El sello Distrito Manga sigue apostando fuerte por sus mangas de cabecera y una de sus últimas publicaciones ha sido el esperado nuevo número de la edición Kanzenban de Beck. Obra de Harold Sakuishi que ya cuenta con 12 tomos en el mercado español en esta nueva edición de tomos dobles.
Una vez más, estamos ante un tomo en edición kanzenban con formato en rústica con tapas blandas y sobrecubiertas extraíbles que tiene un tamaño de 151mm x 209mm. En su interior podremos encontrar aproximadamente 400 páginas en blanco y negro compuestas por los tomos del manga como tal, una serie de extras al final de cada tomo y las dos primeras páginas a color. Para quienes quieran hacerse con esta mítica serie de música, la tienen a la venta por 17,95€ el número.
Beck Vol 12
Tras la publicación de elogiosas reseñas en revistas internacionales, BECK se prepara para un concierto en solitario en el Marquee, acompañados no solamente de sus amigos, sino también de los compañeros de la discográfica y de su incansable manager.
Además justo antes de la actuación, proyectan el vídeo de la banda dirigido por Jim Walsh ¡y es todo un éxito!
Pero, aunque tienen el apoyo de los fans y la prensa, también tendrán que enfrentarse a una gran productora que hará lo posible para enemistar a los miembros de BECK si la banda no acepta sus propuestas.
Y es que Ran es un hueso duro de roer e intentará hacer caer a Kyoyuki y con él a toda la banda.
Y la verdad, casi lo consigue, porque aunque el resto del grupo apoya a Kioyuki, Chiba acaba muy dolido y empieza a distanciarse de todos. Con esa mentalidad y el coraje que le caracteriza decide participar en una importante batalla de freestyle, pero no por la razón que se podría llegar a pensar.
Lo rastrero que puede ser el mundo de la música no tiene nombre. Desde extorsionar hasta embadurnar de dinero a cualquiera que se ponga delante. Eso es algo que todos teníamos en mente, pero en este tomo nos demuestran la forma en la que una gran productora lo hace, y es de lo más denigrante posible. Se nota que para estos artistas y productoras se mueven en otras esferas de la sociedad.
Por suerte, Beck sigue siendo fiel a sí mismo y nos recuerda que Kioyuki no es alguien a quien poder extorsionar o que vaya a vender a sus amigos, y ellos también lo saben; aunque a Chiba le pueda costar admitirlo un poco más que al resto.
En cuanto al apartado artístico, encontramos el mismo estilo de siempre, pero incluyendo un poco de drama, el justo con Chiba y sus problemas de autoestima, y un tanto más cuando aparece Ran en las viñetas, ya que no hay momento en el que no destruya algo que tenga a mano. Un buen manga que sigue adelante y que pese a la simplicidad de su dibujo, es espectacular.
Con esto, cada vez estamos más cerca del final de esta obra, y ya tenemos muchas ganas de ver como sortean estos protagonistas el problema de tener una de las grandes discográficas en su contra. Desde luego no es nada fácil, pero seguro que ellos podrán llegar más allá.