Labyrinth amplía su reparto con 18 nuevas voces y confirma su ambición como la obra más personal de Shōji Kawamori
Hay proyectos que, solo por los nombres implicados, ya transmiten una intención clara. Labyrinth (Meikyū no Shiori) acaba de revelar 18 nuevas incorporaciones a su reparto, y lo que se dibuja es un auténtico mapa emocional del universo creativo de Shōji Kawamori. No son fichajes aleatorios: todas las nuevas voces tienen una relación directa con el director y han pasado por sus obras anteriores. Es, en cierto modo, una reunión de almas creativas para una película que promete ser tan íntima como inquietante.
Un reparto coral que funciona como declaración de intenciones
Entre las nuevas voces anunciadas destacan Yūichi Nakamura, Yūma Uchida, Inori Minase, Kana Hanazawa, Yōko Hikasa, Aya Endō, May’n, Megumi Nakajima, Ami Koshimizu, Kiyono Yasuno, Minori Suzuki, Nao Tōyama, Kenjirō Tsuda y Yūki Kaji, entre otros. A esta lista se suma un detalle especialmente llamativo: la presencia de Soyogi Soyogi, el software de síntesis vocal vinculado al proyecto de voz por IA de Yūki Kaji.
El hecho de que no se hayan revelado todavía los personajes que interpretan refuerza la sensación de misterio. Kawamori parece querer que el público se acerque a Labyrinth sin expectativas prefabricadas, dejando que las voces emerjan como ecos dentro de ese mundo extraño que propone la película.
Una historia sobre identidad, tecnología y el miedo a perder el control
La protagonista es Shiori Maezawa, una estudiante completamente normal cuya vida da un giro cuando su smartphone se rompe y despierta en un Yokohama paralelo, vacío y silencioso. Al revisar su teléfono, descubre fotos y publicaciones que no recuerda haber hecho. Hay otra Shiori actuando en su nombre. Para evitar que esa versión alternativa se descontrole, deberá adentrarse en un laberinto digital que no es solo un espacio físico, sino una representación de su propia identidad fragmentada.
Kawamori ha explicado que la idea nace de concebir el smartphone como “otro yo”, una extensión de la persona que acumula recuerdos, datos, impulsos y decisiones. Labyrinth se presenta así como una reflexión muy contemporánea, envuelta en una narrativa que mezcla suspense, terror psicológico y música pop.
Atarashii Gakkō! y una protagonista con doble reflejo
El papel principal recae en Suzuka, integrante del grupo Atarashii Gakkō!, que interpreta tanto a Shiori Maezawa como a Shiori@Revolution, su reflejo digital. Esta dualidad no es solo narrativa, sino también performativa, reforzada por la presencia musical del grupo, que interpreta el tema principal Sailor, Sail On. La música no funciona aquí como simple acompañamiento, sino como una parte activa del discurso emocional de la película.
Kawamori ha dejado claro que su objetivo es crear una obra de entretenimiento pop que combine canción y horror, una mezcla poco habitual en el cine de animación, pero muy coherente con su trayectoria.
El primer largometraje original de Kawamori fuera de franquicias
Aunque Shōji Kawamori es una figura clave del anime gracias a obras como Macross, Aquarion o AKB0048, Labyrinth marca un punto de inflexión: es su primer largometraje animado completamente original, sin apoyarse en una franquicia previa. La dirección corre a cargo del propio Kawamori en el estudio SANZIGEN, con diseño de personajes de Risa Ebata y guion de Taichi Hashimoto.
El equipo técnico refuerza esa ambición autoral, con un cuidado especial en la animación CG, la composición visual y el diseño de escenarios, pensados para transmitir una sensación constante de desorientación y amenaza silenciosa.
Un estreno que apunta a ser una experiencia sensorial y emocional
La película se estrenará en Japón el 1 de enero, una fecha simbólica que refuerza la idea de comienzo, ruptura y transformación. Todo en Labyrinth apunta a una obra que no busca respuestas fáciles, sino provocar preguntas: ¿dónde termina uno mismo y empieza su reflejo digital?, ¿qué ocurre cuando perdemos el control de esa otra versión que creamos cada día?
Con este reparto ampliado y una premisa tan ligada a la ansiedad contemporánea, Labyrinth se perfila como una de las propuestas más singulares y personales del anime cinematográfico reciente. No solo una película, sino un descenso consciente a los miedos que llevamos en el bolsillo.
