Review del manga Marriage Toxin vol. 4: venenos, amor y demencia en la isla del Clan Bestia - Ivrea

Gero y Arashiyama en Marriage Toxin vol. 4, manga de Ivrea

El cuarto volumen de Marriage Toxin, obra de Joumyaku y Mizuki Yoda publicada recientemente por Editorial Ivrea, confirma que esta irreverente comedia romántica de asesinos sigue jugando en su propia liga. Si los anteriores tomos ya demostraron que aquí no hay espacio para la lógica convencional, esta nueva entrega directamente pisa el acelerador del absurdo, con un desfile de enemigos imposibles, alianzas inesperadas y una buena dosis de ternura en medio del caos.

Gero y Arashiyama en Marriage Toxin vol. 4, manga de Ivrea

Marriage Toxin vol. 4 
La trama arranca justo donde nos dejó el volumen anterior: con Gero enfrentándose a una nueva misión para salvar a la misteriosa Hamster Master Arashiyama. La carismática domadora de hámsters le contrata como guardaespaldas para protegerla de un peligroso asesino conocido como el Hit Man Hunter.

En apariencia, la misión parece simple, pero Marriage Toxin no tarda en torcer la situación con sus ya clásicos giros delirantes: el supuesto asesino resulta tener una motivación similar a la de Gero, movido por el deseo de crear un mundo seguro para abrir junto a su futura esposa una cafetería.

Lo que parecía un enfrentamiento mortal se convierte así en un peculiar pacto entre rivales, sellado con sangre y romanticismo mal entendido. Sin embargo, el respiro es breve: un mecanismo mortal en el cuello de Arashiyama amenaza su vida y empuja a Gero a viajar hasta una remota isla, hogar del temido Clan Bestia, para encontrar la solución.

En la isla, la serie desata todo su repertorio de locura creativa: Gero debe enfrentarse al Bird Master, un adversario que blande un bate hecho de águilas calvas y sueña con crear un nuevo deporte llamado Birdsball, mezcla imposible entre béisbol y ornitología. A esto se suma el Bear Master, una especie de maestro kung-fu disfrazado de oso en una inquietante mezcla entre brutalidad y ritual nórdico. Por si fuera poco, un ejército de koalas armados y una camarera asesina completan el escenario, en una sucesión de combates tan exagerados como divertidos.
Gero y Arashiyama en Marriage Toxin vol. 4, manga de IvreaGero y Arashiyama en Marriage Toxin vol. 4, manga de Ivrea

La constante es clara: Marriage Toxin no pretende que tomes nada demasiado en serio. Gero, por su parte, se va dejando llevar por el ambiente mientras empieza a cuestionar si sus métodos son demasiado egoístas. Aquí es donde la dinámica con Arashiyama da un paso adelante: ella le cocina una comida con la ayuda de su ejército de hámsters, en lo que quizá sea el momento más humano y tierno del tomo.

Mientras Gero lidia con las locuras del Clan Bestia, Kinosaki —su compañera habitual— empieza a tomar distancia emocional. La relación entre ellos, que siempre había tenido cierto subtexto romántico, se enfría cuando Kinosaki queda bajo la protección de Piichi, el Hit Man Hunter. Este giro en la dinámica añade una capa de tensión emocional a la historia, mostrando que, a pesar de su tono cómico, Marriage Toxin sabe tocar fibras más profundas cuando quiere.

Gero y Arashiyama en Marriage Toxin vol. 4, manga de Ivrea Gero y Arashiyama en Marriage Toxin vol. 4, manga de Ivrea

El guion de Joumyaku sigue destacando por su mezcla única de humor absurdo, acción adrenalínica y romanticismo torcido. Aquí no hay momentos gratuitos: incluso los personajes más extravagantes sirven para reforzar los temas de la serie, centrados en cómo el amor puede justificar los actos más improbables. Yoda, por su parte, continúa puliendo un apartado visual espectacular: las dobles páginas están llenas de dinamismo, con perspectivas arriesgadas y un detalle cada vez más impresionante en los combates y expresiones.

En este tomo también regresa un rostro conocido, Water Master Ushio, quien ayuda a Gero en una escena que cierra un círculo narrativo iniciado en el primer volumen. Este reencuentro es un guiño elegante para los lectores fieles, y demuestra la atención al detalle de Joumyaku a la hora de tejer la trama.

Gero y Arashiyama en Marriage Toxin vol. 4, manga de IvreaGero y Arashiyama en Marriage Toxin vol. 4, manga de Ivrea

Pese a su humor bizarro y sus peleas ridículamente creativas, Marriage Toxin vol. 4 deja claro que la historia tiene un rumbo bien definido. Gero empieza a asumir las consecuencias de su egoísmo, mientras se profundiza en los conflictos emocionales con Kinosaki. Al mismo tiempo, los villanos del Clan Bestia refuerzan el concepto de que en este mundo nadie está libre del veneno del amor, aunque sus formas sean retorcidas.

Marriage Toxin vol. 4 es un testimonio de por qué esta serie se ha ganado su lugar en el catálogo de Ivrea: una combinación única de humor absurdo, peleas imposibles y una exploración insólita del amor. Gero y su cruzada romántica siguen siendo irresistibles, mientras que el arte de Mizuki Yoda eleva cada combate a una experiencia visual memorable. La química entre los personajes, las situaciones imposibles y la habilidad para equilibrar acción y ternura hacen de este cuarto volumen otro paso firme en la saga.