Reseña de Kill Blue vol. 4 – Nuevos asesinos, ramen y surf en el instituto más letal

 Reseña de Kill Blue, de Tadatoshi Fujimaki - Ivrea

Editorial Ivrea lanzaba en España recientemente el tomo 4 de la nueva serie de Tadatoshi Fujimaki, autor de Kuroko No Basket, que esta vez decide abordar un tema que está muy, muy de moda en el shônen actual: la mezcla de los asesinos a sueldo y la comedia.

Portada del manga Kill Blue vol. 4 publicado por Ivrea, obra de Tadatoshi Fujimaki.

La serie se publica en la revista Shonen Jump y cuenta hasta la fecha con 9 tomos recopilatorios en Japón.

Ivrea publica la serie en España de forma bimestral en formato tankoubon, un rústica con sobrecubierta que es un clon de la edición japonesa.

Reseña de Kill Blue, de Tadatoshi Fujimaki - Ivrea

"Kill Blue" es un manga que combina humor, acción y slice of life de instituto de una manera sorprendente y entretenida. La historia nos presenta a Juzo Ogami, un hombre de 39 años que trabaja como uno de los mejores asesinos a sueldo para el sindicato de asesinos Z.O.O. Durante una misión para eliminar a delincuentes que trabajan para la empresa de manipulación genética Mitsuoka Pharmaceuticals, Ogami recibe la picadura de una avispa que altera su ADN, haciendo que su cuerpo retroceda a la edad de 12 años, al más puro estilo "Detective Conan", algo bastante irónico ya que Ogami es un sicario divorciado y con una hija de la misma edad.

Mientras su exesposa, quien también trabaja en la misma organización en el departamento científico, intenta encontrar una cura para su condición, el jefe de Z.O.O. le asigna a Ogami una nueva misión: asistir a un instituto de secundaria para verificar si es un lugar seguro para la hija del jefe. Aunque Ogami no tiene una educación formal, pronto descubre que le encanta aprender y se vuelve adicto a los estudios. Sin embargo, su aspecto de niño y su inexperiencia en tratar con adolescentes lo meten en una serie de situaciones complicadas, donde se encuentra marginado y enfrentando el acoso escolar sin poder defenderse, ya que revelar su verdadera identidad podría arruinar su tapadera

La única pista que podría llevar a Ogami a una cura está relacionada con Noren Mitsuoka, la heredera de Mitsuoka Pharmaceuticals, la empresa responsable de su transformación. Al principio, acercarse a Noren parece imposible debido a que todos los chicos del instituto le tiran los tejos y ella tiene una aversión hacia los hombres. Sin embargo, Ogami y Noren inician una relación de interés mutuo en la que deben fingir ser pareja, lo que añade una capa adicional de humor y tensión a la historia.

Reseña de Kill Blue vol. 4 de Tadatoshi Fujimaki – Ivrea

Con su cuarto volumen, Kill Blue reafirma su identidad como uno de los mangas más originales y refrescantes que actualmente se publican. La serie de Tadatoshi Fujimaki, conocido por Kuroko no Basket, combina acción, comedia y vida escolar con una ligereza y descaro que no deja de sorprender. En este nuevo tomo, las piezas se siguen moviendo en torno al peculiar Juzo Ogami, el sicario cuarentón atrapado en el cuerpo de un adolescente, mientras el caos, las risas y los duelos imposibles se adueñan del instituto.

Páginas del manga Kill Blue vol. 4 publicado por Ivrea, obra de Tadatoshi Fujimaki.Páginas del manga Kill Blue vol. 4 publicado por Ivrea, obra de Tadatoshi Fujimaki.

Más asesinos en el aula: caos asegurado

Si ya resultaba extravagante que un asesino profesional como Juzo se viera obligado a asistir a clase, ahora el instituto recibe a tres nuevos compañeros de armas letales: los hermanos Kazuma y Eiji Rindo, así como Shin Kozahame, todos miembros de la organización JARDIN. Con esta incorporación, la historia intensifica su tono paródico al máximo, convirtiendo un entorno escolar en un campo minado de tensión... y gags.

Esta acumulación de sicarios bajo un mismo techo no hace más que complicar la ya de por sí precaria tranquilidad de Ogami, quien solo desea cumplir su misión y, en lo posible, encontrar una cura para su situación. La interacción entre estos nuevos personajes aporta un dinamismo brutal al conjunto, combinando rivalidades profesionales, antiguas rencillas y desconfianza encubierta bajo una fachada de rutina estudiantil.

Competición de ramen: del crimen al caldo perfecto

Uno de los arcos más divertidos del volumen gira en torno a una peculiar competición organizada por el club de tareas domésticas: un duelo culinario de ramen. Esta absurda, pero entrañable propuesta, sirve como excusa para desarrollar al carismático Noten Mitsuoka, cuyo sueño es abrir su propio local de ramen. Su entusiasmo desmedido por el mundo de los fideos se ve enfrentado al talento inesperado de Shin, dando pie a una “batalla” repleta de excesos, técnicas locas y humor absurdo marca de la casa.

Este tipo de episodios son el alma de Kill Blue, donde lo absurdo convive sin problema con el desarrollo de personajes. A través del duelo gastronómico, no solo se ahonda en las motivaciones de Noten, sino que se refuerza la identidad coral del manga y se recuerda constantemente al lector que, más allá del trasfondo criminal, este es un relato que también se divierte con lo cotidiano.

Páginas del manga Kill Blue vol. 4 publicado por Ivrea, obra de Tadatoshi Fujimaki.Páginas del manga Kill Blue vol. 4 publicado por Ivrea, obra de Tadatoshi Fujimaki.

Mai Otohime: surf, celos y alter egos imposibles

La segunda gran novedad del volumen es la irrupción de Mai Otohime, uno de los personajes más surrealistas hasta la fecha. Se trata de una joven carismática, voluptuosa y atlética, genio de los deportes acuáticos, cuya confianza arrolladora esconde un detalle crucial: tiene un alter ego completamente opuesto, tímido, torpe e inocente, que no solo cambia su carácter, sino también su apariencia física. Este doble juego de identidades da lugar a momentos hilarantes y desconcertantes a partes iguales, especialmente cuando Mai se obsesiona con conquistar a Ogami.

El conflicto entre Otohime y Noren, alimentado por los celos y el interés romántico de la primera, desemboca en un insólito duelo de surf, que mezcla acción, fanservice y ridiculez en dosis perfectamente calculadas. Por supuesto, Ogami permanece completamente indiferente a los encantos de las colegialas, actuando como el cuarentón que en realidad es, lo que da pie a algunos de los momentos más irónicos y divertidos del volumen.

Narrativa ágil, personajes que crecen y arte en forma

Fujimaki mantiene su estilo visual sólido y expresivo, logrando que incluso los episodios más absurdos luzcan espectaculares. Las escenas de acción —como el duelo de surf o los momentos de tensión entre asesinos— están ejecutadas con fluidez y buen ritmo, mientras que los momentos cotidianos brillan gracias a los gestos exagerados y expresiones faciales hilarantes.

En términos de narrativa, el autor demuestra un excelente dominio del ritmo: cada capítulo avanza la historia, ofrece desarrollo de personajes y, al mismo tiempo, mantiene un tono ligero que nunca cae en el tedio. La mezcla entre vida escolar y mundo del crimen se mantiene fresca gracias a las nuevas incorporaciones, los gags bien ejecutados y los momentos de introspección ocasional del protagonista.

Páginas del manga Kill Blue vol. 4 publicado por Ivrea, obra de Tadatoshi Fujimaki.Páginas del manga Kill Blue vol. 4 publicado por Ivrea, obra de Tadatoshi Fujimaki.

Conclusión

El volumen 4 de Kill Blue consolida la serie como una de las comedias de acción más peculiares del panorama actual. Con su mezcla única de sicarios camuflados, competiciones disparatadas y enredos románticos imposibles, el manga de Fujimaki no solo entretiene, sino que sigue ampliando su universo con personajes cada vez más extravagantes y adorables. Ogami, atrapado entre deberes escolares, chicas que lo persiguen y compañeros que podrían matarlo en cualquier momento, continúa siendo un protagonista brillante, cínico y entrañable.

Kill Blue no pierde el ritmo, y con cada nuevo volumen, nos deja con ganas de ver qué locura vendrá después. Y viendo cómo avanza la trama, seguro que no tardará mucho en llegar.