Reseña del cómic DC Young Adults. Hiedra Venenosa: Espinas – El origen gótico de una ecoheroína trágica
DC Young Adults. Hiedra Venenosa: Espinas, publicado por Panini Comics, adapta a uno de los personajes más fascinantes del universo de Batman, dándole una nueva vida a través del prisma del romance gótico y el terror psicológico. La novela gráfica, escrita por Kody Keplinger e ilustrada por Sara Kipin, reinterpreta los orígenes de Pamela Isley, más conocida como Poison Ivy, en clave juvenil, feminista y profundamente emocional. Lejos del estereotipo de villana sensual, esta versión de Hiedra Venenosa es una joven marcada por el trauma, el abuso y la soledad, que busca encontrar su lugar en un mundo que intenta controlar su cuerpo, su mente y su poder.
La historia nos traslada a una pequeña ciudad americana, donde la adolescente Pamela Isley vive recluida en la vieja casa Isley, una mansión envuelta en misterio, con un padre autoritario que experimenta con ella bajo el pretexto de la ciencia. La madre de Pamela ha desaparecido, supuestamente en una expedición a la Amazonia, y el hogar se ha convertido en un laboratorio siniestro lleno de secretos.
Desde las primeras páginas, se intuye que algo oscuro crece en el interior de Pamela: una conexión casi espiritual con las plantas, una sensibilidad hacia la naturaleza que se transforma en rabia cuando ve cómo la destruyen. De noche, actúa como una justiciera ambiental, saboteando proyectos urbanísticos y atacando a quienes dañan el entorno. Su primera escena, liberando un gas tóxico para proteger un bosque local, resume perfectamente el conflicto central: el ecologismo radical como respuesta desesperada a un mundo injusto.
En la escuela, Pamela sufre el acoso de un compañero obsesivo y la indiferencia de un profesorado que mira hacia otro lado. Pero todo cambia cuando conoce a Alice Oh, una chica gótica y carismática que se convierte en su refugio emocional. Entre ambas surge una relación amorosa delicada y sincera, tratada con sensibilidad y naturalidad. Keplinger, autora de renombre en el ámbito young adult, explora aquí la identidad y la orientación sexual sin convertirla en un mensaje panfletario, sino como parte integral del crecimiento personal de su protagonista. Alice representa la luz, la empatía y la esperanza; Pamela, la oscuridad y la desconfianza.
Cuando la vida de Alice se cruza literalmente con la de Pamela —al verse obligada a quedarse en su casa tras un accidente ambiental causado por la propia Ivy—, la tensión narrativa alcanza su punto álgido. Lo que parecía un romance adolescente se transforma en un thriller gótico, con experimentos ocultos, laboratorios siniestros y un secreto familiar que pondrá a prueba su vínculo.
Visualmente, Hiedra Venenosa: Espinas es una joya. El arte de Sara Kipin fusiona influencias del romanticismo victoriano con una paleta cromática dominada por tonos verdes, púrpuras y ocres que evocan podredumbre, naturaleza y deseo reprimido. Cada página está cargada de atmósfera: la casa Isley se siente viva, respirando un aire denso de culpa y peligro; los jardines, iluminados por una luna enfermiza, parecen susurrar secretos a la protagonista. Kipin no solo ilustra, sino que traduce el estado emocional de Pamela en color y composición, creando un diálogo visual constante entre el horror y la belleza. La ilustradora convierte el sufrimiento en poesía gráfica, y ese contraste entre fragilidad y poder es precisamente lo que define a la nueva Hiedra Venenosa.
Keplinger, por su parte, demuestra un dominio notable del tono y la psicología adolescente. La autora combina drama íntimo, crítica social y elementos de terror, recordando por momentos a las tragedias góticas clásicas como Jane Eyre o Rebeca, pero con el toque feminista y ecológico de nuestro tiempo. Pamela no es una heroína perfecta ni una villana en ciernes: es una víctima de abusos, una joven que carga con la culpa de sus actos y el miedo a perder lo poco que ama. Su lucha no es solo contra su padre o los hombres que intentan poseerla, sino contra una estructura patriarcal que pretende decidir quién puede ser, qué puede sentir y cuánto poder puede tener.
El guion no teme adentrarse en terrenos incómodos: el abuso doméstico, el gaslighting, la violencia simbólica y la objetificación del cuerpo femenino están presentes, pero siempre tratados con elegancia y empatía. El relato se convierte, así, en una historia de empoderamiento y redención, donde Pamela debe elegir entre abrazar su lado oscuro o renunciar a sí misma. El desenlace, inevitablemente trágico, abre la puerta al mito que los fans de DC conocen, pero sin perder la humanidad que Keplinger y Kipin le han otorgado.
El resultado final es una novela gráfica que combina horror, romance y denuncia social en un equilibrio tan inusual como poderoso. DC Young Adults. Hiedra Venenosa: Espinas no solo humaniza a uno de los personajes más complejos de Gotham, sino que lo actualiza para una nueva generación. Es una historia de raíces que se hunden en la oscuridad, pero también de flores que buscan la luz. Con su tono sombrío, su arte hipnótico y su mensaje de resistencia, esta obra se consolida como una de las mejores entregas del sello DC Young Adults y una lectura imprescindible para quienes aman el cómic con alma.



