Estamos en el período Edo... Hanbee y Masakichi mueren ahogados en el río y, cuando despiertan, se dan cuenta de que han sido trasladados a un extraño templo antiguo. En el centro del pabellón principal reposa una esfera negra de origen desconocido. Haciendo caso omiso del desconcierto de Hanbee y los demás, la bola les indica que deben “derrotar a Musashi Miyamoto”... ¡¡Así empieza esta nueva obra del universo GANTZ!!
Hoy os traemos la reseña delos tomos 6 y 7 de "Gantz:E", secuela de la serie original publicada en España de la mano de la Panini Cómic que nos sumerge en un escenario histórico poco común para el universo de "Gantz": el período Edo en Japón. Este cambio de ambiente proporciona una fresca reinterpretación de la conocida fórmula de "Gantz", donde la acción, la violencia y la ciencia ficción se entremezclan con un toque de erotismo y una juguetona demencia. Este nuevo manga, escrito por Hiroya Oku y ilustrado por Jin Kagetsu, ofrece una mirada intrigante a un mundo donde lo sobrenatural y lo histórico colisionan de una manera única.
El manga de Gantz fue todo un fenómeno en su momento, y Panini lo recuperó en su totalidad en 18 tomos formato Maximum, además de publicar el spin-off titulado Gantz:G (serie cerrada con 3 tomos), con un reparto de protagonistas femeninas.
Este nuevo spin-off Gantz:E dio inicio en el año 2000 y de momento cuenta con seis tomos recopilatorios y sigue abierto.
Siguiendo el formato de la edición del Gantz original, Panini Cómic nos ofrece un tankoubon muy similar al japonés, un rústica con sobrecubierta de 13x18.3 cm. en cuyo interior encontramos unas 200 páginas en blanco y negro.
Gantz:E
La publicación de los volúmenes 6 y 7 de Gantz:E por parte de Panini Manga nos sumerge en una nueva etapa de la historia, marcada por la resaca emocional tras la brutal batalla contra Senju Kannon y un enfoque cada vez más introspectivo, sin abandonar por ello la acción ni la tensión propias de esta reinterpretación del universo Gantz ambientada en el período Edo. Con guion de Jin Kagetsu y supervisión de Hiroya Oku, esta serie continúa desafiando los límites del survival horror con una estética cuidada y una narrativa que alterna crudeza y misterio con un inquietante toque sobrenatural.
Un combate que deja huella
El volumen 6 arranca con la conclusión del enfrentamiento contra Senju Kannon, una entidad que ha demostrado ser más que un simple enemigo físico. El grupo liderado por Hanbee, tras un despliegue de estrategia, desesperación y coraje, logra derrotarla, pero el precio es alto. La victoria tiene un sabor amargo: no todos sobreviven, y los que lo hacen arrastran secuelas emocionales y físicas. La crudeza con la que se representan las muertes y la devastación física refuerza una constante en la serie: en Gantz, ganar nunca significa salir indemne.
El regreso a la sala de Gantz, con la habitual entrega de puntos tras cada misión, introduce un inesperado giro que ofrece tanto sorpresas como pequeñas recompensas para los jugadores. Esta pausa momentánea en la acción permite un respiro, pero también actúa como catalizador de nuevas tensiones. La aparición de ciertos cambios en la puntuación y la mecánica de la esfera negra insinúa que el sistema Gantz aún guarda secretos por revelar.
La amenaza persiste desde dentro
El volumen 7, por su parte, adopta un tono más introspectivo, explorando las consecuencias del combate y la perturbadora revelación de que la identidad de Senju Kannon ahora reside dentro del cuerpo de Sutezô. Este giro abre la puerta a un tipo distinto de amenaza: ya no solo se trata de monstruos a abatir, sino de enemigos alojados en los propios aliados. Esta dualidad eleva la tensión narrativa al presentar un nuevo tipo de horror, más psicológico y paranoico, que va más allá de la violencia explícita a la que nos tiene acostumbrados la franquicia.
Paralelamente, la historia ahonda en el conflicto latente entre Masakichi y la princesa Yukihime. La revelación de que el padre de ella fue el responsable del asesinato de los padres de él desata una ruptura emocional que promete consecuencias duraderas. Este conflicto no solo pone a prueba los lazos dentro del grupo, sino que también introduce una dimensión política y dramática que enriquece la trama general.
Un regreso inevitable a la pesadilla
A pesar de los conflictos personales y la aparente calma, los protagonistas son arrastrados nuevamente a otra misión. Aquí, el ritmo vuelve a acelerarse y las apuestas suben de nuevo. Las nuevas criaturas, aún sin ser reveladas del todo, prometen retos igual de o más letales que Senju Kannon, y la duda sobre quién volverá con vida vuelve a instalarse con fuerza entre los lectores.
La narrativa mantiene su equilibrio entre el desarrollo emocional de los personajes y la acción visceral. Hanbee, cada vez más consolidado como figura central, lidera al grupo con creciente determinación, aunque las sombras del trauma empiezan a hacerse evidentes. La incorporación de elementos sobrenaturales más explícitos, como la posesión de Sutezô, empuja la serie a una nueva fase en la que lo espiritual y lo físico se entrelazan.
Arte que potencia el impacto
Visualmente, Gantz:E continúa siendo un espectáculo impactante. La maestría en el diseño de personajes y escenarios, sumada al uso dramático del claroscuro y las expresiones faciales intensas, logran transmitir tanto la brutalidad de las batallas como el peso emocional de sus consecuencias. Las viñetas respiran tensión incluso en los momentos de calma, recordándonos que en este mundo nadie está realmente a salvo.
Las escenas de acción en estos tomos, especialmente durante la batalla final contra Kannon y el retorno a la vida cotidiana, están ejecutadas con una fluidez y dinamismo que mantienen la adrenalina alta sin sacrificar claridad narrativa. La edición de Panini, en su formato Maximum de 13x18.3 cm y 208 páginas por volumen, asegura una experiencia de lectura cómoda y fiel al original japonés.
Conclusión
Con los volúmenes 6 y 7, Gantz:E entra en una fase de madurez narrativa. Las consecuencias de los combates pasados, las nuevas tensiones internas y la constante amenaza de futuras misiones elevan el interés de la historia y consolidan su tono oscuro y existencialista. La obra no solo brilla por su acción trepidante y sus impactantes diseños, sino por su capacidad de explorar la humanidad —o la pérdida de ella— en un contexto de violencia extrema.
Los seguidores de Gantz encontrarán en esta saga una digna heredera del espíritu original, mientras que los nuevos lectores descubrirán una mezcla adictiva de horror, drama y ciencia ficción histórica. La pregunta ya no es solo quién sobrevivirá, sino cuánto puede resistir una persona antes de romperse del todo.