Warhammer 40K: El Trono Dorado del Emperador

El Trono Dorado, un símbolo del Imperio, es mucho más que un simple asiento de poder. Este artefacto antiguo y arcano es la clave para comprender la supervivencia del Emperador y el destino de la humanidad en el 41º Milenio.

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El origen del Trono Dorado
El Trono Dorado es un relicario de la era oscura de la tecnología, descubierto por el Emperador en ruinas sepultadas en los desiertos de Asia. Este artefacto, junto con otros dispositivos como el "Cristal Oscuro", fue recuperado por el Emperador y adaptado para su propósito: crear un acceso humano al Telaraña Aeldari, un sistema de transporte instantáneo a través de la galaxia.

Diseñado e instalado bajo el Palacio Imperial, el Trono Dorado se construyó como una vasta máquina dorada conectada a un portal titánico, lo suficientemente grande como para permitir el paso de un Titán Warhound. Este laboratorio subterráneo, conocido como la Mazmorra Imperial, se convirtió en el centro de los experimentos del Emperador, quien planeaba usar el Trono para liberar a la humanidad de su dependencia del disforme para los viajes interestelares.

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Warhammer 40K: El Trono Dorado del EmperadorEl Trono durante la Herejía de Horus
El plan del Emperador se truncó cuando Magnus el Rojo intentó advertirle de la traición de Horus usando sus poderes psíquicos. Esto dañó el escudo psíquico del Trono, permitiendo que demonios invadieran la sección humana de la Telaraña. El Emperador y sus fuerzas, incluidos los Custodios y las Hermanas del Silencio, lucharon desesperadamente contra esta amenaza. Finalmente, el portal fue sellado, pero esto obligó al Emperador a permanecer físicamente vinculado al Trono para evitar que se abriera nuevamente.

Durante la batalla final contra Horus en la Vengeful Spirit, el lugar del Emperador en el Trono fue ocupado temporalmente por Malcador el Sigilita. Sin embargo, este sacrificio resultó fatal para Malcador. Después de derrotar a Horus, el gravemente herido Emperador fue colocado nuevamente en el Trono, que fue modificado para mantener su forma física en un estado de vida suspendida.

El Trono en la era moderna
Desde entonces, el Trono Dorado no solo sostiene la vida del Emperador, sino que también alimenta el Astronomicón, un faro psíquico esencial para la navegación interestelar. Sin embargo, su estado se ha deteriorado con el tiempo. Desde el M36, ha requerido el sacrificio de un número creciente de psíquicos para mantener su funcionalidad. A finales del M41, los Tecnosacerdotes del Adeptus Mechanicus detectaron fallos críticos en sus mecanismos, los cuales están más allá de su capacidad de reparación.

Ante esta crisis, los Tecnosacerdotes, junto con una facción de Inquisidores Xanthitas, lanzaron una expedición al Telaraña, enfrentándose a demonios y Arlequines antes de llegar a Commorragh, donde hicieron un oscuro pacto para intentar salvar el Trono.

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El futuro del Trono Dorado
La pregunta sobre qué sucederá si el Trono Dorado falla sigue siendo una de las mayores incógnitas del Imperio. ¿Será el fin de la humanidad, o podría ser este colapso el catalizador para el renacimiento del Emperador como un verdadero dios?

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