Tras mucho tiempo de espera, finalmente Norma Editorial trae a los afamados lectores la continuación de nuestra tan ansiada aventura por el espacio. Concretamente, los números 5 y 6 de la obra El Castillo de las estrellas, creado por Alex Alice.
Este tomo es curiosamente un número doble, ya que recopila en su interior los números Vol. V: De Marte a París, y el Vol. VI: La exposición planetaria de 1875. Editado con un precioso formato de cartoné, con portada texturizada y tintas reflectantes, estamos ante un tomo compuesto por 126 páginas a todo color que nos llevan de nuevo de paseo con la eternave y sus tripulantes. Para aquellos que se quieran hacer con este nuevo número, lo tienen a la venta por 36€.
Seraphin y sus amigos siguen en búsqueda del llamado Castillo de las estrellas y para ello, acompañados de los marciales, entran en cuevas secretas y se encuentran todo tipo de misterios en su interior, pero no llegan hasta su tan ansiado objetivo. Sin embargo, los prusianos sí que logran uno de sus terribles sueños, esclavizar a la raza marcial y anulares el sentimiento, la libre elección y la conexión a su querido planeta, siendo meros títeres de los villanos espaciales.
Con objeto de liberarlos, Séraphin y sus amigos regresan a la Tierra para denunciar ante las autoridades terrestres las atrocidades que se están cometiendo en el planeta rojo. Lamentablemente, no tardarán en descubrir lo difícil que es convencer a quien no quiere ser convencido.
Así, nuestro equipo de protagonistas se tendrán que enfrentar a algo mucho más peligroso que los prusianos, a su propia gente, que no quiere dar su brazo a torcer para ayudar a quien lo necesita. La surreal contienda tendrá lugar en el momento más inesperado, durante la exposición interplanetaria, y entre esculturas gigantes, esporas marciales y naves voladoras, su misión estará clara hacerse oír.
Las aventuras de este grupo de chicos no cesa, y por mucho que siempre nos sorprenda su forma de ver el mundo, cada vez nos parece más imaginativa e innovadora. Se nota que su autor se ha esmerado en mostrarnos fantasías inigualables, porque con cada nuevo ejemplar la trama se dirige hacia un nuevo destino, en esta ocasión más enfocado hacia la salvación de la raza, más que a la búsqueda del castillo.
Es gracias a estos giros de guion que podemos ir conociendo cada vez en mayor profundidad a los personajes principales, los cuales aunque sean de temprana edad tienen los ideales muy claros, son nobles y justos y bueno, aunque tienen la picardía de la inocencia, son más bien el ideal de la justicia. Algo bonito y fantasioso de leer, que encaja muy bien con la ambientación tan onírica de la obra.
En cuanto al arte, aunque hemos tenido ocasión de ver las curiosas estepas marciales, este tomo doble se centra más en el planeta tierra y en los cambios que este sufre cuando recibe un material tan mágico como es el éter. Aquí encontramos esculturas voladoras, escudos enigmáticos y una serie infinita de novedades que mezcladas con el estilo clásico de 1.800 le da ese toque steampunk pero interplanetario.
Así, pues queridos lectores, si habéis aguantado los años que hay entre tomo y tomo, bien podemos disfrutar de este ejemplar doble con el doble de ganas, porque ya sabemos, su trama es espectacular, sus esperas eternas, pero los caballeros del éter bien se merecen todo el tiempo del mundo para leer su historia.