Literatura: Reseña de "Sara y el emisario" de Andrés Mauleón [Editorial Drakul]

Sara y el emisario
Ahora que las distopías y los mundos fantásticos y adolescentes están creciendo por todos lados y ampliando sus secciones en las librerías, nosotros traemos nuestro granito de arena a este género que tanto puede influir a las jóvenes generaciones. Así es, hoy llegamos con un libro bajo el brazo para todos aquellos que estén cansados de complicadas tramas y grandes intrigas, hoy os presentamos Sara y el Emisario, una obra de Andrés Mauleón.

El libro que nos presenta la editorial Drakul cuenta con un sencillo formato en tapa blanda de 216x150x1,7 cm y que apenas pesa 0,4kg, perfecto para llevarlo encima si leemos en el transporte público.
En su interior podemos leer la historia de Sara recopilada en 336 páginas, vamos una novela cortita e interesante para esos ratos en los que se busca desconectar del mundo. Su precio es de 15,34€, de lo mas ajustado y para todos los bolsillos

Autor:
Andrés Mauleón nació en Madrid en mil novecientos setenta. Desde muy pequeño su espíritu creativo le impulsaba la necesidad de expresarse a través de varios medios, pero no ha sido hasta la madurez cuando ha encontrado el vehículo idóneo para darle la salida más apropiada: la escritura. Antes estuvo trabajando en profesiones relacionadas con el cine y el diseño. Aunque su actividad laboral terminó por centrarse en el sector del derecho como analista jurídico hipotecario, su profesión le ha permitido compaginar su medio de vida con la necesidad de contar historias, dando lugar a esta primera novela sobre Sara.

Sara y el emisario:
La protagonista de esta historia es Sara, una adolescente de 14 años que vive con sus tías desde la reciente muerte de su madre. De su padre no conoce ni el nombre, ya que la abandonó a ella y a su madre antes de nacer por lo que su apoyo familiar siempre ha estado en las mujeres de la familia a quienes quiere con locura. A excepción de estos pequeños problemas del pasado Sara es una chica de lo mas normal, asiste a un colegio privado en el que los estatus están incluso demasiado bien diferenciados y siempre está rodeada de sus fieles amigos, Sonia y Firas. Nada extraño para una adolescente, vamos.

Así pues la historia comienza pues una de esas mañanas que se dirige a clase, Sara va tranquilamente pensando en sus cosas de camino a la parada del autobús cuando lo nota, cuando tiene esa extraña sensación que le recorre todo el cuerpo. Alguien le ha hablado o es su propio subconsciente?, no lo sabe. Solo sabe que algo extraño le ha sucedido. Hay, pero no tiene tiempo de pensar en ello, el autobus se acerca a su parada y ella aún está demasiado lejos de alcanzarlo así que sale corriendo tan rápido como puede sabiendo que realmente no podrá alcanzarlo. Pero fíjate tu, si que lo logra y además no está cansada. Raro.


Pese a este extraño fenómeno el día sigue su curso, Firas sube al vehículo en la siguiente parada y nada mas verla sabe que algo ha pasado. El chico es realmente inteligente y Sara lo quiere aún mas por ello. No tardará en reunirse a ellos Sonia, quien aunque menos audaz que Firas también notará que algo le ha pasado a nuestra protagonista, pero como la misma Sara no le da importancia, la cosa se queda en simplemente eso.

El verdadero y extraño fenómeno viene después, cuando Sara entabla conversación gracias a uno de sus profesores con Javier, el amor de sus sueños. La historia entre ellos dos va mas allá que un simple amor platónico, Sara y Javier fueron compañeros en el antiguo instituto al que acudían y entre los siempre ha habido muchísimo química, tanta que en una de las salidas extraescolares se arriesgaron solos a entrar en una de las casas embrujadas de la zona. Esa pequeña aventura aunque creo muchas chispas también tuvo lugar en el peor momento posible. Ese día murió la madre de Sara y los dos muchachos no habían vuelto a hablar desde entonces. Hasta ahora.


Si bien la conversación es escueta desde luego es el inicio de algo y nuestra protagonista se siente en las nubes tras semejante momento, aunque eso no cambiará su rutina, a media mañana partido de basket del que además será la más aclamada gracias a los mejores pases de su vida, después gimnasia en la que Javier volverá a hablar con ella, dejando claro que busca reempezar de nuevo su amistad, y por la tarde más clases, el único cambio vendrá tras acabar el horario lectivo, cuando acompañe a una compañera al hospital para ver a una de sus profesoras más queridas que ha sido hospitalizada.

Aquí Sonia volverá a a tener esa sensación extraña, hay alguien que le habla y además nota una extraña presencia acechándola en el hospital. Desde luego la vida de esta chica es cada vez más extraña y más lo será aún cuando unos extraños sueños le visiten por la noche. Será desde este momento en el que empiece a plantearse algunas cosas.

¿Que es lo que le está pasando?, ¿porque se nota mas rápida, mas fuerte y mas asustada de que algo esté cambiando.? Y lo mas importante, esto tiene algo que ver con su padre, con esa voz que escucha y con los sueños que tiene? 


Crítica:
Lo de los mundos post- apocalípticos, las chicas perfectas que resultan ser las elegidas y los caballeros de brillante armadura con tejanos, bambas y chalecos de kevlar ya están muy vistos, por eso hoy os traemos este libro que aunque nos presenta un futuro no demasiado halagüeño, los personajes nos parecen mas cercanos y reales que los de otras novelas adolescentes.

Y es que ese es precisamente el punto fuerte de Sara y el emisario, el personaje de Sara está muy bien retratado comportándose como una adolescente normal, pensando igual que una y diciendo los mismos tacos. No es una chica perfecta, una experta luchadora o alguien que cuenta con un corazón indomable, es sencillamente una chica de 14 años asustada de su propia fuerza, enamorada de un compañero de clase y que odia ir a clase, como cualquier otra adolescente de su edad.


En esa época tan convulsa de nuestra vida a esta chica le espera un gran cambio que la llevará a replantearse muchas cosas, pero seguirá siendo ella misma en gran medida y nosotros, los lectores, podremos seguirla en esta aventura en la que además se conocerá más a si misma.

El único problema que encontramos aquí es que si bien nos gusta conocer a la protagonista y ver en que rumbo esta dirigiéndose​ su vida con todos estos cambios ocurriendo a su alrededor en apenas unos días, llega un momento en el que nos metemos tanto en su cabeza que conocemos incluso su talla de zapatos.

Esta muy bien que la narración sea fluida y nos especifique algunos detalles sobre la mentalidad del personaje principal o que nos detalle algunas escenas importantes como el partido de basket, momento en el que Sara y el resto de amigos empezaron a notar un cambio en ella, pero hay una gran cantidad de datos que aunque curiosos no aportan nada a la trama. Por ejemplo la disertación sobre la religión y el ateísmo o la constante insistencia de que tiene que leer un libro por orden de sus tías.


Todos estos datos que no llevan a ningún lado sólo hacen que engrosar el número de páginas y se siente como si la verdadera trama se escondiera entre tanta paja. Lamentablemente esto es algo que les pasa a muchísimos autores, Tolkien entre ellos, y que personalmente no me acaba de gustar. Por suerte este pequeño detalle no logra eclipsar una historia que además de entretenida cuenta con unos personajes muy interesantes como Firas o las tías de Sara, quienes además resultan un punto de contraste al ser los más maduros tanto en el entorno familiar como entre amigos.

Ahora sólo queda saber si la historia de Laura continuará en algún momento, ya que el final es de lo más apresurado dejando al lector con la gran duda sobre el futuro de la pobre chica a la que ya le había cogido cariño.

Conclusión.
No encontramos ante un libro sencillo, entretenido y el que aunque explora nuevamente en el filón de la novela juvenil nos lo presenta con otro contenido. Sus personajes son mas realistas, su historia llama la atención y deja con ganas de seguir leyendo más sobre este universo de bolsillo. Esperemos que su autor, Andrés Mauleón no tarde en presentar la siguiente parte.