Gone: la odisea espacial de Jock entre opresión, supervivencia y esperanza
El dibujante británico Jock, conocido por títulos como Wytches o Batman: Un caballero oscuro, da un paso más allá en su carrera con Gone, su primera obra como autor completo. En este cómic de ciencia ficción publicado por Norma Editorial en un volumen integral de 168 páginas a todo color, nos propone una historia de supervivencia, lucha y redención protagonizada por una joven que lo ha perdido todo... excepto las ganas de volver a casa.
Un universo hostil y un viaje imposible
La historia gira en torno a Abi, una chica solitaria y curtida por la miseria, que malvive junto a su madre en una de las zonas más deprimidas de una enorme nave-ciudad espacial. En este mundo asfixiante, donde los ricos flotan literalmente por encima de los pobres, las clases bajas sobreviven en condiciones precarias, bajo la sombra de los inmensos cruceros que surcan los cielos. La estética, cargada de marrones, óxidos y una sensación constante de podredumbre, marca desde el inicio el tono oscuro y desesperanzado de este universo.
Todo cambia para Abi cuando un encargo de robo sale mal y termina marcada por una tragedia que la separa de su madre y la lanza a un viaje desesperado, primero como fugitiva, después como soldado rebelde, y finalmente como símbolo de una causa que ni siquiera entiende del todo. Lo que sigue es una odisea que atraviesa décadas, guerras y mutaciones sociales, mientras ella lucha por mantener encendida la última chispa de esperanza: volver a reencontrarse con su familia.
Un mundo injusto, una voz individual
A diferencia de otras space operas cargadas de política intergaláctica o guerras de bandos bien definidos, Gone apuesta por la mirada íntima. Vemos este mundo a través de los ojos de Abi, sin exposiciones explicativas, sin esquemas claros. El lector, como la protagonista, está desorientado ante los sistemas que rigen esta sociedad desigual, pero capta de inmediato la brutalidad del entorno. Aquí, lo más importante no es cómo funciona el mundo, sino cómo sobrevive una niña sola dentro de él.
Este enfoque convierte a Abi en un personaje magnético. No es una heroína en el sentido clásico: no busca salvar la galaxia ni liderar una revolución. Lo que quiere es volver a casa. Pero en su recorrido, termina convirtiéndose en algo mucho más grande, en una especie de símbolo para los oprimidos, aunque ella jamás lo pretendiera.
Un despliegue gráfico que justifica cada página
El apartado visual de Gone es, sencillamente, espectacular. Jock saca todo el partido a su talento con composiciones que mezclan lo orgánico y lo industrial, la angustia y la belleza. El uso del espacio en las páginas —especialmente en las escenas de exploración de la nave, o durante las persecuciones por túneles y ductos— convierte la lectura en una experiencia inmersiva y tensa.
La colaboración de Lee Loughridge en el color añade profundidad a cada escena, con una paleta que oscila entre el gris sucio y el azul brillante, reservando la luminosidad para los raros momentos de esperanza. La gran cúpula de la nave, los corredores en penumbra, la vastedad del espacio exterior… todo transmite aislamiento, fragilidad y escala, reforzando la sensación de que Abi es una gota en medio de un océano inabarcable.
Una fábula moderna sobre identidad y resistencia
Gone no solo es una historia de ciencia ficción: es una fábula contemporánea sobre la pérdida de la identidad, la explotación, y el derecho a decidir el propio camino. La evolución de Abi, desde una niña sin voz hasta una guerrera marcada por la experiencia, plantea preguntas sobre qué nos convierte en líderes, qué sacrificios estamos dispuestos a asumir, y cuánto puede soportar alguien antes de romperse… o renacer.
Puede que algunos lectores echen en falta un desarrollo más profundo de los personajes secundarios o del conflicto social, pero ese enfoque deliberado en la perspectiva individual es lo que le da fuerza emocional al relato. El mundo de Gone no es sencillo, y Jock no lo edulcora: es duro, injusto y violento, pero aún así hay lugar para la resiliencia, para los vínculos y para el recuerdo de un hogar perdido.
Conclusión
Gone es una novela gráfica intensa, absorbente y visualmente impactante, que ofrece una experiencia de ciencia ficción distinta, donde el foco está en la humanidad que persiste en medio del horror tecnológico. Jock debuta como autor completo con una obra sólida, madura y poética, que nos deja con el eco de su mensaje más poderoso: incluso cuando todo parece perdido, siempre queda algo por lo que luchar.