Un día me convertí en princesa (Who Made Me a Princess) es una obra que, con un planteamiento inicial muy cercano a los relatos de reencarnación, rápidamente se distingue por su emotiva trama y sus personajes complejos. Publicado por Norma Editorial en formato rústico con solapas (14,8 x 21 cm, 272 páginas a color) por un precio de 15,95 €, este manhwa captura con delicadeza las emociones de la protagonista, Athanasia, quien ve su vida cambiar drásticamente cuando se despierta en el cuerpo de la princesa Athanasia De Alger Obelia, un personaje condenado a morir trágicamente según los eventos de la novela The Lovely Princess. Lo que comienza como una historia típica de isekai pronto toma un giro único, con una narrativa que explora el dolor, la lucha por el cambio y la búsqueda de una identidad propia en un entorno cruel.
Con una narrativa cautivadora y un arte que destila ternura, este manhwa, creado por Spoon con guion de Plutus, adapta la historia original del webtoon coreano al español con un resultado que, sin duda, conquistará a los fans de los relatos de reencarnación y fantasía.
La premisa de la obra es simple, pero atrapante: Athanasia, una joven que se reencarna en un mundo de fantasía, pronto descubre que su destino no es tan brillante como lo esperaba. Al despertar en el cuerpo de la pequeña princesa, se da cuenta de que, según los eventos de la novela que ella recuerda, terminaría siendo ejecutada por su propio padre, el emperador Claude. En lugar de aceptar su destino y esperar que los eventos se desarrollen como el libro dicta, Athanasia decide cambiar su suerte. No quiere seguir el camino que la llevará a una muerte prematura, y para ello, debe cambiar su relación con el emperador, quien hasta el momento ni siquiera se ha dignado a mirarla.
A lo largo de este primer volumen, la historia se enfoca en cómo Athanasia, con los recuerdos de su vida pasada, intenta manipular la situación a su favor. La relación entre ella y el emperador Claude, inicialmente fría y distante, se convierte en uno de los puntos más interesantes de la obra. Claude, un hombre aparentemente indiferente a su hija, empieza a mostrar signos de interés por ella, lo que da pie a un desarrollo emocional profundo. La forma en que se va construyendo esta relación, desde la indiferencia inicial hasta el interés genuino del emperador, es uno de los mayores atractivos del manhwa, ya que no se trata de una historia de venganza, sino de reconstrucción y de descubrir una conexión entre padre e hija que parece imposible al principio.
Lo que distingue a Un día me convertí en princesa de otras historias de reencarnación es su enfoque en los vínculos familiares. Athanasia no está sola en este mundo cruel; aunque su padre la ignora, ella cuenta con el apoyo incondicional de su fiel ama de llaves, Lily, quien la cuida como si fuera su propia hija, y de Felix, un caballero cercano al emperador. Estos personajes secundarios aportan una capa emocional importante a la trama, mostrando cómo el amor y la lealtad no siempre dependen de los lazos sanguíneos. La pequeña Athanasia va aprendiendo poco a poco a confiar en los que la rodean, lo que refuerza la idea de que la familia no está determinada solo por la biología, sino también por las experiencias compartidas y el afecto genuino.
Si bien la trama se centra principalmente en las relaciones familiares y la lucha de Athanasia por cambiar su destino, también tiene un toque romántico. A medida que Athanasia va creciendo, se va viendo atraída por dos personajes: Lucas, un mago, y Ijekiel, un noble. Sin embargo, el romance en esta historia no es el eje central, sino que se presenta de manera secundaria, sirviendo para enriquecer las interacciones de la protagonista sin eclipsar su principal objetivo: cambiar su destino y sanar las relaciones familiares rotas. Este enfoque equilibrado hace que el manhwa se sienta fresco y original, evitando caer en los clichés comunes del género.
En cuanto a la parte visual, el trabajo de Spoon es simplemente encantador. Las ilustraciones a todo color presentan personajes llenos de vida y una paleta de colores suave y cálida que se complementa perfectamente con la atmósfera emocional de la historia. Los diseños de los personajes, especialmente de Athanasia, reflejan su carácter infantil y encantador, mientras que los vestuarios, inspirados en la moda de la época victoriana, le dan al manhwa un aire de elegancia. El emperador Claude, por su parte, destaca con un estilo más sofisticado y distinguido, que refuerza su estatus y su papel central en la trama.
Un día me convertí en princesa no solo es una historia de reencarnación, sino también un viaje de autodescubrimiento y una reflexión sobre los lazos familiares. A medida que la trama avanza, se revelan secretos importantes sobre el pasado de Athanasia y la verdadera naturaleza de su relación con su padre, lo que añade capas de complejidad a la obra. El primer volumen establece de manera sólida los personajes, el conflicto y las motivaciones de la protagonista, mientras que deja abiertas muchas preguntas para los siguientes volúmenes, lo que promete mantener el interés de los lectores.
En resumen, Un día me convertí en princesa es una obra cautivadora que mezcla lo mejor del género isekai con una historia profundamente emocional sobre la familia, el destino y la lucha por la autodefinición. La evolución de la relación entre Athanasia y Claude, junto con la presencia de personajes secundarios entrañables, asegura que este manhwa será una lectura emocionante y conmovedora. Si eres fanático de las historias que exploran los lazos familiares y el crecimiento personal, no puedes perderte esta obra, que promete seguir sorprendiendo con cada volumen.