Recientemente Distrito Manga lanzaba los tomos 4 y 5 de la esperada secuela del manga As the Gods will (Kami-sama no Iu toori 神さまの言うとおり), obra ilustrada por Akeji Fujimura y escrita por Muneyuki Kaneshiro, autor a quién ya conocemos de sobras gracias al exitoso manga Blue Lock.
La historia original se publicó entre febrero de 2011 y octubre de 2012 en la Weekly Shōnen Magazine de Kodansha desde el 3 de febrero de 2021 y cuenta con cinco tomos recopilatorios que distrito ya ha publicado en España.
Ahora llega el turno de la segunda parte de 21 tomos, que se serializó de enero de 2013 a enero de 2017 y que Distrito Manga nos ofrece con una publicación de calidad en un formato de tomos dobles, un tankoubon (rústica con sobrecubierta) de 132mm x 179mm, en cuyo interior encontramos 376 páginas en blanco y negro traducidas por Daruma.
As the Gods will: La Secuela vols 4 y 5
La historia de As the Gods Will: La Secuela sigue mostrando la desesperada lucha por la supervivencia de Yasuto Akashi y los otros estudiantes atrapados en los juegos mortales orquestados por los "dioses". Estos dos volúmenes en particular profundizan aún más en la crueldad y las reglas macabras de los desafíos, introduciendo nuevos conceptos y giros que alteran el destino de los participantes y los empujan hacia situaciones límite.
Después de superar varias pruebas mortales, Yasuto Akashi y los pocos supervivientes que han logrado mantenerse con vida deben enfrentar un nuevo desafío, uno aparentemente simple pero tan letal como todos los anteriores: un juego de piedra, papel o tijeras. Sin embargo, lo que parece un juego infantil pronto se convierte en una prueba sangrienta que decide quién tiene derecho a continuar y quién quedará eliminado para siempre. Este juego resulta ser una especie de "selección natural", en la que los que sobreviven se ganan un lugar en el próximo nivel del juego, llamado Kami Jr., mientras que los perdedores se enfrentan a una muerte inminente.
Una vez que los elegidos son seleccionados, Akashi y el resto de los supervivientes son llevados a una lujosa mansión suspendida en medio del espacio, un lugar que parece estar desconectado de toda realidad conocida. Es en este extraño escenario donde los participantes reciben varias revelaciones cruciales sobre la verdadera naturaleza de los juegos y los motivos detrás de los dioses que los organizan. Uno de los aspectos más impactantes es la revelación de que los planes de Kami incluyen el asesinato de Kamimaro, el supuesto dios que controla todos los juegos de la serie original. Este giro cambia por completo el objetivo del grupo, haciendo que sus acciones ya no se centren únicamente en la supervivencia, sino también en derrocar al ser responsable de tanto sufrimiento.
Paralelamente a las revelaciones sobre los dioses, la trama desarrolla las relaciones entre los personajes principales. En este punto de la historia, tanto Mei Hoshikawa como Natsumegu se confiesan a Akashi, declarando sus sentimientos hacia él. Sin embargo, Akashi se encuentra emocionalmente abrumado y es incapaz de dar una respuesta clara. Este triángulo amoroso añade un toque de complejidad y humanidad a la narrativa, mostrando que, a pesar de las circunstancias inhumanas que los rodean, las emociones y relaciones personales siguen siendo un aspecto central de la vida de los personajes. Akashi se debate entre sus sentimientos y la incertidumbre de un futuro que parece cada vez más oscuro.
Tras la revelación de los planes de los dioses, se otorgan 48 horas de gracia a los supervivientes para que visiten la Tierra y obtengan un objeto preciado. Esta breve tregua les permite reconectar con lo que han perdido en medio de tanta muerte y desesperación. En estos momentos, cada personaje tiene la oportunidad de mostrar su lado más vulnerable y humano, añadiendo una dimensión emocional profunda a la historia. Es un breve respiro que ofrece al lector una conexión emocional más cercana con los protagonistas, mostrándolos no solo como competidores en una cruel carrera por la supervivencia, sino también como adolescentes que añoran lo que han perdido.
Finalmente, la calma se rompe cuando los personajes son enviados nuevamente al juego, esta vez en un entorno nuevo y aún más macabro. En esta ocasión, Akashi y los demás deben asumir el papel de ogros y enfrentar un nuevo desafío: ser cazados por los míticos héroes Momotaro y Kintoki. Esta dinámica introduce un giro interesante en los juegos anteriores, cambiando el rol de los participantes de simples competidores a presas. La atmósfera de persecución y supervivencia se intensifica, llevando a los personajes al límite físico y mental mientras tratan de evitar a los cazadores y encontrar una manera de salir con vida de este infierno.
Los volúmenes 4 y 5 destacan por mantener el nivel de tensión y el ritmo vertiginoso que caracteriza a la serie, combinando acción implacable con giros argumentales que mantienen a los lectores al borde de sus asientos. Los dilemas morales y las decisiones difíciles están presentes en cada momento, y los autores no temen mostrar la brutalidad de las consecuencias que enfrentan los personajes. Los juegos mortales continúan siendo impredecibles y despiadados, llevando a los estudiantes a situaciones cada vez más desesperadas.
El arte de Akeji Fujimura sigue siendo un componente esencial para transmitir la atmósfera oscura y opresiva de la serie. Las expresiones faciales de los personajes y los detalles en las escenas de acción realzan la sensación de peligro constante y desesperación, mientras que los fondos y los detalles en la mansión en el espacio añaden un componente surrealista que intensifica la sensación de estar atrapados en una realidad controlada por fuerzas superiores.
En conclusión, los volúmenes 4 y 5 de As the Gods Will: La Secuela expanden la narrativa en nuevas direcciones emocionantes y aterradoras. Los personajes enfrentan nuevos desafíos que van más allá de la simple supervivencia, involucrándose en una misión que podría alterar el curso de los juegos y cambiar el destino de todos. Con una combinación perfecta de acción, horror psicológico y dilemas emocionales, esta secuela mantiene su calidad y sigue siendo una lectura obligada para los fanáticos del manga de supervivencia y terror.