Reseña de Saint Seiya The Lost Canvas – Hades Mythology vol. 1: el inicio de una épica tragedia celestial
Hablar de Saint Seiya: The Lost Canvas es volver a una de las sagas más celebradas del universo creado por Masami Kurumada, y el regreso de esta historia a las librerías españolas de la mano de Ivrea no podía ser más acertado. Esta edición en tomos dobles, publicada a partir de mayo de 2025, nos ofrece una nueva forma de disfrutar esta precuela directa del clásico Saint Seiya, ambientada 243 años antes de la historia de Seiya y los Caballeros del Zodiaco originales.
El primer tomo recopila los quince primeros capítulos del manga, lo que equivale a los volúmenes 1 y 2 de la edición japonesa, de un total de 25. Con guion y dibujo de Shiori Teshirogi, quien trabajó con la aprobación del propio Kurumada, esta obra se convierte en una reinvención visual y emocional del mito de los Santos de Atenea, dotándolo de una profundidad y sensibilidad dramática inéditas en el canon original.
Desde sus primeras páginas, The Lost Canvas presenta a tres huérfanos en un pueblo italiano: Tenma, impulsivo y valiente; Alone, dulce y talentoso pintor; y Sasha, amable y serena. Tres destinos entrelazados que se bifurcarán con violencia cuando los designios de los dioses caigan sobre ellos. Sasha es llevada al Santuario al revelarse que es la reencarnación de Atenea. Alone será escogido por Pandora como huésped de Hades, el dios del Inframundo. Y Tenma, tras conocer a Dohko de Libra, inicia su camino como Santo de Pegaso.
Lo que en otras obras sería el prólogo aquí se convierte en el detonante de una tragedia. El reencuentro entre Tenma y Sasha ya convertidos en caballeros se ve violentamente interrumpido por el ataque de Raimi de Worm, uno de los espectros de Hades. Aunque es derrotado por Shion de Aries, la amenaza está servida: el ejército del Inframundo ha despertado.
El gran acierto de este tomo radica en cómo entrelaza acción, épica y emoción sin perder nunca el foco en sus protagonistas. Cuando Alone acepta su papel como Hades tras ser manipulado por Hypnos y Thanatos, la Guerra Santa estalla. Desde ese momento, la narrativa toma un cariz más sombrío y adulto: soldados caen, pueblos enteros son arrasados, y antiguos aliados se ven convertidos en enemigos.
El clímax emocional llega cuando Tenma, ahora Santo de Pegaso, se reencuentra con su amigo Alone ya convertido en el dios Hades. El sacrificio y el dolor están en el corazón de este reencuentro que simula una tragedia clásica que recuerda al teatro griego tanto como al manga shōnen. Dohko, devastado por la muerte de su discípulo, estalla en furia, pero es detenido por Kagaho de Bennu, uno de los espectros más imponentes del ejército oscuro.
El guion mantiene un ritmo fluido que alterna introspección y batallas. Por su parte, el dibujo de Teshirogi resulta una verdadera revelación: líneas finas, expresividad emocional, y una puesta en escena que conjuga majestuosidad mitológica con sensibilidad dramática. Cada armadura reluce como una reliquia sagrada, y los rostros de los personajes transmiten el peso de sus decisiones.
A pesar del tono trágico, hay lugar para la esperanza. La trama paralela protagonizada por Yato de Unicornio y Yuzuriha de Grulla introduce una vía de rescate para Tenma, quien no está completamente muerto. Su viaje a Yomotsu Hirasaka, la frontera del mundo de los muertos, abre una nueva dimensión en la historia. Allí se enfrentan a Fedor de Mandrágora, añadiendo un nuevo obstáculo en esta cruzada de redención.
Este volumen también sienta las bases de temas que definirán el resto de la serie: el libre albedrío frente al destino, la carga del poder divino, la memoria del amor fraternal, y la voluntad de cambiar el curso de una tragedia predestinada. La figura de Alone/Hades representa esa pureza corrompida por el poder absoluto, mientras que Tenma es la encarnación del espíritu rebelde que se niega a dejarse arrastrar por la desesperanza.
Con 264 páginas en formato B6 y presentación en rústica con solapas, Ivrea nos entrega una edición cuidada, ideal tanto para veteranos que conocen la saga como para nuevos lectores. La publicación será bimestral y contará con 12 tomos dobles en total, lo que facilitará una lectura constante y completa.
Saint Seiya: The Lost Canvas es más que una precuela: es una epopeya con entidad propia. Esta nueva edición de Ivrea marca el inicio perfecto para redescubrir una de las sagas más queridas de la franquicia. Con una narrativa que conjuga acción y tragedia, y con un arte que brilla con luz propia, esta historia se alza como uno de los pilares imprescindibles del universo Saint Seiya.