El gran Gaea-tima #3, publicado recientemente por la Editorial Panini, supone un punto de inflexión para esta ambiciosa serie de kaijus firmada por KENT. Tras dos tomos dedicados a sentar las bases de su mundo y sus misterios, este volumen apuesta por una historia más íntima y emocional sin renunciar al espectáculo descomunal de los monstruos gigantes. El resultado es un tomo intenso, perturbador y sorprendentemente humano, que consolida a Gaea-tima como una de las propuestas más interesantes del género en el manga actual.
Desde su inicio, El gran Gaea-tima se ha presentado como una obra que combina el imaginario clásico del kaiju con un enfoque más reflexivo. La aparición periódica de Gaea-tima en la ciudad costera, su extraña conexión con Miyako y el interés de diversas facciones científicas y gubernamentales han ido construyendo un ecosistema narrativo lleno de preguntas sin respuesta.En este tercer volumen, la historia se permite bajar momentáneamente el ritmo para profundizar en las consecuencias emocionales y sociales que dejan estos enfrentamientos colosales, mostrando cómo la presencia de los monstruos afecta no solo a las ciudades, sino también a las personas más vulnerables.
La trama de El gran Gaea-tima #3 arranca con Miyako tratando de comprender unas inquietantes visiones oníricas que Gaea-tima le transmite. Estos sueños, fragmentarios y crípticos, refuerzan la sensación de que la relación entre humana y monstruo es más profunda y antigua de lo que parece. Sin embargo, el foco narrativo se desplaza pronto hacia un niño que vive en las montañas cercanas y que se topa con una criatura distinta a las vistas hasta ahora: pequeña, aparentemente dócil y necesitada de cuidados.
Influido por el resentimiento de su padre, un líder local marcado por el odio hacia Gaea-tima, el niño decide criar al monstruo con la esperanza de que crezca y derrote al titán que, en su mente, representa todas sus desgracias.
Este planteamiento permite al manga explorar una idea poderosa: la de la crianza y la proyección de deseos humanos sobre una criatura que no deja de ser salvaje. El vínculo que el niño establece con el monstruo nace de la soledad, el dolor y la necesidad de sentirse fuerte en un mundo que le resulta hostil. KENT construye esta relación con una sensibilidad notable, mostrando cómo la ilusión de control puede nublar el juicio. A medida que el monstruo crece y la situación se desborda, el lector asiste a un choque inevitable entre inocencia y realidad, evitando giros gratuitos pero dejando una huella emocional profunda.
En el plano temático, El gran Gaea-tima #3 reflexiona sobre la ambigüedad moral de los monstruos. ¿Son armas, protectores, víctimas o simples fuerzas de la naturaleza? El manga no ofrece respuestas sencillas. Gaea-tima sigue siendo visto como un salvador por muchos y como una amenaza por otros, y este volumen subraya cómo el miedo colectivo y el odio pueden moldear el comportamiento incluso de un ser gigantesco. La obra también ahonda en la responsabilidad humana: alimentar el rencor, desear la destrucción del otro o buscar soluciones fáciles puede tener consecuencias irreversibles. Todo ello se articula con un tono que oscila entre el drama psicológico y el terror contenido, sin perder nunca la dimensión trágica.
En cuanto a la edición, Panini presenta El gran Gaea-tima #3 en formato tankōbon de 160 páginas, con un tamaño cómodo y una reproducción limpia del arte original. Es un tomo que se lee con facilidad, pero que deja poso, invitando a la reflexión una vez pasada la última página.El apartado artístico vuelve a ser uno de los grandes pilares del tomo. El dibujo en blanco y negro de KENT destaca especialmente en las secuencias del monstruo subterráneo, cuya anatomía y movimiento transmiten una sensación constante de inquietud. Los combates, aunque espectaculares, están narrados con claridad y un uso muy inteligente del espacio, reforzando la escala de los kaijus frente a la fragilidad humana. En contraste, los momentos más íntimos apuestan por primeros planos y silencios que potencian la carga emocional, demostrando un notable control del ritmo visual.
En definitiva, El gran Gaea-tima #3 es una lectura muy recomendable tanto para los aficionados al manga de monstruos gigantes como para quienes buscan historias con mayor profundidad emocional. Este volumen demuestra que la serie no se conforma con repetir fórmulas y se atreve a cuestionar el propio mito del kaiju protector. Con una narrativa madura, personajes bien construidos y un espectáculo visual contundente, este tomo se erige como el mejor hasta la fecha y una invitación clara a seguir explorando el inquietante mundo de Gaea-tima.






