El pasado 5 de diciembre, durante el 30 Manga Barcelona, tuvimos el honor de asistir a una rueda de prensa con la legendaria mangaka Yumiko Igarashi, creadora de obras tan icónicas como Candy Candy. A lo largo de su extensa carrera, Igarashi-sensei ha marcado un antes y un después en el género shōjo, y este evento se convirtió en una oportunidad única para conocer más sobre su trayectoria y perspectivas actuales.
Cambios en la industria del manga
Al ser consultada sobre cómo ha cambiado el mundo del manga desde sus inicios en los años 60, Yumiko Igarashi destacó la transformación tecnológica como el cambio más significativo. “La digitalización ha revolucionado por completo el proceso creativo. Aunque me encanta trabajar tanto de manera tradicional como digital, reconozco que las herramientas digitales permiten una precisión que antes era difícil de lograr”, comentó la autora. Sin embargo, también resaltó que el espíritu creativo y la pasión por contar historias siguen siendo los mismos.
Conexión con los fans
Durante la charla, Igarashi expresó su emoción al saber que sus obras cuentan con un gran número de seguidores en España, especialmente gracias a los doblajes de los animes basados en sus mangas. “Me alegra mucho saber que mis historias han llegado a diferentes generaciones. Es emocionante conocer a fans que han crecido con mis obras y que ahora las comparten con sus hijos”, mencionó.
El género shōjo y sus inicios
Respecto a su experiencia como mujer en la industria del manga durante sus inicios, Igarashi reveló que tuvo la suerte de comenzar su carrera en un momento en el que las editoriales buscaban activamente autoras para expandir el género shōjo. “Fue una época emocionante. A los 18 o 19 años ya había tenido contacto con editoriales como Shūeisha, Kodansha y Shogakukan, lo que me permitió publicar mis primeras historias”, recordó.
La creación de Candy Candy
Uno de los momentos más destacados de la rueda de prensa fue cuando se habló de Candy Candy, su obra más icónica. Igarashi compartió que fue a los 24 años cuando empezó a dibujar esta historia, que rápidamente se convirtió en un fenómeno global. A pesar de su éxito arrollador, la autora aseguró que siempre ha mirado hacia adelante en su carrera: “Cuando me preguntan cuál es mi obra favorita, siempre digo: la siguiente. Todavía tengo muchas historias por contar”.
Colaboraciones y retos creativos
Hablando sobre su proceso de trabajo, Igarashi destacó las diferencias entre trabajar en solitario y colaborar con un guionista. “Cuando compartes los mismos gustos con el guionista, el trabajo fluye de manera más sencilla. Es como si ambos estuvieran construyendo algo juntos”, explicó. Además, mencionó que uno de los mayores retos de su carrera ha sido la documentación para obras históricas como Josefina, la emperatriz de las rosas, que requirió extensas investigaciones y viajes.
Influencia de Tezuka y otras figuras clave
Igarashi también habló sobre las influencias que moldearon su estilo. Entre ellas destacó al icónico Osamu Tezuka, cuyas obras la inspiraron desde una edad muy temprana. “Mi padre me compraba mangas de Tezuka cuando era niña. Soñaba con casarme con alguien como él, pero cuando lo conocí, ya tenía esposa”, contó entre risas.
Relación con los otakus internacionales
Finalmente, al reflexionar sobre sus experiencias en festivales internacionales, Igarashi comentó: “Los otakus extranjeros son mucho más alegres. Me encanta su entusiasmo y cómo demuestran su amor por mis obras”. La autora se mostró muy agradecida por la oportunidad de conectar con fans de todo el mundo y reafirmó su compromiso de seguir creando historias que inspiren a futuras generaciones.
Conclusión
Con más de cinco décadas de trayectoria, Yumiko Igarashi ha dejado una huella imborrable en la historia del manga. Desde sus primeras publicaciones hasta sus últimos proyectos, su pasión por el arte y la narrativa continúa siendo una fuente de inspiración para creadores y lectores por igual. Esta rueda de prensa fue un recordatorio de su legado y de su inquebrantable energía creativa.