Una de las últimas incorporaciones al catálogo de Panini ha sido la divertida y colorida obra de Sumiko Arai, un manga yuri que nos ha dejado gratamente sorprendidas y muy entusiasmadas tras su lectura. Su título es El chico que me gusta no es un chico (気になってる人が男じゃなかった).
Para comenzar, nos encontramos ante un primer tomo un tanto especial, porque aunque externamente cuente con un diseño de cartoné, con tapas blandas y sobrecubiertas que miden 14.8X21cm, es decir, un tankoubon, la sorpresa llega en su interior, porque además de contar con una postal de regalo en la primera tirada de ejemplares, sus páginas, concretamente las 184, han sido realizadas en blanco y negro con detalles en verde fluorescente. Sí, todos los fondos interiores son en verde, como la portada. Este curioso efecto es el que encarece un poco el precio del tomo, que se vende por 12.95€ en librerías especializadas, tiendas de cómics y a través de la web de la editorial.
Aya es una gyaru, un adolescente siempre a la moda y muy coqueta que está en bachillerato y que se ha fijado en un chaval misterioso que trabaja en una tienda de discos que frecuenta asiduamente desde que descubrió su nueva pasión, la música rock extranjera.
Él siempre va vestido de negro, con el cabello recogido, muchísimos piercings en las orejas, y una mascarilla que le tapa la mitad del rostro. Es muy amable y tiene un aire molón que ha conquistado el corazón de la joven gracias a su soltura, sin embargo, ese chico por el que suspira es en realidad Mitsuki, una compañera suya que en clase pasa tan desapercibida como un fantasma.
¡Y no solo eso, sino que encima Mitsuki es la chica que se sienta a su lado! Esta quiere aclarar el malentendido lo antes posible, pero parece que nunca encuentra el momento adecuado, así que la relación entre ellas se hace más cercana tanto en la tienda de discos como en el instituto.
Esta es la historia de Aya la gyaru y Mitsuki, la chica de la tienda de discos, y esa extraña amistad que tienen juntas, sabiendo o no de sus respectivos secretos
Estamos ante una grata sorpresa, tanto por su argumento desenfadado, más bien divertido y con esa chispita de romance que tan bien le sienta, como por lo interesante de sus personajes, de los que nos hemos encariñado muy rápidamente por lo bien construidos que están.
Y es que aunque por ahora solamente haya dos tomos en Japón, y anunciado apenas un tercero, este manga se publicó originalmente como webtoon, lo que lo convierte en una obra de lectura muy fácil, capítulos muy cortos y una narrativa de lo más interesante para tener un buen rato de lectura.
En cuanto al arte, es divertido, chispeante y muy bien realizado. Aya es muy guapa, siempre va arreglada y se nota que su estilo gyaru está bien reflejado, mientras que Mitsuki desprende un aura de molonidad que es imposible no sentir curiosidad hacia su persona. Esto, sumado al color verde, dota a este manga de una frescura y un buen rollo de lo más impecable.
Si buscáis un romance que se salga del clásico acaramelado, que sea actual, divertido y con mucho rollo, esta es la oportunidad perfecta para encontrar un Yuri de lo mejor que hay en el mercado. Eso sí, ahora nos toca esperar bastante hasta que salgan los siguientes números, pero la espera se hará más corta releyendo el primero.