Capitán América: El ascenso de Hydra – Sam Wilson se enfrenta al legado en esta historia clave de Marvel
Reseña de Marvel Must-Have. Capitán América: El ascenso de Hydra – Sam Wilson levanta el escudo en tiempos oscuros
El escudo cambia de manos, pero la lucha por la libertad continúa. En el volumen 99 de la colección Marvel Must-Have, Panini Cómics recupera una de las etapas más relevantes del Capitán América contemporáneo: El ascenso de Hydra, una miniserie recopilada en un único tomo de 152 páginas que presenta los números 1 a 6 de All-New Captain America, con Rick Remender al guion y Stuart Immonen a los lápices.
Esta historia marca un punto de inflexión no solo para el legado de Steve Rogers, sino para toda la simbología del Capitán América. Porque aquí el escudo ya no está en manos del habitual centinela de la libertad, sino de Sam Wilson, el antiguo Halcón, que asume el peso de representar los ideales de un país dividido y una amenaza que, como siempre, acecha desde dentro: Hydra.
Una nueva era, una nueva amenaza
Tras los eventos de Dimension Z y la pérdida del suero del supersoldado, Steve Rogers ha envejecido y ya no puede seguir luchando como Capitán América. Es entonces cuando pasa el escudo a su aliado de confianza, Sam Wilson, quien se convierte en el nuevo símbolo de justicia con una mezcla de emoción, responsabilidad y conflicto interno.
El arco argumental de El ascenso de Hydra se centra en la infiltración silenciosa y progresiva de Hydra en todos los niveles de la sociedad moderna, una estrategia mucho más efectiva que cualquier plan de conquista militar. Esta versión de Hydra, dirigida por Barón Zemo, Batroc, Cráneo Rojo y otros clásicos enemigos del Capi, está diseñada para atacar desde el interior del sistema, y eso la convierte en una amenaza mucho más inquietante y actual.
Remender explora aquí la tensión entre el idealismo del legado del Capitán América y la crudeza del mundo real, enfrentando a Sam a decisiones morales complicadas, donde la acción heroica debe ir acompañada de pensamiento crítico. Wilson no solo pelea en el campo de batalla, también tiene que enfrentarse a un sistema que lo cuestiona, una opinión pública polarizada y un legado demasiado pesado.
Sam Wilson: más que un reemplazo
Lo que hace que esta obra destaque por encima de otras historias de reemplazo de legado es que Sam no es una copia de Steve Rogers. No intenta imitar su estilo, ni asumir su mentalidad. Sam tiene una personalidad política, una visión social distinta y una actitud más directa, que lo confronta tanto con Hydra como con sus propios aliados.
Además, Remender se permite profundizar en la relación entre Sam y Ian Rogers, ahora convertido en el nuevo Nómada. Juntos representan dos caras de la lucha por la libertad: Sam desde el frente visible como símbolo público, e Ian desde las sombras como agente encubierto. Esta dinámica aporta emoción, tensión y relevancia política a la narrativa.
Stuart Immonen al máximo nivel
El arte de Stuart Immonen es, simplemente, espectacular. Conocido por su versatilidad, en este arco demuestra una vez más por qué es uno de los dibujantes más valorados de Marvel. Su trazo limpio, dinámico y detallado se adapta a la perfección tanto a las secuencias de acción como a los momentos más dramáticos e íntimos.
Desde batallas aéreas hasta infiltraciones secretas, Immonen brinda coreografías de combate fluido, un uso inteligente de la narrativa visual y un diseño de personajes fresco, destacando especialmente en el rediseño del uniforme de Sam como Capitán América, que incorpora alas, el escudo y una paleta de colores vibrante.
Los colores intensos, los contrastes de sombra y los fondos detallados refuerzan la atmósfera de tensión constante que domina todo el volumen. Visualmente, El ascenso de Hydra es un cómic que impacta desde la primera página hasta la última.
Reflexión política en clave superheroica
Uno de los grandes aciertos del guion de Remender es su capacidad para utilizar la narrativa superheroica como una herramienta para hablar de política contemporánea. Hydra, más que una organización terrorista tradicional, representa aquí la manipulación informativa, la radicalización silenciosa y el miedo disfrazado de orden.
Sam, en su rol como Capitán América, debe navegar por un mundo que no lo acepta plenamente como símbolo nacional, enfrentando incluso el racismo, la desconfianza y la propaganda. Es un enfoque potente, realista y muy bien integrado en la acción.
Conclusión: una saga vital para entender al nuevo Capitán América
Marvel Must-Have. Capitán América: El ascenso de Hydra es una obra imprescindible para los fans del personaje y para cualquier lector interesado en las nuevas representaciones del heroísmo moderno. Es un relato lleno de acción, tensión moral y reflexión social, sostenido por un equipo creativo de primer nivel.
Sam Wilson no sustituye a Steve Rogers: lo honra, lo reinterpreta y lo actualiza. Y esta historia, lejos de ser una simple transición, es una declaración de intenciones sobre el futuro del Capitán América… y sobre el tipo de héroe que el mundo necesita hoy.