Reseña de Marvel Must-Have. Lobezno: El Retorno – El regreso de una leyenda con garras
Tras cinco años desaparecido de la continuidad principal de Marvel, Logan —el auténtico Lobezno, con garras de adamántium, pasado oscuro y corazón herido— regresa a la vida con una historia que pone fin al ciclo iniciado por La Muerte de Lobezno y continuado en La Búsqueda de Lobezno. Bajo el sello Marvel Must-Have, Panini Cómics presenta Lobezno: El Retorno, un tomo de 152 páginas que recopila la miniserie Return of Wolverine #1-5 (2018), con guion de Charles Soule y el dibujo compartido entre Steve McNiven y Declan Shalvey.
Esta historia, que forma parte del número 98 de la colección Marvel Must-Have, marca no solo el regreso de uno de los personajes más icónicos del universo Marvel, sino también el intento de redefinirlo a través de un enfoque introspectivo, simbólico y violento, con tintes de thriller, ciencia ficción y mitología clásica.
Un héroe hecho de cicatrices (y adamántium)
La trama arranca con Logan despertando en una instalación extraña, amnésico, confundido, y con un nuevo y misterioso poder: sus garras ahora arden con un fulgor incandescente, una señal de que algo ha cambiado radicalmente en su fisiología y quizás en su alma. Lo acompañan el silencio, el desconcierto y el rastro de sangre de un pasado que ha olvidado, pero que lo persigue sin tregua.
Poco a poco, Logan se ve inmerso en un enfrentamiento contra la corporación Sóter, liderada por Perséfone, una figura enigmática que combina el misticismo de la mitología griega con el poder corporativo y tecnológico. Perséfone ha construido un imperio basado en la resurrección y el control mental, y guarda un secreto íntimamente ligado al regreso de Lobezno.
El corazón narrativo del cómic gira en torno a las distintas identidades y versiones pasadas de Logan, que están representadas como personalidades atrapadas en jaulas mentales. Un recurso que, aunque recuerda al Caballero Luna, resulta especialmente efectivo aquí, ya que permite explorar el legado emocional y moral del personaje. Logan es, al mismo tiempo, asesino, soldado, samurái, maestro, héroe… y en este viaje introspectivo deberá decidir quién quiere ser ahora que ha vuelto del más allá.
Soule y el viaje del héroe
Charles Soule cierra con esta miniserie su trilogía dedicada a Lobezno. Aunque sus anteriores entregas habían dejado sensaciones mixtas, El Retorno consigue alcanzar mayor solidez narrativa, en parte por su estructura más cerrada y el tono más íntimo. Soule se apoya en la mitología clásica, usando figuras como Perséfone o conceptos del mito de Pandora para dotar a la historia de un trasfondo filosófico que va más allá del simple espectáculo de acción.
Este no es el Lobezno urbano ni el vengador mutante: es un hombre roto que se enfrenta a su propia naturaleza y que debe reconstruirse paso a paso, memoria a memoria. Es, en muchos sentidos, una odisea personal ambientada entre la brutalidad de la selva, laboratorios clínicos y una isla donde la tecnología y la muerte se entrelazan.
Doble estilo visual: McNiven y Shalvey
El apartado gráfico de esta obra está firmado por dos artistas de estilos muy distintos. Steve McNiven, responsable del primer y último número, repite tras La Muerte de Lobezno, ofreciendo un dibujo detallado, potente y crudo, ideal para captar tanto la épica como la brutalidad inherente al personaje. Su trazo recuerda por momentos a Barry Windsor-Smith, especialmente en la forma de plasmar el dolor físico y la animalidad de Logan.
En contraste, Declan Shalvey se encarga de los números centrales. Su estilo es más limpio y narrativamente claro, lo que aporta un ritmo ágil y fluido a la historia, aunque rompe con la continuidad visual establecida por McNiven. Aun así, su trabajo es impecable, aportando dinamismo y expresividad cuando la acción se traslada a entornos más íntimos o de tensión psicológica.
¿Qué significa este regreso para Marvel y los lectores?
El retorno de Logan no solo satisface a los fans de toda la vida, sino que reactiva una de las piezas clave del universo mutante. Aunque durante su ausencia la editorial supo llenar el vacío con personajes como Laura Kinney (Lobezna) y El Viejo Logan, el original siempre tiene un peso emocional y comercial difícil de reemplazar.
Esta historia, lejos de ser un simple trámite editorial, se convierte en un viaje emocional, simbólico y físico, con espacio para la violencia desatada, la introspección existencial y las preguntas incómodas sobre qué significa ser un héroe. El Lobezno que regresa no es el mismo que murió: es un hombre más completo, más dolido… y quizás más peligroso.
Conclusión: sangre, memoria y redención
Marvel Must-Have. Lobezno: El Retorno es una lectura imprescindible para quienes han seguido al personaje desde sus inicios, pero también para los que buscan una aventura autoconclusiva, intensa y visualmente poderosa. Con una narrativa sólida, temas profundos y un despliegue gráfico notable, se trata de una de las mejores historias recientes en solitario del mutante canadiense.
Aunque algunos elementos —como el nuevo poder de las garras incandescentes— quedan algo desdibujados y se intuye que serán explotados en futuras tramas, el cierre emocional de este arco es satisfactorio. Lobezno ha vuelto. Y lo ha hecho por todo lo alto.