Uno de los últimos lanzamientos de marzo por parte de la editorial Ivrea fue el esperado tomo 11 del manga Mieruko-chan: Slice of Horror, la obra de terror y comedia creada por Tomoki Izumi y que nos lleva a los lugares más normales con las criaturas más aterradoras, acompañando en todo momento a su pobre protagonista, Mieruko.
Nuevamente, la editorial nos presenta este manga con el mismo formato que el original Japonés, es decir, en rústica con sobrecubiertas extraíbles y tamaño de B6 (12,8 x 1 x 18 cm). En su interior encontramos aproximadamente unas 200 páginas que recopilan los capítulos del número 56 al 60. Para aquellos que se quieran hacer con este nuevo tomo, está a la venta en librerías, tiendas de cómics y a través de la web de la editorial por 8.50€.
Miko sigue con un día a día, no siempre muy normal, debido a sus intentos repetidos y habituales de ignorar a todos los monstruos que solamente ella puede ver. Una tarea nada agradecida y muy agotadora, sobre todo cuando se ponen en su camino y en el de su hermano.
Por eso, cuando llegan las vacaciones de invierno y cree que puede volver a relajarse un poco, la cosa se tensa todavía más al empezar a salir con su nueva amiga Michiru, a la que ve como un monstruo más y que gracias a su buena suerte, es capaz de lidiar, sin que ni ella misma lo sepa, con algunos de los monstruos que acechan a nuestra protagonista.
Sin embargo, tras enfrentarse al incidente del hombre de la foto, ese que parece perseguirla desde hace mucho tiempo y que hasta Rom evita a toda costa, dejándole altamente debilitado, solamente puede recurrir a cierta persona para lidiar con ello.
Ahora bien, este señor pese a verse amable y dulce, no tiene una forma de trabajar precisamente amigable, y no dudará en deshacerse de todo aquel espíritu que encuentre, ya sea bueno, malo, inocente o perturbador.
Entra en acción un nuevo personaje a la dinámica de este manga, ahora con un señor mayor, que de dulce y amable da miedo. Y no es de extrañar porque lo que él solamente escucha como susurros, son realmente unas criaturas aterradoras. ¿Será entonces habitual que a partir de ahora encontremos más simbiosis entre humanos/monstruos, como pasó con Michiru?
Por ahora no podemos asegurarlo a ciencia cierta, pero desde luego es un concepto de lo más interesante, ya que lejos de ser un enemigo para nuestros protagonistas, se acerca más a un justiciero radical con unos métodos poco ortodoxos. Desde luego un añadido muy interesante a la historia y que ya tenemos ganas de ver como se desarrolla.
Artísticamente hablando, volvemos a encontrar monstruos terroríficos, repitiendo escena algunos de ellos, como el del metro con la guadaña, o el que acompaña a Mieruko en su casa. Además, como son las vacaciones de invierno, tenemos la oportunidad de encontrar a nuestra protagonista y a sus amigas vistiendo ropa de calle. Algo que nos encanta.
Así pues, aunque sabemos que todavía tardaremos un tiempo en conseguir otro tomo de Mieruko, ya que apenas vamos unos capítulos por detrás de la publicación Japonesa, nos quedamos con las ganas de seguir leyendo esta emocionante trama.