Reseña de DC Finest. Batman: Año Uno y Dos – El nacimiento de una leyenda y su lucha por definirla - Panini Comics

Reseña de DC Finest. Batman: Año Uno y Dos – El nacimiento de una leyenda y su lucha por definirla - Panini Comics

La línea DC Finest de Panini llega con fuerza gracias a un volumen mastodóntico que ofrece una panorámica tan completa como contradictoria del Batman post-Crisis, mostrando sus momentos más brillantes y, también, sus más cuestionables deslices editoriales. El resultado es una recopilación caótica, fascinante y absolutamente imprescindible para cualquier lector serio del Hombre Murciélago. Su nombre: DC Finest. Batman: Año Uno y Dos 

Reseña de DC Finest. Batman: Año Uno y Dos – El nacimiento de una leyenda y su lucha por definirla - Panini Comics

Panini acierta de pleno al presentar este volumen en formato rústica con solapas y más de 600 páginas de papel offset poroso, que realza el color original sin saturarlo. A diferencia de ediciones en papel satinado, esta elección proporciona una lectura cómoda y un acabado visual más cercano al tono original de los cómics. Además, se incluye una introducción inédita que contextualiza la etapa, algo que se agradece para quienes no vivieron la transición post-Crisis en su momento.

DC Finest. Batman: Año Uno y Dos 
El tomo arranca con la publicación original de Batman #401 y Detective Comics #568, en los que todavía se perciben los ecos de la Edad de Plata. 
Villanos clásicos como el Joker, el Espantapájaros o el Sombrerero Loco aparecen en aventuras autoconclusivas llenas de colorido, moral sencilla y giros predecibles. Sin embargo, justo en el centro de esta amalgama, Batman: Año Uno irrumpe como un meteorito.

Frank Miller y David Mazzucchelli redefinen el origen del personaje con un enfoque realista, crudo y psicológico que sigue marcando la pauta casi cuarenta años después. Gotham se convierte en un infierno urbano gobernado por la corrupción, y Bruce Wayne en un justiciero impulsado por la necesidad de sentido. El color original y el papel poroso de esta edición respetan la atmósfera opresiva que Mazzucchelli construyó a cada viñeta.
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Reseña de DC Finest. Batman: Año Uno y Dos – El nacimiento de una leyenda y su lucha por definirla - Panini ComicsTras ese momento cumbre, la recopilación vuelve a dar tumbos entre estilos. Las historias guionizadas por Max Allan Collins y dibujadas por artistas como Dave Cockrum o Don Heck presentan un Batman a medio camino entre el justiciero urbano y el detective, donde los villanos se convierten en caricaturas con tramas algo trilladas.

Aun así, aquí encontramos momentos valiosos, como el nuevo origen de Jason Todd, mucho más coherente y emocional que su primera aparición, o relatos como “Pájaro enamorado”, con un Pingüino clasicista y una de las joyas escondidas del volumen: "Arcilla Mortal", una historia corta escrita por Alan Moore que, para muchos, supera incluso a The Killing Joke.

Mike W. Barr se encarga de escribir "Batman: Año Dos", con un resultado divisivo. La premisa es atractiva: un nuevo vigilante, el Reaper, más violento y letal que Batman, lo obliga a replantearse sus propios límites. El dibujo comienza con Alan Davis, pero es Todd McFarlane quien termina la historia, generando un salto visual abrupto.

Aunque la historia no alcanza la densidad ni la calidad de Año Uno, plantea temas interesantes sobre la justicia, la moral y el origen del trauma de Bruce Wayne, especialmente con la reaparición de Joe Chill, el asesino de sus padres.

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Una de las grandes sorpresas del tomo es la recuperación de la etapa de Mike W. Barr y Alan Davis en Detective Comics. Estas historias, que en su momento pasaron más desapercibidas, destacan por su tono más ligero, su sentido del humor y su brillante narrativa visual. Aquí, Batman se enfrenta a villanos como el Joker o el Sombrerero con una ejecución estilística moderna, elegante y sumamente disfrutable. Alan Davis brilla especialmente, dejando claro que su paso por Gotham merece mucha más atención.

DC Finest. Batman: Año Uno y Dos es un reflejo de cómo DC buscaba redefinir a su héroe más icónico tras Crisis en Tierras Infinitas, oscilando entre la modernidad de Miller y la nostalgia de Barr, entre la brutalidad de McFarlane y la elegancia de Davis. El resultado es un retrato caleidoscópico de Batman en el momento en que se convirtió en el símbolo oscuro y trágico que hoy todos reconocemos.