Hoy llegamos con review doble de mano de dos nuevos tomos del sello Distrito Manga, el cual se encuentra bajo el paraguas de la editorial Penguin Random House. Se trata de los tomos 6 y 7 de La bestia del rey, obra de Rei Toma que por ahora cuenta con 16 tomos a la venta en Japón y sigue en publicación.
Una vez más, estamos ante dos tomos en rústica con sobrecubiertas extraíbles que tienen un tamaño B6 midiendo 131 mm x 179 mm. En su interior encontraremos 168 páginas en blanco y negro, que cuenta en sus primeras páginas con un pequeño índice de personajes y un resumen de lo sucedido hasta la fecha. El precio de cada uno de los tomos es de 9.95 € y están a la venta en tiendas de cómics, grandes superficies y a través de la web de la editorial.
Rangetsu reniega de su identidad de mujer y se convierte en la bestia sirviente de Tenyô, el cuarto príncipe. Aunque su principal mision era asesinar a su nuevo amo en venganza de lo sucedido a su hermano gemelo, no tarda en darse cuenta de que este no tiene la culpa, por lo que decide quedarse a su lado y seguir observando lo que le rodea.
Tras encontrar la luz en la gentileza del príncipe, Rangetsu jura ayudarlo en su camino hacia el trono, siendo leal a su amo y estando siempre de su lado, sin embargo, acaba albergando unos sentimientos por Tenyô que ni ella misma puede perdonarse.
En estas, interviene entre ambos el príncipe Kôgai, que ha empezado a mostrar un peculiar interés en Rangetsu al notar rápidamente que no solamente es familia de la anterior bestia asesinada, sino que además es una mujer, algo totalmente impensable.
Pero claro, quizás Kôgai quiera abarcar demasiado cuando ya tiene que lidiar con un problema en su propia casa, porque su propia bestia sirviente parece albergar esos mismos sentimientos hacia alguien de alta cuna, concretamente hacia la hermana de la familia del príncipe.
Amor y traición son la máxima básica de estos dos tomos. Ambos secretos y por ahora, no correspondidos entre las bestias y sus amos. Porque aunque nos interese ver un romance prohibido, no podemos olvidarnos de que estos príncipes no consideran a sus bestias de la misma forma romántica que podría hacer una persona normal. Son compañeros, pueden ser amigos, pero poco más, algo que incluso el mismo príncipe Tenyô tiene en mente.
Pero todos sabemos que esto no va a quedarse en agua de borrajas y que seguro llega a más, aunque tendremos que esperar varios tomos para ver si es real, o un mero cebo para que los lectores sigamos enganchados a este romance prohibido y mágico.
En el apartado artístico nos encontramos ante una sorpresa, ya que las batallas han dejado paso a unas escenas mucho más intimas y casi sexuales, aunque no es de extrañar con Kôgai formando parte de la trama. Las portadas son un claro indicio de lo que encontraremos en su interior y la verdad, nos parecen auténticas obras de arte, con un diseño muy bien realizado y mucha sensación de intimidad.
Ahora nos queda por ver como avanza la trama, como se desarrolla esta nueva intimidad personal entre los personajes y si los secretos llegan a más, o se quedan en la punta de la lengua. Todo será esperar a los siguientes tomos para descubrirlo.