El regreso de Nana al catálogo español era uno de los anuncios más esperados por los fans del manga clásico y del género josei, y por fin es una realidad gracias a Planeta Cómic. Ai Yazawa comenzó la publicación de Nana en el año 2000 en la revista Cookie de Shueisha, y aunque la obra permanece en pausa indefinida desde 2009 por motivos de salud de la autora, sus 21 volúmenes recopilatorios han bastado para que la serie se mantenga como una de las más queridas y emblemáticas del manga para adultos jóvenes.
Esta nueva edición, presentada durante el 30 Manga Barcelona, recupera la mítica obra de Ai Yazawa en un formato inédito a nivel mundial: una edición kanzenban 3 en 1, en gran tamaño A5 (14,8 x 21 cm), con más de 550 páginas, incluyendo las páginas a color originales, y traducida tanto al castellano como al catalán. Un verdadero regalo para los seguidores de este título icónico que marcó a toda una generación.
Este primer volumen recopila los tres primeros tomos de la obra, presentándonos a sus dos protagonistas: Nana Ōsaki y Nana Komatsu. Ambas mujeres tienen el mismo nombre, pero poco más en común. Sus caminos se cruzan por casualidad durante un viaje en tren rumbo a Tokio, y lo que comienza como una coincidencia termina convirtiéndose en una convivencia que cambiará sus vidas para siempre.
Nana Ōsaki es una joven fuerte, decidida y con un pasado complicado. Exvocalista de una banda punk, su único objetivo es lograr el éxito con su grupo Black Stones, alejándose de la sombra de su exnovio Ren, quien ahora toca para la popular banda Trapnest. La decisión de no seguirlo a Tokio y elegir su independencia artística antes que una relación subordinada es uno de los primeros grandes gestos que definen su personalidad: poderosa, ambiciosa y radicalmente libre.
Por otro lado, Nana Komatsu, pronto apodada cariñosamente “Hachi”, es todo lo contrario: una chica ingenua, dependiente y emocionalmente frágil. Su impulso de seguir a su amiga Junko y a su novio Shōji a Tokio nace más del miedo a estar sola que de un verdadero deseo de independencia. A lo largo del volumen, vemos cómo sus decisiones están marcadas por su necesidad constante de afecto y validación, lo que la lleva a relaciones poco saludables y momentos de frustración.
Un manga sobre el amor, la amistad… y crecer
Lo que hace de Nana una obra tan especial es su capacidad para abordar temas profundamente humanos desde una perspectiva emocionalmente honesta. Ai Yazawa retrata el amor, el desamor, la amistad, la ambición y la soledad con una madurez inusual, alejándose de los clichés del romance juvenil y apostando por una narrativa más introspectiva y realista. El contraste entre las dos protagonistas permite explorar los matices de lo que significa ser mujer joven en la gran ciudad, perseguir sueños, cometer errores y aprender —a veces, a la fuerza— a valerse por una misma.
La relación entre las dos Nanas es el corazón de la historia. Aunque al principio parecen polos opuestos, su convivencia les permite crecer y apoyarse mutuamente. Yazawa construye una dinámica emocional compleja, en la que la admiración, los celos, la dependencia y el cariño genuino se entremezclan. Este primer volumen sienta las bases de esa conexión tan especial, que será el eje de toda la serie.
Una edición impecable para una obra irrepetible
Las páginas a color restauradas son un auténtico tesoro, y los materiales utilizados para la impresión y encuadernado aportan una sensación de lujo sin perder la esencia original de la obra. En una era donde muchas reediciones se limitan a reunir tomos sin extras, esta edición de Nana destaca por su mimo y respeto hacia el legado de Ai Yazawa.
Nana es una obra imprescindible, no solo dentro del manga josei, sino en el panorama general del manga contemporáneo. Para los fans de siempre, es una oportunidad de coleccionar la obra con el tratamiento que merece. Para quienes aún no la conocen, esta es sin duda la mejor forma de comenzar un viaje que emociona, duele y permanece en la memoria mucho después de pasar la última página.