga, este manga nos sumerge en la vida de Dai, un joven de instituto en Sendai, cuya pasión por el jazz lo lleva a tomar una decisión irrevocable: convertirse en el mejor intérprete de jazz del mundo.

Tomo final de Blue Giant: el trío JASS toca en un festival y encara su destino musical.

La serie "Blue Giant" fue serializada originalmente en la revista Big Comic de Shogakukan desde mayo de 2013 hasta agosto de 2016, con sus capítulos recopilados en diez volúmenes. A esta serie le siguieron "Blue Giant Supreme" y "Blue Giant Explorer", que continuaron la historia hasta 2023. Recientemente, en julio de 2023, comenzó una cuarta serie titulada "Blue Giant Momentum".

Esta continuidad demuestra la popularidad y el impacto duradero de la serie.

Distrito Manga nos ofrece la primera serie al completo en una edición Kanzenban de 5 números, un rústica con sobrecubierta de 153mm x 210mm en cuyo interior encontramos 420 páginas en blanco y negro traducidas por Marc Bernabé, de Daruma.

Además, os recordamos que podéis leer la entrevista a Shinchi Ishizuka durante el pasado 30 Manga Barcelona.

Blue Giant vol. 5: una despedida emocional que hace vibrar hasta el alma

El último volumen de Blue Giant, editado por Distrito Manga, cierra una de las historias más emotivas y apasionadas del manga reciente. Este quinto tomo —que abarca casi 400 páginas— no solo concluye el primer gran arco en la vida de Dai Miyamoto, sino que reafirma todo aquello que ha hecho de esta serie una obra tan especial: el fuego interior del jazz, la dificultad de crecer sin perder la esencia y la belleza de los vínculos forjados a golpe de nota.

Con el telón de fondo de un festival de jazz y la esperada meta del legendario club So Blue, Blue Giant vol. 5 no es una despedida ruidosa, sino una sinfonía de emociones contenidas, decisiones difíciles y resonancias que permanecerán mucho después de cerrar el libro.

Tomo final de Blue Giant: el trío JASS toca en un festival y encara su destino musical.Tomo final de Blue Giant: el trío JASS toca en un festival y encara su destino musical.
Un último escenario: tocar ante el mundo

Dai, Yukinori y Tamada reciben su oportunidad más importante hasta la fecha: actuar como teloneros en un festival de jazz de gran escala. Lo que podría verse como una recompensa es en realidad una nueva prueba: por primera vez deben enfrentarse a un público amplio, frío, que no ha venido a verlos a ellos, sino a la banda principal. Pero si algo ha definido a JASS, la formación liderada por Dai, es su capacidad de transformar el escepticismo en admiración con una sola canción.

Shinichi Ishizuka vuelve a demostrar que domina como nadie la tensión narrativa. La escena del festival está cargada de ansiedad, orgullo y un deseo desesperado por dejar huella. Cada expresión dibujada, cada silencio en las viñetas, cada grano de sudor en el rostro de los músicos tiene un peso simbólico. La música, una vez más, se convierte en el idioma universal con el que estos tres jóvenes le gritan al mundo quiénes son.

La decisión de Yukinori: cuando el talento choca con la realidad

El foco narrativo de este tomo se bifurca. Por un lado, tenemos la ejecución musical de JASS, intensa y catártica. Por otro, la trama de Yukinori, el brillante y arrogante pianista que recibe una oferta inesperada que lo enfrentará a su mayor dilema: ¿qué pesa más, la fidelidad al grupo o la ambición personal?

Lo fascinante es cómo Ishizuka aborda este conflicto sin moralismos. Yukinori no es un villano por querer más, ni un traidor por considerar otra oferta. Es simplemente humano. La conversación con el representante, la tensión con Dai y Tamada, y sobre todo su monólogo interno, están escritos con una madurez que se aleja de los clichés. El lector se ve obligado a preguntarse: ¿habría actuado diferente?

Dai Miyamoto: el corazón del jazz

En paralelo, Dai sigue siendo el alma de la historia. Su saxofón no solo emite notas; canaliza todo lo que siente, todo lo que calla, todo lo que quiere alcanzar. No tiene la técnica de Yukinori ni el carácter reflexivo de Tamada, pero sí una convicción que arrastra a quienes lo rodean. En este volumen, su evolución como músico no se mide en técnica, sino en presencia. Su sonido madura, se vuelve más sólido, más expresivo, más capaz de conmover.

La escena en la que Dai toca frente al público por primera vez en el festival es una de las más poderosas de todo el manga. No hay palabras, no hay diálogo, solo trazos y sombras que comunican lo que el saxofón transmite: pasión, vulnerabilidad y libertad.

Tomo final de Blue Giant: el trío JASS toca en un festival y encara su destino musical.Tomo final de Blue Giant: el trío JASS toca en un festival y encara su destino musical.

El club So Blue: ¿una meta o un símbolo?

Uno de los ejes recurrentes en Blue Giant ha sido el deseo de Yukinori de tocar en el club So Blue, templo del jazz en Tokio. Este objetivo funciona como símbolo de validación, pero también como espejo de las tensiones internas de cada miembro del grupo. ¿Qué significa realmente “haber llegado”? ¿Se trata de reconocimiento externo o de realización personal?

Cuando finalmente se plantea la posibilidad de tocar en ese mítico lugar, la obra no lo presenta como un momento épico o idealizado, sino como un espacio donde los personajes deben tomar decisiones difíciles. Ishizuka vuelve a subvertir las expectativas del lector, alejándose de cualquier idea de “final feliz” convencional y optando por un cierre que es más honesto, más realista y, por ello, más conmovedor.

El trío que cambió sus vidas (y la nuestra)

La relación entre Dai, Yukinori y Tamada alcanza en este volumen una profundidad emocional brutal. Más allá de sus diferencias, lo que los une es haber compartido el mismo sueño y haber crecido juntos al perseguirlo. Las escenas finales son silenciosas, delicadas, con una sensibilidad narrativa que deja sin palabras. No hay grandes despedidas ni lágrimas melodramáticas, solo gestos, miradas y música.

El lector cierra este volumen con la sensación de haber vivido un viaje íntimo. Porque Blue Giant nunca trató solo de jazz, sino de lo que implica tener una pasión: renunciar, pelear, amar, tropezar y seguir adelante.

El arte de escuchar con los ojos

A nivel gráfico, Shinichi Ishizuka se despide por todo lo alto. El dibujo mantiene la precisión emocional que ha caracterizado toda la serie. Los momentos musicales son nuevamente impresionantes: sin una sola nota real, logra que escuchemos cada solo, que sintamos el ritmo, el crescendo, la pausa.

El uso de las sombras, los planos cerrados sobre rostros tensos o relajados, y las viñetas sin texto dan forma a una atmósfera envolvente. Pocos autores son capaces de hacer que un saxofón en papel suene tan fuerte en nuestra imaginación.

Conclusión: un final que no cierra, sino que abre un nuevo compás

Blue Giant vol. 5 no es solo el cierre de un manga sobre jazz, es la culminación de un viaje de madurez, amistad y búsqueda personal. Dai, Yukinori y Tamada no lo logran todo, no conquistan el mundo. Pero tampoco fracasan. Lo importante no es si tocan en So Blue, sino todo lo que aprendieron en el camino.

Shinichi Ishizuka concluye esta primera etapa con una nota perfecta: sincera, emotiva y con una resonancia que perdura. Y para quienes quedamos con ganas de más, el propio título nos lo recuerda: esto no es un punto final, es solo el final de un movimiento. La música continúa.