Después de un tiempo no demasiado largo, algo más de un año lo cual en el universo literario es apenas un suspiro, hoy volvemos con la segunda parte y final de una de las novelas que cayó en nuestras manos el pasado invierno de 2017, una historia de una adolescente quien de la noche a la mañana se convierte en alguien a quien ni ella misma es capaz de reconocer.
La primera parte se llamó Sara y el emisario, y esta segunda recibe el título de Sara y la serpiente, ambas obra de Andrés Mauleón que han sido editadas por la editorial Drakul. Como en el anterior volumen, este cuenta con un sencillo formato en tapa blanda de 216x150 cm y que apenas pesa 0,4kg, perfecto para llevarlo encima si leemos en el transporte público.
En su interior podemos leer la historia de Sara recopilada en 256 páginas, vamos una novela cortita e interesante para esos ratos en los que se busca desconectar del mundo.
Esta segunda parte continúa justo donde finalizó la primera, permitiéndose eso si, una serie de saltos que a modo de flashbacks nos ayudarán a acabar de situarnos. Así pues, Sara era una adolescente normal y corriente enamorada de otro adolescente normal y corriente, o al menos lo fue hasta hace apenas unos días, cuando su cuerpo comenzó a cambiar. Pero no estamos hablando de los típicos cambios de la pubertad, no. Sara no sabe porque, pero es más fuerte, mas ágil y se encuentra en una posición no demasiado relajada con lo que la rodea porque desde que su cuerpo empezó a cambiar hay algo que la acecha, una sombra que permanece en las sombras en contraposición con una voz clara que se ha colado en su mente.
Será ésta voz, Adelfos, la que le susurre sus secretos, quien le explique el porqué de su situación y quien en esta ocasión le muestre el verdadero camino que han seguido para llegar a despertarla a ella, descendiente directa de un superviviente de la guerra, heredera de un poder que se creía extinguido y que una vez más ha resurgido. Lo que Adelfos no será capaz de decirle es que no está sola y que a su alrededor hay alguien más como ella.
Sin embargo, aunque ésta información aclarará su pasado, Sara a lo que se tiene que enfrentar es a su presente, el cual se ha desmoronado en sus manos cuándo su enemigo decidió tomar el cuerpo del chico que enamoró a nuestra protagonista. De esta forma nos encontramos de nuevo en el inicio y la razón de ser de este libro. Sara tiene que salvar a la humanidad de un gran mal que la lleva acechando desde generaciones, y para ello tendrá que terminar con el huésped que habita dentro del chico del que está enamorada.
Así pues, sin decir nada mas que todo son spoilers hoy en día, nos encontramos con el final de esta historia en la que desde luego nada es lo que parece. Empezando pues por Sara, quien aunque en el primer número aparentara ser una adolescente mas bien simplona, en este segundo cambia radicalmente de actitud. No podemos negarle a la chica que el tener que terminar con la vida de un ser querido tiene que ser un tormento insufrible, pero sus quejas habituales sobre dicho final son algo mas que repetitivas. Aunque si algo me llamó la atención sobre la evolución de este personaje es el salto psicológico que da una vez es consciente del camino que tiene que tomar. Una madurez que florece en ella como una flor ligeramente temprana que se marchita antes de tiempo.
Sin embargo lo mas llamativo de esta novela es el ritmo descompasado con el que nos encontramos. Y cuando me refiero a descompasado no lo menciono como algo malo, si no que gracias a esos flashbacks, a las explicaciones de Adelfos y a la mente de la propia Sara, conseguimos hacernos la idea de la situación en las que la humanidad se encuentra, sin que esto se note como algo demasiado lineal y aburrido. Curiosamente la situación cuenta con reminiscencias de los segadores del Mass Effect, mezclado con tintes místicos y arqueológicos que nos llevan al fatídico y demasiado apresurado final.
Dicho esto, aunque me encuentre con algunas preguntas hacia la novela que o bien no tienen respuesta, como la presencia de Adelfos, o el que la protagonista adquiera habilidades y sepa utilizarlas maravillosamente en apenas 15 páginas; o bien simplemente sean añadidos a la trama, como que Firas sea prácticamente un superdotado y a nadie le sorprenda; estas se pueden pasar por alto gracias a una frase bastante habitual, "lo hizo un mago" o en este caso, es cosa del destino. Sara estaba destinada a ser algo mas, lamentablemente para ella ese algo mas llega demasiado temprano. Firas destaca como una mente maravillosa entre tanta adolescente hormonada y Adelfos, a el si que lo hizo un mago llamado futuro.
En definitiva, Sara y la serpiente es algo ligero, sencillo y cómodo de leer. Gustará seguro a aquellas chicas mas jóvenes que se sientan facilmente identificadas con la protagonista, aunque seguramente si cae en manos de algún hombre terminará odiando al personaje principal. Personalmente, Firas es de lo mejorcito de la saga, pero para poder descubrirlo primero hay que leerlo.
Autor:
Andrés Mauleón nació en Madrid en mil novecientos setenta. Desde muy pequeño su espíritu creativo le impulsaba la necesidad de expresarse a través de varios medios, pero no ha sido hasta la madurez cuando ha encontrado el vehículo idóneo para darle la salida más apropiada: la escritura. Antes estuvo trabajando en profesiones relacionadas con el cine y el diseño. Aunque su actividad laboral terminó por centrarse en el sector del derecho como analista jurídico hipotecario, su profesión le ha permitido compaginar su medio de vida con la necesidad de contar historias, dando lugar a esta segunda novela sobre Sara.