ROOSTER FIGHER
Rooster Fighter nos sitúa en un trasfondo en el que la humanidad es amenazado por unos monstruos gigantescos conocidos como Kijuu. Frente esta amenaza, la única defensa es un gallo invencible responde al nombre de Keiji, que busca vengarse de estos monstruos por el asesinato de su querida hermana.
El viaje de Keiji le lleva de batalla en batalla, y así termina conociendo a otras aves que se unirán en su cruzada, como la pequeña polluela enamorada Piyoko, la despechada e inteligente gallina Elizabeth, y más recientemente Keisuke, el medio hermano de Kenji y heredero como él de un linaje de poderosos guerreros con cresta conocidos como los Gallos de Cinco Colores.
El séptimo volumen de Rooster Fighter, publicado por Ivrea, mantiene el ritmo frenético y desbordante de acción que caracteriza a esta serie, pero en esta ocasión eleva la apuesta emocional y de poder a niveles mucho más intensos. Después de la vorágine de combates y revelaciones del tomo anterior, este nuevo volumen ofrece a los lectores un nuevo despertar en Keiji, tanto en términos de habilidades como en la exploración de su lado más oscuro, abriendo una nueva fase en la historia que parece destinada a transformar la vida del protagonista de maneras drásticas.
La primera parte del tomo se enfoca en el épico enfrentamiento entre Keisuke, el hermano de Keiji, y el kijin Hikari. Lo que parecía ser la batalla final contra este poderoso enemigo toma un giro inesperado cuando Hikari, después de lo que parecía ser su derrota, se levanta de nuevo en una forma grotesca y mucho más poderosa. El dibujo de Shū Sakuratani captura de manera magistral la brutalidad del combate, mostrando no solo las técnicas y poderes sobrehumanos, sino también el desgaste físico y emocional que enfrentan nuestros protagonistas.
Keisuke, aunque formidable con el poder de la Matama, empieza a ceder bajo la fuerza de Hikari, y es en este momento cuando el sacrificio de Morio, un amigo leal y valiente, se convierte en un punto de inflexión clave. La muerte de Morio es un golpe devastador no solo para Keisuke, sino especialmente para Keiji, cuyo dolor y furia desatan un segundo despertar. Esta transformación oscura que experimenta Keiji es uno de los momentos más impactantes del tomo, pues revela un poder tabú que pocos gallos de su tipo han alcanzado y que, aunque le permite derrotar al kijin sin dificultad, deja en el aire una gran pregunta: ¿cuál es el precio de este poder? La tensión y la incertidumbre respecto al destino de Keiji tras este nuevo despertar añaden una capa de intriga que hace que el lector quede enganchado a la trama.
Después de la intensa batalla, la narrativa hace una pausa necesaria para ofrecer un respiro cómico y relajante. Keiji y sus compañeros tienen un encuentro con un grupo de niños en un parque, lo que permite a los personajes y al lector disfrutar de momentos más ligeros y humorísticos. Estos gags, con el típico tono irreverente y absurdo de Rooster Fighter, son un excelente contrapunto a la seriedad y dramatismo de las batallas anteriores. Sin embargo, este breve descanso no tarda en ser eclipsado por la revelación de un nuevo misterio: la oscuridad latente dentro de la pequeña pollita Piyoko.
Piyoko, quien hasta este momento ha sido uno de los personajes más entrañables de la serie, comienza a mostrar señales de un poder desconocido y peligroso que ha estado oculto en su interior. El símbolo que aparece en sus plumas es una señal inquietante de lo que está por venir, y aunque aún no se revela por completo la naturaleza de este poder, el hecho de que Piyoko, la más pequeña del grupo, pueda tener un impacto significativo en los próximos acontecimientos añade una dosis de anticipación al futuro de la historia.
El volumen también se toma el tiempo para expandir la mitología detrás de los Gallos de Cinco Colores. La existencia de estos seres y su conexión con el mundo de los kaijin y los kijin plantea preguntas fascinantes sobre su papel en la lucha contra las amenazas sobrenaturales que asolan el mundo. A medida que Keiji y sus amigos siguen su camino, no solo enfrentan enemigos cada vez más poderosos, sino que también deben lidiar con las verdades que empiezan a descubrir sobre sí mismos y su lugar en este conflicto épico.
Visualmente, Shū Sakuratani sigue sorprendiendo con su habilidad para representar tanto la intensidad de las batallas como los momentos más ligeros. Los diseños de los kijin son cada vez más grotescos y terroríficos, mientras que las secuencias de acción están llenas de dinamismo y energía. Los trazos detallados y el uso de sombras refuerzan la sensación de peligro constante en la que viven los protagonistas, y cada golpe, transformación y sacrificio está magníficamente ilustrado, haciendo que el lector sienta cada momento como si estuviera inmerso en el propio combate.
En conclusión, el volumen 7 de Rooster Fighter no solo entrega lo que se espera de esta serie: combates espectaculares y humor irreverente, sino que también añade capas más profundas a los personajes y su mitología. Con la muerte de Morio, el segundo despertar de Keiji y el oscuro poder que acecha en Piyoko, la historia toma un rumbo más oscuro y complejo, que deja al lector ansioso por descubrir lo que vendrá en los próximos volúmenes. Si bien la acción y el humor siguen siendo los pilares fundamentales de la serie, es el desarrollo de los personajes y la creciente intriga lo que eleva este volumen a un nuevo nivel.