Ha pasado literalmente un año entre tomo y tomo, pero aquí estamos de nuevo con una nueva dosis de Made in Abyss, un manga de Akihito Tsukushi que se encuentra en publicación en Japón con 13 tomos gracias a la editorial Takeshobo, los mismos que por ahora ha publicado Ivrea en nuestro país.
Este nuevo que tenemos en nuestras manos se nos presenta idéntico a los japoneses, con un formato en rústica con sobrecubiertas extraíbles y tamaño de tomo A5, es decir, midiendo 150 x 210cm. Esto los hace ligeramente las grandes, pero cuentan con menor número de páginas en su interior, únicamente 164 en blanco y negro. Para aquellos que se quieran hacer con este número, lo tienen a la venta en librerías, tiendas de cómics y a través de la web de la editorial por 9.90€
Riko, Reg, Nanachi y Faputa deciden colaborar con los Hail Hex, la flota maldita en la que todos los integrantes han terminado siendo alterados por los efectos del abismo y las reliquias que allí han ido encontrando; por lo que juntos siguen descendiendo a la séptima capa de este extraño lugar: El vórtice Terminal, la última capa conocida por el ser humano y del que se tiene constancia.
Durante su relajado paseo por este extraño lugar, hablaban tranquilamente sobre el concepto del alma, de la verdadera naturaleza del abismo y de lo que este hace a la gente que aquí desciende, cuando de repente algo invierte sus fases sensoriales; dejan de oler, y notar sus alrededores...
Es entonces cuando son atacados por un ser invisible al que no pueden prevenir, una criatura de las profundidades cuya amenaza es demasiado grande como para poder ser calculada. Y lamentablemente en dicho ataque uno de los miembros de esta expedición es arrastrado sin piedad por sus tentáculos.
Ahora la máxima prioridad es recuperar a su compañero, evitar que sufra los efectos de la maldición por la subida en el abismo, y esperar que todo salga bien.
Nunca es mal momento para tratar sobre temas filosóficos, pero en este caso los personajes de Made in Abyss están divagando sobre algo tan complejo como el Alma. Pero algo nos dice que no es lo mismo que para nosotros, ya que según sus explicaciones, es algo que solamente poseen aquellos que han bajado al abismo. Si bien por ahora no nos aporta mucho ni llegamos a entender demasiado al respecto, sí que nos queda claro que es algo místico e importante.
Por otro lado, un factor muy interesante de este tomo es la naturalidad con la que tratan las mutaciones de las personas que forman esta flota. Ya sea porque extraen sus fluidos corporales, porque ha cambiado la masa de su cuerpo, o porque desarrollan elementos telequinéticos, aquí todos cuentan con algún cambio que les aleja de la especie humana, pero no parece importarles. Aunque desconocemos si seguirá siendo así al subir a la superficie.
En cuanto al apartado artístico encontramos al final del tomo algunas escenas de combate, pero básicamente son charlas y paseos, por lo que el arte se centra más en rememorar escenas y plasmar el fondo del abismo, que en otra cosa. Lo bueno es que la escena de batalla final, aunque corta, es intensa; y nos da un vistazo de lo más interesante a las mutaciones de todo el equipo Hail Hex.
Así pues, con este tomo seguimos bajando al abismo, resultando cada vez más inquietante, emocionante y despreciable. Pocos mangas hay que sean tan contrastados como este y eso la verdad es que nos encanta. Esperemos que falte poco para sacar el siguiente tomo, porque nos ha dejado con el corazón en un puño.