Aquí llegamos un día más con una nueva review de Norma Editorial, en esta ocasión un nuevo tomo del manga de ciencia ficción que más enganchados nos tiene: Heavenly Delusion, una obra creada por Masakazu Ishiguro que por ahora solamente tiene un tomo más a la venta en Japón.
Nuevamente, estamos ante un tomo editado con formato rústica y sobrecubiertas extraíbles que tiene un tamaño de 13 x 18.2 cm, en cuyo interior encontramos 176 páginas en blanco y negro. El precio de cada nuevo tomo de la serie es de 9€ y está disponible en librerías especializadas, en tiendas de cómics y a través de la web de la editorial.
En el Ministerio de Reconstrucción, que anteriormente había sido el Centro de Nara del instituto Nakahara, Maru y Kiruko consiguen encontrar al médico que buscaban, el que realizó el trasplante de cerebro entre Haruki y el cuerpo de su hermana Kiriko. Sin embargo, cuando el doctor le explica a este lo que realmente ocurrió, nuevas dudas surgen en su mente.
Por otro lado, el duelo a muerte contra el gigantesco Hiruko Angelis aumenta de intensidad hasta que finalmente se cobra una víctima. A pesar de estar dándolo todo en la batalla, Maru y Kiruko se encuentran cada vez más acorralados e impotentes, momento en el que aparece un nuevo aliado, Michika Takezuka, quien medio transformado, logra decantar la batalla a su favor.
Tras el fervor de la batalla es el turno de Maru de entender quién es: El hijo de dos niños nacidos y criados en el Edén, dos personas que nacieron con poderes y que engendraron a dos niños, de los cuales solo conocían la existencia de uno y no fue Maru. Tras semejante revelación, Kiruko y Maru deciden seguir su aventura, a ver si son capaces de encontrar a los padres de Maru.
Nuevamente, el pasado y el presente vuelve a entrelazarse y podemos ver a esta pareja de compañeros buscar el camino hacia el futuro.
Poco a poco se van revelando los oscuros secretos que había detrás de esos niños misteriosos, uno que aunque pensamos que había acabado cuando Tokyo tuvo a sus bebés, no tardamos en darnos cuenta de que la cosa era mucho más profunda de lo que cabíamos esperar. Y es que a fin de cuentas, tras la generación de Kona y Tokyo llegaron al menos 2 más, y todos ellos sufrían en mayor o menor medida la enfermedad de la mutación.
A su vez, ya nos han dejado claro que los devoradores que campan a sus anchas por las islas de japón son básicamente los cadáveres de esos niños, que una vez fallecidos volvieron a mutar, sin consciencia ni humanidad, dejándose llevar solamente por el hambre y creando destrucción.
En cuanto al apartado artístico encontramos a su inicio el final de la batalla contra el devora hombres, con la aparición estrella del as bajo la manga de Michika, un aspecto que hasta la fecha no habíamos logrado ver, pero que encaja perfectamente con el tipo de personaje que es. Un demonio sin miedo, que transforma su sangre en armas. Simplemente espectacular.
Así pues, una buena cantidad de preguntas se han logrado resolver gracias a este tomo, pero todavía tenemos muchas más por delante. Así que solo podemos esperar, ahora ya con una frecuencia anual, a que Norma saque otro nuevo tomo para nuestras estanterías.