Reseña de Kill Blue vol. 5 – Surf, justicia y el regreso de las sombras del pasado

 Reseña de Kill Blue, de Tadatoshi Fujimaki - Ivrea

Editorial Ivrea lanzaba en España recientemente el tomo 5 de la nueva serie de Tadatoshi Fujimaki, autor de Kuroko No Basket, que esta vez decide abordar un tema que está muy, muy de moda en el shônen actual: la mezcla de los asesinos a sueldo y la comedia.

Juzo y Noren frente a Jumonji en Kill Blue vol. 5

La serie se publica en la revista Shonen Jump y cuenta hasta la fecha con 9 tomos recopilatorios en Japón.

Ivrea publica la serie en España de forma bimestral en formato tankoubon, un rústica con sobrecubierta que es un clon de la edición japonesa.

Reseña de Kill Blue, de Tadatoshi Fujimaki - Ivrea

"Kill Blue" es un manga que combina humor, acción y slice of life de instituto de una manera sorprendente y entretenida. La historia nos presenta a Juzo Ogami, un hombre de 39 años que trabaja como uno de los mejores asesinos a sueldo para el sindicato de asesinos Z.O.O. Durante una misión para eliminar a delincuentes que trabajan para la empresa de manipulación genética Mitsuoka Pharmaceuticals, Ogami recibe la picadura de una avispa que altera su ADN, haciendo que su cuerpo retroceda a la edad de 12 años, al más puro estilo "Detective Conan", algo bastante irónico ya que Ogami es un sicario divorciado y con una hija de la misma edad.

Mientras su exesposa, quien también trabaja en la misma organización en el departamento científico, intenta encontrar una cura para su condición, el jefe de Z.O.O. le asigna a Ogami una nueva misión: asistir a un instituto de secundaria para verificar si es un lugar seguro para la hija del jefe. Aunque Ogami no tiene una educación formal, pronto descubre que le encanta aprender y se vuelve adicto a los estudios. Sin embargo, su aspecto de niño y su inexperiencia en tratar con adolescentes lo meten en una serie de situaciones complicadas, donde se encuentra marginado y enfrentando el acoso escolar sin poder defenderse, ya que revelar su verdadera identidad podría arruinar su tapadera

La única pista que podría llevar a Ogami a una cura está relacionada con Noren Mitsuoka, la heredera de Mitsuoka Pharmaceuticals, la empresa responsable de su transformación. Al principio, acercarse a Noren parece imposible debido a que todos los chicos del instituto le tiran los tejos y ella tiene una aversión hacia los hombres. Sin embargo, Ogami y Noren inician una relación de interés mutuo en la que deben fingir ser pareja, lo que añade una capa adicional de humor y tensión a la historia.

Juzo y Noren frente a Jumonji en Kill Blue vol. 5

Kill Blue vol. 5 – Surf, justicia y el regreso de las sombras del pasado

El quinto volumen de Kill Blue, la irreverente y adictiva comedia de acción de Tadatoshi Fujimaki, sigue demostrando por qué esta serie es una de las más refrescantes y originales del catálogo actual de Ivrea. Con su mezcla perfecta de humor absurdo, tensión criminal y corazón, Kill Blue vuelve a poner a prueba a su peculiar protagonista, Juzo Ogami, atrapado entre su vida de asesino profesional y las responsabilidades escolares de su nuevo y juvenil cuerpo. Este tomo nos trae el desenlace del surrealista arco de Otohime y la llegada de un nuevo y peligroso unicornio: Shido Jumonji.

El duelo sobre las olas: Noren, Otohime y un malentendido necesario

El volumen arranca con el clímax de la saga de Otohime, conocida como Gyaruhime, una carismática y excéntrica genio del surf que pone a prueba las habilidades de Juzo y Noren tanto dentro como fuera del agua. En un campamento de entrenamiento surrealista —marca de la casa—, la historia se centra en la preparación de ambos para derrotar a la imbatible unicornio. Lo que comienza como una típica competición deportiva acaba revelándose como un episodio clave en el desarrollo emocional de Noren Mitsuoka.

La joven empieza a cuestionarse sus sentimientos hacia Juzo: ¿es amor lo que siente o una simple y profunda admiración? Esta duda le otorga al arco un matiz más introspectivo, que se resuelve de forma honesta y sin artificios: Noren descubre que lo suyo hacia Juzo es amistad verdadera, una que la impulsa a seguir creciendo y a fortalecer el lazo que comparten, pese a que todavía fingen ser novios para mantener las apariencias. Por su parte, la excéntrica Gyaruhime pasa de rival a aliada, sumando otro miembro más al peculiar elenco que rodea a nuestro protagonista.

El duelo de surf, además, es uno de los momentos visualmente más llamativos del tomo: Fujimaki vuelve a lucirse con su trazo ágil y expresivo para dotar de energía y dinamismo las escenas sobre las olas, cargadas de humor y un punto de fanservice que no pierde la elegancia.

Juzo y Noren frente a Jumonji en Kill Blue vol. 5Juzo y Noren frente a Jumonji en Kill Blue vol. 5

El justiciero implacable: Shido Jumonji entra en escena

Pero cuando parece que la calma vuelve al instituto, un nuevo unicornio hace su aparición, y no precisamente para hacer amigos. Shido Jumonji, un miembro del comité disciplinario con conexiones en la policía, se obsesiona con desentrañar el misterio detrás de Juzo y sus incongruencias como estudiante. Esta incorporación cambia por completo el tono del volumen: de la comedia ligera y deportiva pasamos a un ambiente mucho más opresivo, donde la tensión se palpa en cada página.

Jumonji, brillante y calculador, encarna un nuevo tipo de amenaza. Más que un sicario tradicional, es un investigador con una mentalidad de justicia extrema y un talento inusual para percibir las mentiras. Juzo, acostumbrado a moverse en las sombras y resolver los problemas por la fuerza, ahora tiene que enfrentarse a alguien que lo ataca desde un ángulo inesperado: su doble vida de estudiante y asesino queda en riesgo de ser expuesta.

Esta caza del gato y el ratón entre Jumonji y Juzo es uno de los mayores aciertos narrativos del tomo, pues añade un nuevo nivel de tensión psicológica que complementa perfectamente las habituales locuras del día a día en el instituto.

Las sombras del pasado vuelven a acechar

Como si esto no fuera suficiente, el pasado de Juzo finalmente le alcanza. Pese a su aspecto adolescente, su reputación en el mundo del crimen sigue vigente y pronto otros sicarios dan con él, decididos a ajustar cuentas y, de paso, amenazar a sus nuevos amigos del instituto. Esto desencadena un conflicto que apunta a ser mucho mayor y que probablemente marcará el rumbo de los próximos volúmenes.

Aquí Fujimaki vuelve a demostrar su habilidad para equilibrar el humor y la acción: la amenaza es real, el peligro para los secundarios también, pero no deja de haber espacio para los gags bien medidos y las absurdas situaciones que caracterizan a la serie. El ritmo es ágil y cada capítulo consigue avanzar tanto en la trama como en el desarrollo de los personajes, manteniendo la frescura y sin perder de vista el núcleo emocional de la historia.

Juzo y Noren frente a Jumonji en Kill Blue vol. 5Juzo y Noren frente a Jumonji en Kill Blue vol. 5

Arte y narrativa: la marca de Fujimaki

En lo visual, Kill Blue continúa siendo una delicia. El estilo de Fujimaki —ya conocido por Kuroko no Basket— sigue destacando por su claridad, su dinamismo y su capacidad para transmitir humor y tensión con el mismo trazo. Las escenas de surf en la primera mitad del tomo están cargadas de energía y detalles, mientras que las miradas calculadoras de Jumonji y los rostros de preocupación de los compañeros de Juzo en la segunda mitad refuerzan la atmósfera más oscura que empieza a envolver la trama.

Los personajes secundarios siguen siendo uno de los grandes pilares de la obra. Noren brilla especialmente en este tomo, con su desarrollo emocional y su madurez a la hora de reconocer sus verdaderos sentimientos, mientras que Gyaruhime se roba varias escenas con su carisma. Jumonji, por su parte, llega para redefinir las reglas del juego y promete ser uno de los antagonistas más complejos hasta la fecha.

Juzo y Noren frente a Jumonji en Kill Blue vol. 5

Conclusión: el inicio de una nueva etapa para Kill Blue

El volumen 5 de Kill Blue no solo resuelve el arco de Otohime con una nota alta, sino que también sienta las bases de un conflicto mucho más grande y oscuro para Juzo y su entorno. La mezcla de comedia ligera, acción desenfrenada y tensión psicológica está mejor equilibrada que nunca, y el ritmo de la narrativa sigue siendo impecable.

Fujimaki demuestra que Kill Blue no es solo un manga divertido, sino también una historia con corazón, personajes entrañables y un trasfondo que se va volviendo cada vez más interesante. Con la llegada de Jumonji y el regreso de los enemigos del pasado, la serie entra en una nueva etapa, más peligrosa y emocionante, que promete mantenernos al borde del asiento.

Kill Blue sigue siendo una de las apuestas más originales y refrescantes del panorama actual del manga, y este volumen confirma que aún tiene mucho que ofrecer.