Oda lanzó el manga en Weekly Shonen Sunday en mayo de 2016, después de publicar por primera vez un one-shot del manga en septiembre de 2015. Shogakukan ya ha publicado 34 tomos.
El volumen 16 de Komi-san no puede comunicarse, recientemente lanzado por Ivrea, continúa con el desarrollo de la relación entre Komi y Tadano, pero con algunos giros inesperados y momentos entrañables que consolidan aún más la historia. Este tomo tiene como centro el primer encuentro a solas entre ambos en mucho tiempo: una cita que, si bien se ve empañada por el mal clima, deja en evidencia la solidez y la naturalidad que han alcanzado en su relación.
Desde el principio, es claro que Komi y Tadano tienen pocas oportunidades de estar solos, pues, entre los compromisos del campamento de verano y las actividades en grupo, sus momentos juntos han sido limitados. Por lo tanto, ambos están emocionados por finalmente tener una cita. Sin embargo, las cosas no salen como esperaban. El día resulta ser ventoso y lluvioso, lo que complica su plan de pasar tiempo al aire libre. A pesar de esto, el volumen destaca por cómo ambos personajes manejan estas adversidades y siguen disfrutando del tiempo compartido. Las conversaciones que surgen en este contexto revelan cómo, incluso en situaciones menos ideales, su conexión sigue creciendo.
Uno de los elementos más notables de este volumen es el enfoque en cómo Komi y Tadano experimentan el concepto de "comunicación" entre ellos. A pesar de las dificultades de Komi para expresarse verbalmente, su relación con Tadano avanza a pasos agigantados. Ambos logran crear un ambiente de comprensión mutua, donde las palabras no son siempre necesarias. Las miradas, gestos y pequeñas interacciones son suficientes para que ambos entiendan lo que el otro siente, lo que muestra el avance tanto de la trama como del desarrollo emocional de ambos personajes.
En paralelo a este evento central, el tomo introduce otros momentos relevantes, como una visita a la casa de Kawai. Este episodio añade una nueva capa a la historia, mostrando cómo los personajes secundarios siguen teniendo un papel importante en la narrativa. Kawai, quien había sido presentada previamente como una especie de rival, invita a Tadano a su casa, lo que genera tensiones emocionales adicionales para Komi. A pesar de los miedos que podrían surgir de esta situación, Komi mantiene su confianza en Tadano, demostrando cómo ha crecido no solo en su habilidad para comunicarse, sino también en su capacidad para confiar en los demás.
Este volumen también da inicio a un nuevo arco que se enfoca en los desafíos que se avecinan para Komi y sus compañeros, ya que solo les queda medio año de vida escolar en el instituto. En este contexto, Komi toma una decisión sorprendente: postularse para el comité de clase. Esta acción representa un paso significativo para el personaje, que al principio de la serie ni siquiera podía mantener una conversación con sus compañeros. La decisión de Komi de lanzarse a un rol tan visible y con tanta interacción social muestra su gran evolución personal, un aspecto que ha sido central en la historia desde el primer volumen.
El ambiente en la clase de tercer año es diverso, con algunos estudiantes cercanos a Komi y otros que no han interactuado tanto con ella. Sin embargo, su decisión de postularse para el comité tiene un impacto positivo, ya que incluso aquellos que no conocen bien a Komi comienzan a apreciar su esfuerzo por integrarse. Este arco no solo resalta el crecimiento de Komi, sino también cómo ha logrado influir en los demás con su persistencia y bondad.
El arte de Tomohito Oda sigue siendo un punto fuerte en este volumen. Las expresiones detalladas y los fondos cuidadosamente elaborados capturan perfectamente la atmósfera de cada escena, ya sea la cita de Komi y Tadano bajo la lluvia o los momentos de tensión en la casa de Kawai. Oda tiene un talento especial para transmitir emociones a través de miradas y silencios, lo que enriquece aún más la experiencia de lectura.
En cuanto al desarrollo de los personajes secundarios, el volumen sigue dándoles espacio para brillar. Manbagi, por ejemplo, sigue siendo una figura importante en la vida de Komi, aportando un toque de humor y apoyo emocional cuando es necesario. Las interacciones entre los personajes secundarios y la forma en que apoyan a Komi reflejan el mensaje central del manga: la importancia de la comunicación y las relaciones humanas.
En conclusión, el volumen 16 de Komi-san no puede comunicarse es una adición sólida a la serie, repleta de momentos tiernos, cómicos y emotivos que avanzan la trama de manera significativa. La relación entre Komi y Tadano sigue siendo el corazón de la historia, y este tomo profundiza aún más en su conexión. Al mismo tiempo, el crecimiento personal de Komi se mantiene como uno de los aspectos más destacados, mostrando cómo ha aprendido a navegar un mundo social que antes le resultaba inaccesible. Los fans de la serie disfrutarán de esta mezcla de romance, comedia y desarrollo personal, que promete seguir sorprendiendo en los próximos volúmenes.