Sara Lone Integral: conspiraciones, noir y secretos en la América de Kennedy

 Sara Lone Integral: conspiraciones, noir y feminidad en la América de los sesenta

Publicada por Norma Editorial en un volumen integral que recoge sus cuatro partes originales, Sara Lone es un thriller de espionaje, crimen y conspiración ambientado en el turbulento Estados Unidos de los años 60. Creada por el guionista francés Erik Arnoux y el dibujante español David Morancho, la obra presenta una propuesta que mezcla el noir clásico con la intriga política, sumando una protagonista femenina marcada por las cicatrices del pasado y la necesidad de sobrevivir en un mundo hecho para hombres.

Joy Carruthers ya no existe. Ahora es Sara Lone.

Cuando conocemos a Sara, trabaja como bailarina en un club regentado por la mafia en Nueva Orleans. Sin embargo, su vida da un vuelco cuando la policía le comunica el asesinato de su padre, un pescador de Texas con el que no hablaba desde hacía años. Obligada a regresar a su pueblo natal para hacerse cargo del negocio familiar, Sara se verá atrapada entre las redes de un crimen que va mucho más allá de lo personal.

En el centro del relato está la investigación del asesinato de su padre y el secreto que éste ocultaba: un tesoro hundido en el golfo de México que podría haber motivado su muerte. Pero lo que empieza como un caso de ambiciones locales pronto se transforma en una trama de espionaje internacional, mafia, agentes dobles y conspiraciones que alcanzan los niveles más altos del poder político estadounidense, con ecos del magnicidio de Kennedy y el contexto paranoico de la Guerra Fría.

Una protagonista a la deriva y un agente llamado Janus

Arnoux estructura el relato en dos bloques narrativos: el primero se centra en el pasado de Sara, su vuelta al hogar y el descubrimiento de un legado familiar lleno de traiciones; el segundo la lanza de lleno al mundo del espionaje, donde un agente secreto apodado Janus la manipula y arrastra a un laberinto de misiones encubiertas, chantajes y asesinatos.

La narración, con voz en off omnisciente, busca emular el estilo del cine negro clásico, aunque a veces resulta excesiva en su densidad. Esto, sumado a ciertos altibajos en la coherencia de los personajes y la gestión de las subtramas, hace que el guion pierda parte de su impacto. Aun así, el conjunto funciona como un relato entretenido, cargado de giros, flashbacks y tensión creciente, con una protagonista que evoluciona de joven desorientada a agente forzada a luchar por su vida y su verdad.

David Morancho: el alma visual de la obra

Si hay un aspecto que convierte Sara Lone en una lectura imprescindible, es el apartado gráfico. David Morancho firma uno de sus trabajos más logrados hasta la fecha. Su dibujo, de corte realista, consigue trasladarnos a los años sesenta con una fidelidad asombrosa. La ambientación, los vehículos, el vestuario y los escenarios están representados con un nivel de detalle que roza lo documental, ayudado por una paleta de colores cálida y elegante.

Morancho evita el estatismo a pesar del tono introspectivo del cómic. Cambia encuadres con frecuencia, introduce dinamismo en las secuencias de diálogo y dota a sus personajes de una expresividad sutil pero efectiva. Aunque las escenas de acción no son su fuerte, logra mantener la tensión narrativa con gran solvencia. Además, el volumen incluye un portfolio y un dosier documental que permiten apreciar el proceso creativo del dibujante, desde maquetas en 3D hasta referencias históricas que dotan de verosimilitud al conjunto.

Un thriller clásico con alma femenina

Lo más destacable de Sara Lone es su apuesta por una protagonista femenina que no responde a estereotipos fáciles. Sara no es una heroína al uso ni una femme fatale. Es una mujer marcada por su pasado, en constante lucha entre lo que desea ser y lo que el mundo le permite ser. Su evolución está narrada con aciertos y también con algunos tropiezos, pero nunca pierde fuerza ni carisma.

Conclusión

Sara Lone Integral es una novela gráfica ambiciosa, que mezcla el cómic negro clásico con la intriga histórica y el espionaje político. Si bien el guion de Arnoux peca a veces de forzar la narrativa y estirar algunas subtramas, el arte de Morancho eleva la obra a un nivel notable. El resultado es un thriller disfrutable, atmosférico y con una protagonista inolvidable.