Una de las últimas incorporaciones al catálogo de la editorial Panini ha sido el manga Dear Antique, una obra de Saki Tsukahara que por ahora cuenta con dos tomos a la venta, tanto en Japón como en España, esperando este segundo para finales de enero.
La edición de Panini se presenta como el clásico tomo en rústica, con sobrecubiertas extraíbles, tamaño de 13 x 18 cm y formato tankobon. En su interior encontraremos 176 páginas en blanco y negro y si se ha comprado el tomo en sus primeras ediciones, también se conseguirá una postal de regalo. Para aquellos que se quieran leer esta serie, la tienen a la venta en librerías, tiendas especializadas y a través de la web de la editorial por 8.95€
Un mundo en el que los humanos y los androides están conectados a través de una relación de amo y sirviente. Estos últimos cada vez son más realistas, pero siempre hay algo que les hace diferentes, que les señala como seres no vivos, sin conciencia y que se guían siempre por las tres leyes de la robótica.
Marius, un mecánico de androides, en una visita a domicilio para recoger androides que ya no tienen uso, conoce a Misha, un androide antiguo con un diseño muy peculiar y una forma de actuar bastante única que ha perdido la memoria.
Misha no quiere ser desechado, así que encuentra en Marius un nuevo maestro, canta canciones para cubrir su estancia en casa de su nuevo amo y lo más sorprendente de todo es que a veces se niega a seguir las órdenes de los humanos.
Ante tal curiosa forma de actuar, Marius se interesa especialmente en Misha, que es diferente a los androides normales, que no consta en los registros públicos de Androides, y que tiene algo especial, que atrae al humano de forma irremediable.
Estamos claramente ante lo que será un romance lento y delicado, una historia que trata la idea de la humanidad enamorada de un objeto, de alguien que presupuestadamente no debería poder amar, pero ¡Hay si lo logra! Un primer tomo que por ahora nos parece bonito, delicado y gracioso.
Si nos centramos en la trama del manga podemos ver que no han inventado nada nuevo, han situado la historia en un mundo pseudo steampunk, con las leyes de la robótica de Asimov, la estética victoriana y un mix de ideas que cuaja, pero sin ser ninguna excesivamente innovadora. Nada incorrecto, pero sí que se queda algo corto en cuarto a originalidad.
En el apartado artístico encontramos un dibujo realmente bonito, cuidado y realizado, con mucha delicadeza, algo agradable de ver y que evoca ese ambiente de muñecas de porcelana y polvo en los estantes que tan bien encaja en la trama.
Así pues, si bien este manga no nos cuenta nada que no conozcamos ya de otras obras, sí que nos ofrece una visión más romántica de todos esos aspectos. Es sencillo, está bien realizado y una buena forma de empezar la lectura. Ahora solo queda ver cuál será su ritmo de publicación.