Tras la vorágine del Manga Barcelona y con la llegada de las Navidades, hemos tenido la oportunidad de tomarnos un descanso y leer una de las últimas novedades que Norma Editorial ha incorporado recientemente a su catálogo. Se trata de la serie El dragón y el camaleón, una obra de Ryo Ishiyama que nos habla del proceso de elaboración de un manga, pero con un punto de ciencia ficción.
El primer tomo que llega a nuestras manos se presenta con el clásico formato en rústica, con sobrecubiertas extraíbles y un tamaño aproximado de 13 x 18,2cm. En su interior encontraremos 184 páginas en blanco y negro, además de la friolera de las 10 primeras a color, algo poco habitual en este tipo de mangas shonen, pero que disfrutamos gratamente. El precio de este primer número es de 10€ y está disponible en tiendas de cómics, librerías especializadas, y a través de la web de la editorial.
Garyô Hanagami es un reconocido mangaka que está en boca de todos gracias a su actual obra, es el dragón del mundillo manga y tanto autores como lectores le tienen en gran aprecio. Cuenta con varios asistentes, entre los que destaca Shinobu Miyama, un artista que cuenta con la increíble habilidad de emular el estilo de cualquier autor de allí que le llamen el camaleón; no obstante, a causa de su mal carácter, aún no ha conseguido ser reconocido.
La cosa parece normal hasta que un día pacífico, y a causa de un tonto, pero grabe accidente, los dos artistas intercambian sus cuerpos y acaban en el hospital. Cuando Hanagami le propone buscar una solución para volver a ser ellos mismos, se encuentra con la negativa de Miyama: ¡Ahora es famoso y no piensa renunciar al futuro tan brillante que le espera!
Pero eso no amedrentará a un gran mangaka como Hanagami, ni muco menos. Tomándoselo como un reto personal, el ahora mangaka desconocido habla con su editor, le explica su situación, y decide crear nuevos mangas, a cada cual más emocionantes, para volver a la cresta de la ola y demostrar que su manga no solo tiene tirada, sino que todo lo que haga es capaz de conmover a los lectores, aunque no sepan que es suyo.
Ahora bien, Miyama no se quedará atrás y no solamente copiará el dibujo y seguirá guiando la historia del que antes fue su sensei, sino que además está más que preparado para darle su propio giro y hacerla suya.
Manga, rivalidad e intercambio de cuerpos. Podría parecer que hay demasiadas cosas sobre la mesa con este manga, pero la verdad es que ha resultado una apuesta muy interesante y un shonen que nos ha enganchado desde su primer número. El carisma de los dos personajes es espectacular y la verdad es que tienen una dinámica muy ágil entre ellos y con el resto de secundarios.
Lo único que encontramos que faltaría sería un poco más de explicación a nivel técnico, sobre el proceso de creación de un manga, o al menos las bases más bien explicadas. Entendemos que quizás no es una serie manga sobre el oficio per se, pero sería un interesante añadido a la lectura global.
En cuanto al arte, nos parece espectacular, bellísimo y muy bien realizado, no es de extrañar siendo uno de los asistentes que pasó por el estudio de Eichiro Oda, aunque admitimos, le pone su estilo a sus personajes y poco o nada se parecen a los que realizaría en One Piece. Pese a esto, sus fondos son espectaculares, los personajes muy interesantes y las escenas de confrontación dignas de enmarcar.
Así pues, es una muy buena apuesta si se quiere leer un manga de rivalidades y encontronazos, pero sin batallas. Una grata sorpresa que nos ha dejado muy contentos y con ganas de más, sabiendo que mucho no van a tardar en salir nuevos tomos, ya que en Japón por ahora ya hay 5 publicados.