La historia de Kurumi, una niña creada por ingeniería genética y atrapada en un sistema que la despoja de memoria e identidad, entra en su recta final con los volúmenes 4 y 5 de She is Beautiful. Panini Cómics continúa su cuidada edición en formato tankōbon de 13 x 18 cm, con interiores en blanco y negro, ofreciéndonos una narrativa cada vez más incisiva y emocionalmente devastadora. La obra, escrita por Jun Esaka y dibujada por Takahide Totsuno, fue publicada originalmente en la revista Tonari no Young Jump de Shueisha y constará de un total de seis volúmenes, por lo que aún queda un último capítulo por desvelar.
Regresar al origen: Familie y las raíces del trauma
En el cuarto tomo, el regreso a Familie, el centro experimental donde comenzó todo, marca un punto de inflexión. Kurumi y Sayaka vuelven al epicentro del control mental, los experimentos de memoria y la deshumanización estructurada por el sistema Regis. Allí, los recuerdos reprimidos empiezan a salir a la superficie: Kurumi comienza a recordar vínculos rotos, manipulaciones sistemáticas y la artificialidad del entorno que la vio "crecer". Es también en Familie donde se descubre la verdad sobre Kurumi como experimento fallido, una pieza prescindible más de un sistema que prioriza la obediencia sobre la individualidad.
Sayaka, que hasta ahora funcionaba como figura protectora, se revela como alguien atrapada entre el cariño y el control. El tomo juega con la ambigüedad: ¿quiere proteger a Kurumi o mantenerla en su rol funcional? Su obsesión por evitar que Kurumi recuerde plantea un conflicto profundamente inquietante: ¿es la ignorancia una forma de salvación? ¿O un acto de violencia disfrazado de amor?
Huida y confrontación: el peso del pasado en el volumen 5
El quinto volumen da un paso más hacia la resolución con una tensión constante: la huida de Kurumi y Sayaka desde Familie hacia una casa aislada, donde creen encontrar refugio… hasta que reaparece "ese hombre", una figura cuya sola presencia desencadena recuerdos silenciados y miedos profundamente enterrados. Su aparición pone en jaque no solo la seguridad física de las protagonistas, sino la frágil red de mentiras, medias verdades y afectos condicionales que han sostenido sus vidas hasta ahora.
Aquí, She is Beautiful no solo redobla su apuesta emocional, sino que ahonda en el trauma acumulado. Kurumi ha aprendido a leer las señales de su propio cuerpo, a detectar cuándo un recuerdo es suprimido, cuándo su diario ya no le basta para reconstruir su identidad. La ansiedad que genera la pérdida constante de memoria convierte cada página en una cuenta atrás. Y en medio de todo, resurge un vínculo esencial: el de Kurumi con su padre adoptivo, Gallahan, símbolo de un afecto real, desinteresado y libre de condicionamiento.
La figura paterna: antítesis del experimento
Gallahan encarna lo opuesto a Familie: la posibilidad de un hogar verdadero, donde la voluntad de Kurumi no sea anulada, sino respetada. Su presencia, aunque secundaria en estas entregas, es clave para mostrar que la libertad emocional es posible, incluso dentro de una estructura que lo controla todo. En un mundo dominado por etiquetas como "nuevo primate", "función", "utilidad", el amor incondicional emerge como acto de resistencia.
Estética, ritmo y sensibilidad
El trabajo de Takahide Totsuno continúa siendo brillante. Las viñetas se cargan de silencios, detalles visuales y atmósferas opresivas. Las composiciones con planos cerrados, gestos contenidos y paisajes desolados refuerzan la sensación de angustia, pero también de lucha interior. Las páginas donde Kurumi escribe, borra, o se enfrenta al vacío de su mente están entre lo más potente del manga.
La narrativa visual sabe cuándo dejar que una imagen hable más que cualquier diálogo. El horror del olvido, el miedo al control y la pulsión de huida se expresan con miradas, sombras y encuadres que convierten cada escena en una pieza emocional cuidadosamente calculada.
Construyendo el final: preparación para el volumen 6
Aunque el quinto volumen podría parecer el clímax de la historia, los lectores atentos sabrán que She is Beautiful se guarda aún un as en la manga. El cierre real de la serie llegará con el sexto tomo, ya confirmado como el último en Japón. Esta decisión editorial es coherente con el ritmo de la historia: no hay prisa, solo una escalada firme hacia el desenlace.
Las piezas están sobre la mesa: Kurumi ha recordado, ha escapado, ha sido traicionada y protegida. Sayaka ha mostrado su fractura interna. Familie ha perdido su control absoluto, pero el sistema Regis sigue activo. El conflicto final se intuye como una batalla más psicológica que física: el derecho a decidir qué recordar, a reconstruirse, a ser libre incluso si todo alrededor la reduce a una función.
Conclusión: una obra demoledora, aún inacabada
She is Beautiful se mantiene como una de las obras más duras y necesarias del catálogo de Panini Cómics. Su aproximación a los temas de identidad, infancia robada, manipulación institucional y construcción artificial de la memoria está ejecutada con una sensibilidad cruda pero necesaria. Con los tomos 4 y 5, la obra avanza hacia su desenlace manteniendo el nivel de tensión emocional y complejidad narrativa que la ha definido desde el inicio.
Kurumi ya no es solo una víctima: es un símbolo de resistencia. Una niña programada para olvidar, que se aferra con uñas y dientes a la idea de existir por sí misma. El sexto y último volumen será el que determine si esa lucha tiene un precio, una recompensa… o un nuevo vacío.