Aquí estamos un día más con otra review de la mano del sello Distrito Manga, dentro de la editorial Penguin Random House. En esta ocasión se trata de los tomos 8 y 9 de Sigue Adelante, manga de Nagamu Nanaji que se encuentra finalizado con 11 tomos en el mercado japonés.
Como sucedió con los anteriores números, estos tomos se nos presentan con un formato en rústica con sobrecubiertas extraíbles que miden 132 mm x 180 mm. En su interior podremos encontrar una media de 109 páginas en blanco y negro que nos hablan de amistad, amor y sinceridad, estando disponible cada tomo por 8.95€ en librerías, tiendas de cómics y a través de la web de la editorial.
Kuko tiene la costumbre de publicar en su blog fotos que saca desde el punto de vista de varios animales. Outa, que no sabía qué cuadro presentar para una exposición en la que tiene que participar, le roba la idea y gana el gran premio. Acosado por los remordimientos, le regala un cuadro que ha pintado en el que aparece Kuko y le comunica que ha decidido dejar la pintura.
Ella, por su parte, se tortura pensando que ha acorralado a Outa hasta el punto de hacerle mucho daño. Una mañana lluviosa, encuentra el cuadro que Outa ha tirado a la basura y no puede evitar identificarse con él y venirse abajo. Entonces, Kiyo le hace torpemente una coleta en el pelo y la empuja diciéndole ve. Pero Kuko no sabe donde tiene que ir. Su forma de ver el mundo por encima de la gente ya no funciona, y su mejor amiga le dice a la clara que esa versión de ella está totalmente incorrecta.
Pero Kuko no sabe como parar, solamente como desacelerar lentamente y de forma torpe, aunque por suerte esa es la forma más sencilla de lidiar con la vida, con las compañeras de clase, con los secretos. Aunque su estoicismo se verá tambaleándose cuando Suzaku le confiese sus sentimientos.
¿Que es lo que está haciendo Kuko, que todo el mundo a su alrededor se gira hacia ella, pero ella es incapaz de ver a nadie que no sea Outa, incluso cuando no está?
A dos tomos del final, podemos ver como la mente de Kuko es un pozo sin fondo. La chica no sabe que hacer con su vida, como tratar a la gente y como no decepcionarles, ahora que se ha dado cuenta de la posición que siempre ha tenido en sus corazones. Por suerte parece que poco a poco, aunque sea torpe, empieza a entender un poco mejor las relaciones con las personas y a ver la luz.
Lo interesante es que no solamente ella es consciente de quienes le rodean, sino que sus amigos son muy conscientes de su presencia, para bien o para mal, y la hacen partícipe de dichos pensamientos. Eso es algo que agradezco de esta serie, aquí no se queda la gente callada, dice lo que siente, expresa sus sentimientos y bueno, sigue adelante, nunca mejor dicho.
En cuanto al arte de estos dos tomos, encontramos que pese a tener un punto de melodrama, es mucho menos deprimente que los anteriores. Gracias al dibujo podemos ver como Kuko va aclarando sus ideas, va moviéndose en su propia mente y eso le aporta claridad a su vida y a la de aquellos que le rodean. Además, tenemos capítulo de playa, que siempre es interesante.
Así pues, a la espera de los dos tomos finales, podemos decir que este manga aunque le ha costado arrancar, nos está pareciendo muy interesante y muy maduro. Una forma muy diferente de ver el amor y la relaciones entre amigos, de lo que solemos encontrar normalmente dentro del género romance/slice of life.