Tras varios meses sin nuevos tomos, hoy os presentamos una review doble con los tomos 22 y 23 de la emocionante y sorprendente obra que cuenta con idea original de Aneko Yusagi, estando realizada por Aiya Kyu y contando con diseño de personajes de Minami Seira. Estamos hablando de The Rising of the Shield Hero, también conocida como Tate no Yūsha no Nariagari (盾の勇者の成り上がり).
Una vez más, y como sucede en todos los tomos de esta colección, estamos ante un par de números con el mismo formato que los japoneses, editados en rústica con tapas blandas y sobrecubiertas extraíbles que tienen un tamaño de 13 x 18 cm. En su interior podemos encontrar aproximadamente 200 páginas, las 4 primeras de ellas en color. El precio de cada uno de los tomos es de 8.50€ y están disponible en tiendas de cómics, librerías y a través de la web de la editorial.
Tras lograr sobrevivir a su última aventura, Naofumi y su grupo vuelven a su hogar, donde son recibidos con aplausos y con la ausencia del resto de héroes, que se han fugado sin decir nada. Sin embargo, el chico no puede quedarse de brazos cruzados y decide expandir su territorio, o más bien adquirir uno.
Su primera compra es la zona en la que estaba edificada la aldea en la que vivía Raftalia de niña, lugar ahora totalmente desolado y lleno de tristeza que pretende convertir en un nuevo hogar. La sorpresa llega cuando descubre que ahora los semi humanos están cotizados al alza como esclavos y que los que vienen de esa aldea, todavía más.
Así pues, manteniendo un perfil bajo y haciéndose pasar por el villano de la película, acude a comprar los esclavos semihumanos infantiles que puede, los pone a salvo en su nuevo territorio y se encargan de proteger su nuevo hogar.
Y mientras ellos cuidan del fuerte, el grupo del héroe acude a la ciudad donde hay más venta de esclavos con la idea de comprar a todo el resto de miembros de la aldea que se encuentren. Aunque para ello tengan que participar en batallas a muerte.
El nuevo arco que nos presenta Aiya Kyu está más centrado en la corte y sus súbditos, concretamente en la gente que como Raphtalia son semihumanos, y menos en las oleadas externas, algo que supone un alegre cambio para la trama y que nos permite descansar de tantas aventuras extravagantes.
Personalmente, me parece muy adorable la forma en la que han decidido abordar la situación, con el desarrollo personal de unos niños que fueron maltratados como esclavos, su liberación y posterior empoderamiento como civiles y guardianes de su nuevo hogar, y finalmente la misión de Naofumi de seguir rescatando a los más vulnerables. Una preciosidad
En cuanto al arte de estos dos tomos, tenemos muchas escenas tiernas con los pequeños niños que pasan de la desolación más absoluta a la satisfacción de haber sido bendecidos con un amo cariñoso, un montón de nuevos amigos, y a fin de cuentas, un nuevo hogar. Esto, en contraposición con las escenas más crueles de batallas, esclavitud y pobreza, dan al tomo un buen contraste.
Por lo tanto, estamos encantados con este nuevo arco que tiene una pinta muy interesante, nos gusta el ritmo que lleva, aunque su publicación ahora sea muy dilatada y nos ha dejado con ganas de leer mas en sus siguientes números.