Reseña de Thunder 3 vols. 4 y 5 – La guerra se desata en Shibuya, el punto de no retorno para los Small 3
Con el cuarto y quinto volumen de Thunder 3, Yuki Ikeda eleva la serie a un nuevo nivel de intensidad. La guerra entre humanos y alienígenas estalla sin reservas en el corazón de Shibuya, y nuestros carismáticos protagonistas —los Small 3— se ven forzados a afrontar las consecuencias de un conflicto que ya no pueden eludir. Panini Comics continúa con una edición impecable en formato tankōbon (13x18 cm, blanco y negro), respetando el diseño original de Kodansha. En esta ocasión, la historia da un salto de escala: de la intriga individual pasamos al clamor de la guerra, del humor al horror, del juego a la responsabilidad.
La batalla de Shibuya: el apocalipsis urbano
El volumen 4 nos lanza directamente a la misión de Shibuya, una operación desesperada liderada por la resistencia humana que enfrenta una amenaza sin precedentes. Ikeda retrata con crudeza la impotencia de la humanidad ante un enemigo tecnológicamente superior, mientras introduce una nueva figura alienígena: un asesino despiadado que cambia las tornas del combate. El impacto visual es brutal. Las calles de Tokio, devastadas por la batalla, se convierten en un campo de ruinas donde cada decisión cuesta vidas.
Lo interesante es cómo esta acción de gran escala no se reduce a un espectáculo vacío. A través de la retransmisión online que siguen los Small 3 desde la distancia, el autor introduce un dilema moral potente: ¿seguirán su camino en busca de Futaba, o acudirán a socorrer a los suyos? Este conflicto interno marca el corazón emocional del volumen y nos recuerda que, pese a su diseño caricaturesco, los protagonistas son humanos, con miedos y dilemas reales.
La decisión que cambia el curso de la historia
El quinto volumen marca un punto de inflexión en la narrativa. Pyontaro, Usao y Kuma deciden intervenir. Lo que podría haber sido una escena heroica al uso, se convierte en un momento cargado de emociones: la llegada de los Small 3 a Shibuya es un acto desesperado, no una épica predecible. La situación en el frente es crítica. Rebellion, al borde de la aniquilación, recibe un último rayo de esperanza con el arribo del trío protagonista.
La escena en la que salvan a Segami —uno de los personajes más complejos de la obra, atrapado entre la duda y el deber— resume a la perfección el tono de la serie. La acción no es gloriosa, sino caótica, urgente, sucia. No hay tiempo para celebraciones: Doc sigue desaparecido, la ciudad arde, y los refuerzos alienígenas continúan su avance. Ikeda logra aquí un equilibrio difícil entre el frenetismo narrativo y el desarrollo introspectivo, manteniendo el foco en las decisiones que moldean a sus personajes.
Crecimiento y trauma: los Small 3 como símbolo de humanidad
Uno de los grandes aciertos de Thunder 3 es su manera de hacer evolucionar a sus protagonistas sin perder su esencia. Pyontaro ya no es solo un líder atolondrado; comienza a entender el peso de cada elección. Usao, siempre el más pragmático, revela su fragilidad interna. Y Kuma, el más emotivo, es ahora quien muestra la mayor determinación. El grupo deja atrás la comedia ligera de los primeros volúmenes para convertirse en el núcleo moral de una historia que cuestiona el sentido de la resistencia.
La guerra los cambia, pero no los deshumaniza. En contraste con los soldados endurecidos de Rebellion o los despiadados alienígenas, los Small 3 siguen siendo un faro de esperanza, imperfectos y vulnerables, pero auténticos. Esta cualidad les otorga una fuerza narrativa única: son los ojos del lector en un mundo que ha perdido el norte.
Visualmente poderoso, narrativamente arriesgado
Yuki Ikeda no pierde el ritmo ni en lo gráfico ni en lo narrativo. Las batallas urbanas son un espectáculo de viñetas bien coreografiadas, con un uso magistral del espacio, el dinamismo y la tensión visual. La línea clara de los Small 3 contrasta con los diseños siniestros y detallados de los alienígenas, reforzando la sensación de estar presenciando una lucha entre mundos que ni siquiera hablan el mismo lenguaje.
La puesta en escena recuerda a títulos como Gantz por su crudeza, y a Inuyashiki por su crítica latente al vacío de la sociedad tecnológica. Sin embargo, Thunder 3 no cae en el cinismo, y su mayor virtud es mantener viva una chispa de humor, incluso en medio del caos. Esa oscilación entre géneros es su mayor apuesta… y también su mayor triunfo.
Conclusión: la guerra cambia a todos
Los volúmenes 4 y 5 de Thunder 3 son, hasta ahora, los más intensos y reveladores de la serie. No solo por la escala del conflicto, sino por lo que revelan de sus personajes: sus miedos, sus traumas, su capacidad de cambio. La guerra en Shibuya no es solo un espectáculo visual, sino un proceso emocional que obliga a los Small 3 —y al lector— a replantearse lo que significa resistir.
Con estos tomos, la obra de Yuki Ikeda confirma que no es un simple manga de acción juvenil: es una historia con alma, que no teme cuestionar la guerra, el deber, la amistad y el dolor. Panini Comics mantiene una edición que hace justicia a la propuesta original, y con cada nuevo tomo nos acercamos a un clímax que promete ser tan destructivo como emotivo.