La historia de Spiderman está llena de momentos icónicos, pero pocos tan recordados como la etapa del traje negro. Este uniforme simbiótico, nacido en las páginas de Secret Wars en los 80, marcó un antes y un después en la vida de Peter Parker, dotándole de un aspecto más oscuro y agresivo, y sentando las bases para la aparición de Venom, uno de sus mayores enemigos.
En 2025, Panini Cómics publica en España Spiderman: Traje negro y sangre, recopilatorio publicado originalmente por Marvel como miniserie de cuatro números (Black Suit and Blood). Este volumen conmemora el 40º aniversario del debut del traje negro, proponiendo una serie de relatos autoconclusivos a cargo de un plantel de autores estelares —que incluye leyendas como J. M. DeMatteis, J. Michael Straczynski y David Michelinie, junto a voces contemporáneas como Fran Galán o Alyssa Wong—. El resultado es una obra que homenajea con respeto y creatividad una de las épocas más queridas (y trágicas) del lanzarredes.
Un formato a la altura del mito
La edición española forma parte de la colección Marvel Treasury Edition, con un elegante formato rústico de gran tamaño (23,4 x 33 cm), que resalta las ilustraciones y permite disfrutar en plenitud del apartado gráfico. El tomo reúne los cuatro números de la miniserie estadounidense en 136 páginas a color, aunque algunos relatos juegan deliberadamente con el blanco y negro para enfatizar el tono oscuro del simbionte. La maquetación está cuidada, y el precio (23,75 €) resulta ajustado para una obra de estas características, convirtiéndola en una pieza ideal para coleccionistas y fans veteranos del trepamuros.
Historias desde la oscuridad
Cada uno de los relatos que componen el tomo explora un ángulo diferente del periodo en que Peter portó el traje negro. No es un “what if?”, sino historias ubicadas dentro del canon de la época, que indagan en cómo el simbionte comenzó a influir en su carácter, potenciando sus emociones negativas y llevándole al límite.
Entre los relatos más destacados sobresale el guion de J. M. DeMatteis, que nos regala un relato introspectivo y cargado de peso psicológico, en la línea de su célebre La última cacería de Kraven. DeMatteis explora los miedos más profundos de Peter y cómo el simbionte los amplifica, recordándonos que las verdaderas batallas de Spiderman son interiores.
J. Michael Straczynski también firma un episodio notable, centrado en las repercusiones del traje en la vida personal de Peter y su relación con la culpa. Su guion combina emoción y acción, demostrando por qué sigue siendo uno de los autores más influyentes de la última etapa del héroe.
Por su parte, David Michelinie, cocreador de Venom, aporta un relato cargado de nostalgia y ritmo clásico, demostrando que comprende como pocos la naturaleza simbiótica y el tono urbano de esta versión del héroe.
Además, hay espacio para propuestas gráficamente atrevidas y narrativamente originales, como la firmada por Fran Galán, que imprime su característico estilo europeo y su trazo suelto a una historia casi onírica, o la participación de Dustin Nguyen, cuyo inconfundible estilo aguado y minimalista contrasta con la intensidad habitual del traje negro, pero funciona como un bello homenaje.
Un mosaico de autores y estilos
Uno de los mayores aciertos de este tomo es precisamente su variedad. Cada historia cuenta con un equipo creativo distinto, y eso se traduce en un despliegue visual y narrativo muy rico. Entre los dibujantes encontramos a figuras como Leonardo Romero, Hayden Sherman, Erica Schultz, Elena Casagrande, Valentina Pinti, Sumit Kumar, entre otros, cada uno aportando su propio enfoque.
Algunas historias apuestan por el terror psicológico, otras por la acción pura y dura o incluso por el humor negro. La variedad no solo es estilística, sino también temática: desde la creciente agresividad de Peter en las calles de Nueva York hasta la desconfianza que comienza a generar entre sus allegados, pasando por encuentros con villanos clásicos y reflexiones sobre el heroísmo.
La sombra del simbionte
Lo más valioso de Traje negro y sangre es que consigue recordarnos por qué esa etapa sigue siendo tan querida por los fans. El traje negro no solo era estéticamente impactante, sino que transformó a Peter Parker, sacando a relucir una violencia y una oscuridad que normalmente mantenía a raya. En muchos sentidos, este recopilatorio funciona como una precuela espiritual de Venom, mostrando los primeros síntomas de una relación tóxica que acabaría teniendo consecuencias devastadoras.
El tono general del tomo es adulto y sombrío, con una calificación de edad recomendada para mayores de 16 años. La violencia está presente, tanto física como emocional, y las historias no rehúyen mostrar a un Peter falible, vulnerable e incluso aterrador en ciertos momentos.
Conclusión: una celebración oscura y elegante
Spiderman: Traje negro y sangre no es una novela gráfica en sentido estricto, sino una antología de relatos, pero su calidad media es notable. Algunos capítulos son más memorables que otros, como ocurre siempre en estos formatos, pero en conjunto constituye un homenaje digno y entretenido al legado del traje negro.
Para los fans veteranos, es un viaje nostálgico a una de las etapas más definitorias del héroe, mientras que para los nuevos lectores es una oportunidad perfecta para descubrir por qué el traje negro sigue fascinando a generaciones enteras. La edición de Panini, además, le añade un plus gracias a su formato Treasury Edition, que engrandece el arte de los numerosos artistas implicados.
Sin duda, un imprescindible para cualquier coleccionista del trepamuros, y una demostración más de que, incluso 40 años después, el simbionte sigue teniendo mucho que decir.