Zoe Thorogood, una de las voces más prometedoras de la novela gráfica contemporánea, se atreve en Hack/Slash: Vuelta al cole a reinterpretar desde sus cimientos la historia de Cassie Hack, protagonista de la saga original creada por Tim Seeley. El resultado es una obra visceral, introspectiva y absolutamente disfrutable que combina terror slasher, humor negro y un componente emocional que sorprende por su madurez y sensibilidad.
Publicado por Norma Editorial en una edición rústica con solapas de 120 páginas, este volumen recopila la miniserie completa publicada en Estados Unidos bajo el título Back to School, ofreciendo una mirada fresca al pasado de Cassie, justo después de enfrentarse a su madre convertida en slasher y antes de convertirse en la caza-monstruos que ya conocemos. Lo que podría haber sido un mero relato de transición, Thorogood lo convierte en una historia de iniciación donde trauma, crecimiento, identidad y amistad confluyen en una narrativa fluida y estilizada.
Cassie llega a la escuela para cazadoras de slashers dirigida por la misteriosa Darla Ritz, una suerte de Hogwarts sangriento donde ni la disciplina ni los ejercicios de supervivencia resultan opcionales. Allí conoce a Mabel, Boo y Sam, tres compañeras con personalidades tan marcadas como entrañables que enseguida la arrastran a una red de complicidades, primeras atracciones y una forma de aprendizaje que mezcla entrenamiento militar, exorcismo emocional y pura supervivencia.
Uno de los grandes aciertos del cómic es la forma en que Thorogood plasma el dolor, la alienación y el deseo de pertenecer sin caer en lugares comunes ni forzar el drama. Cassie no es una heroína hecha y derecha; es una adolescente marcada por el abandono, la violencia y la culpa, que intenta construirse a sí misma con las pocas herramientas que le quedan. En este sentido, Vuelta al cole logra que nos importe su historia, incluso conociendo su futuro.
Visualmente, el trabajo de Zoe Thorogood es una verdadera delicia. Su estilo fluido, expresivo y lleno de referencias al manga, el videojuego y el cómic indie norteamericano, dota a la historia de una energía inestable, vibrante. La composición de página, los saltos de estilo, las escenas caóticas o introspectivas se suceden con naturalidad, dotando a la obra de un ritmo único que hace imposible soltar el libro. La narración está presentada como el diario de Cassie, con notas manuscritas y comentarios al margen que añaden profundidad emocional sin romper la acción.
También hay espacio para los fans del horror más clásico: monstruos dignos de Junji Ito, referencias a Five Nights at Freddy’s, criaturas que podrían haber salido de Silent Hill y una gran variedad de escenas gore, sangrientas y grotescas que conviven con momentos de una ternura inesperada. Todo ello coloreado por Sarah Mitrache, quien alterna tonos pálidos con explosiones de color neón, según exija el tono emocional de la escena.
Si bien hay momentos que podrían haber profundizado más en los personajes secundarios o expandido el lore de la "Hunter Academy", Hack/Slash: Vuelta al cole funciona perfectamente como novela gráfica independiente. No necesitas haber leído los volúmenes originales para disfrutarla, pero si ya eres fan de Cassie Hack, esta obra aportará nuevas capas de significado a su viaje personal.
Concluye en tono trágico, como corresponde a una historia de cazadoras adolescentes marcadas por la muerte, pero también con un eco de esperanza: la posibilidad de elegir qué hacer con tu dolor. Thorogood, fiel a su estilo, transforma el terror en una herramienta de exploración personal sin renunciar al humor ni a la acción.
Hack/Slash: Vuelta al cole es un cómic valiente, entretenido y emocionalmente potente, que aúna géneros con una naturalidad envidiable. Un spin-off que destaca por méritos propios y que consolida a Zoe Thorogood como una autora imprescindible en el panorama actual del cómic.