Recientemente Panini Manga lanzaba el tomo 13 de Ragna Crimson de Daiki Kobayashi, una obra llena de fantasía oscura y acción que no para de sorprendernos gratamente. Ahora, tras una larga pausa en su publicación, regresa con su segunda parte tras terminar la batalla contra El Clan de los Alados, y profundizando en un nuevo arco argumental en el que conoceremos al resto de clanes
Panini Comics nos ofrece la colección en formato tankoubon rústica con sobrecubierta de 130x180 mm, encontrándose en su interior un total de 194 páginas en blanco y negro con algunas a color.
Ragna Crimson vol. 13 – Nuevos pactos, combates desgarradores y un mundo al borde del abismo
El volumen 13 de Ragna Crimson, publicado por Panini Manga, continúa ampliando el oscuro y fascinante universo creado por Daiki Kobayashi con un desarrollo argumental que mezcla acción desbordante, conflictos internos y tensiones crecientes entre humanos y dragones. Lejos de limitarse a ser un manga de lucha más, esta entrega vuelve a demostrar por qué Ragna Crimson es una de las propuestas más intensas del manga de fantasía oscura contemporáneo.
Una alianza incómoda y un pasado que vuelve
Tras los acontecimientos del volumen anterior, Ragna acepta convertirse en un Guía Exterminador de la Secta del Sol, una decisión que no está exenta de implicaciones. Su motivación es clara: acercarse cada vez más a su objetivo final, el aniquilamiento total de los dragones. Pero lo que parece una elección estratégica abre una nueva etapa marcada por la tensión, ya que su ascenso en la Secta está condicionado a convertirse, algún día, en su líder.
Uno de los momentos más desconcertantes del tomo es el encuentro de Ragna con la que, en su línea temporal futura, habría sido su maestra. Sin saber quién es realmente, Ragna se muestra grosero y desdeñoso, solo para darse cuenta después de su error. La posterior disculpa es tan humillante como necesaria, y expone una faceta rara vez vista del protagonista: su vulnerabilidad frente al desconocimiento y la soberbia. Limo, como siempre, añade caos al drama con su comportamiento errático y desinhibido, creando momentos de humor incómodo que rompen —sin romper del todo— la tensión narrativa.
Rapterika y el poder de la sangre dracónica
El plato fuerte del volumen llega con el enfrentamiento entre Ragna y Rapterika, una Santa Dragontina que no solo pone a prueba su habilidad, sino también su resistencia mental. Este combate sirve como excusa perfecta para que Kobayashi despliegue todo su arsenal visual, con coreografías de lucha de altísimo impacto y un juego constante de poderes destructivos que explotan en cada viñeta.
Rapterika no es una adversaria cualquiera. Su estilo de lucha y su poder recuerdan a Voltekamui, pero con un dominio mucho más refinado y brutal. La batalla se convierte en un espectáculo visual y narrativo, en el que Ragna debe sacar a relucir su verdadera fuerza como Espada de Plata, demostrando que, aunque sus enemigos cambien, su determinación permanece intacta. A diferencia de otros combates anteriores, aquí se subraya más que nunca que Ragna ya no lucha solo por venganza, sino por un ideal: la erradicación absoluta de los dragones, cueste lo que cueste.
Crimson y la guerra que se avecina
Mientras Ragna se mide contra Rapterika, Crimson no pierde el tiempo y continúa su propia agenda con frialdad calculada. En este volumen vemos cómo comienza a preparar el asalto a Gehenna, corazón del poder dracónico, equipando a su ejército de supervivientes con armaduras especiales basadas en la Espada de Plata. Esta tecnología híbrida, resultado de la manipulación alquímica y el conocimiento prohibido, apunta a un conflicto de proporciones épicas. El lector sabe que Crimson nunca da un paso sin tener otro plan oculto, y cada una de sus decisiones huele a traición, incluso cuando parecen ayudar a la causa de los humanos.
Una nueva amenaza desde Japón
Por si no fuera suficiente, el volumen introduce una nueva amenaza: los líderes de otros clanes de dragones, gobernantes de una supuesta utopía construida sobre la locura y el sadismo. Situados en Japón, estos seres, más cercanos a dioses psicópatas que a criaturas racionales, han empezado a mover sus piezas tras enterarse del exterminio del Clan de los Alados y del ascenso de Ragna como una amenaza real.
Este nuevo escenario internacional amplía el horizonte narrativo de la serie. Ya no se trata solo de una guerra entre humanos y dragones, sino de una lucha por la hegemonía global entre facciones de poder, religiones y seres sobrenaturales. La tensión no solo se siente en el campo de batalla, sino en la política oculta que se teje en la sombra.
Arte, narrativa y ritmo impecable
Daiki Kobayashi mantiene un altísimo nivel artístico. Las escenas de acción son dinámicas, violentas y dramáticas. Los diseños de los personajes siguen siendo originales, destacando especialmente la expresividad de los rostros y la brutalidad de los cuerpos en combate. La dirección de la narrativa visual se mantiene firme, guiando al lector por una montaña rusa de emociones, desde el asombro hasta la angustia.
El equilibrio entre diálogo, desarrollo de personajes y combate es uno de los puntos fuertes de este volumen. Lejos de limitarse a la espectacularidad, la obra sigue explorando los dilemas internos de sus protagonistas. La humillación de Ragna, la desconfianza hacia la Secta del Sol, la lealtad incierta de Crimson y la amenaza latente de los dragones elevan el conflicto a una escala moral y filosófica.
Conclusión
Ragna Crimson vol. 13 es una entrega cargada de acción, revelaciones y construcción de mundo. Se trata de un tomo crucial que marca el inicio de una nueva etapa en la historia, preparando el terreno para un conflicto aún más grande. Con combates explosivos, conflictos morales y una amenaza que no deja de crecer, la serie mantiene su capacidad de sorprender y emocionar.
Un volumen que no solo responde a las expectativas, sino que las supera, consolidando a Ragna Crimson como una de las sagas de fantasía oscura más potentes del manga actual.