Sala manga en el Museu del Còmic i la Il·lustració de Sant Cugat del Vallès

El Museu del Còmic i la Il·lustració de Sant Cugat del Vallès este verano ha inaugurado una nueva sala de exposiciones dedicada a la historia del manga en Japón y en nuestro país. En el nuevo espacio se pueden ver las primeras publicaciones manga en el país nipón, cómo llegó a España y algunas de las obras más potentes hoy en día dentro y fuera del país del sol naciente. Todo ello sintetizado, ya que, como muchos saben, la industria editorial del manga dentro y fuera de tierras niponas es desmesurado. Por ello, nos encontramos con una selección de publicaciones, autores y obras que más han calado en los lectores a lo largo de los años. Si hubiera que agrupar la selección elegida en la muestra, destacarían, a grandes rasgos, tres nombres: Osamu Tezuka, Akira Toriyama y Eiichiro Oda. El primero es indiscutible y los otros dos depende de cada otaku.

Zona Manga

Imaginemos que llegamos a Sant Cugat del Vallés. Una vez en la ciudad nos dirigimos hacia el Museu del Còmic i la Il·lustració. Si nuestro objetivo es visitar solo la sala manga, debemos de subir hasta la última planta ya sea por el ascensor o por las escaleras. La segunda opción nos da la oportunidad de perdernos por los recovecos de la historia del cómic desde sus inicios hasta nuestros días. Sin embargo, sigamos subiendo. En el último tramo de escaleras, alcanzamos la cima. En la última planta del recinto museístico nos aguarda una estancia especial. Para llegar a ella, debemos girar siempre a la derecha hasta dar con la sala manga. Al cruzar el umbral, llama la atención los tres paneles explicativos sobre las secciones en las que se organiza la exhibición y un póster protagonizado por varios personajes de manganime. Los más antiguos datan de la década de los setenta y el más moderno es de finales del siglo XX. Hay variedad en esta primera imagen. Vemos a Mazinger Z, Heidi, Marco, la abeja Maya, Ulises, Pikachu, etc. En caso de que alguien quisiera descansar, hay unos cómodos taburetes otomanos en el centro de la sala.

Astro Boy

El recorrido, según se entra, va de izquierda a derecha si se quiere seguir un orden cronológico de lo que se nos explica. Partimos del siglo XIX. En esta época se acuña el vocablo manga para designar a historietas periódicas como la satírica The Japan Punch. Saltando unas décadas hacia el futuro, se nos cuenta la irrupción de la demografía del kodomo y cómo, a partir de 1945, este fenómeno literario empezó a difundirse a través de bibliotecas y centros de préstamos de libros. Exacto. Esta misma metodología perdura en nuestros días como forma de acercar el manga a los usuarios de bibliotecas públicas. Lo bueno perdura y los lectores de manga lo saben. Sobre el dios del manga, se menciona la importancia que tuvo su obra con historias como Astro Boy o Jungle Taitei. Así mismo, se remarca el peso de algunos kodomos como Doraemon o Igakuri-kun. Estas series manga fueron acompañadas de la aparición de revistas especializadas en este tipo de cómics que, desde mediados del siglo XX, publican nuevos capítulos de manga de forma periódica en distintas demografías. Respecto a esta época, se nombra como ejemplo de revista nipona del género Manga Shōnen.

Osamu Tezuka

Para ilustrar esta etapa del manga, se exponen diversas portadas de revistas, tomos tankonbon de Astro Boy, Jungle Taitei, Ribon no Kishi, Doraemon, GeGeGe no Kitaro o ejemplares de la revista Shōnen de la editorial Kobunsha, la Shōnen Club de Kōdansha o la Shogaku Ichinensei de Shogakukan. A su vez, podemos ver recortes de páginas de Astro Boy procedentes del periódico japonés Sankei Shimbun. En cuanto a la siguiente parte de la exposición, se hace hincapié en la eclosión de revistas especializadas en manga que surgieron a mediados de los años cincuenta del siglo pasado y que desde entonces hasta los noventa se podría hablar de edad de oro del manga en Japón. Para ilustrar estos años, se muestran ejemplares de la Weekly Shonen Jump, la Nakayoshi o la Weekly Shonen Sunday. La primera de ellas es la más conocida por muchos aficionados al manganime, ya que en ella se han publicado títulos como Dr. Slump; Dragon Ball, ambas de Akira Toriyama; Kinnikuman, de Yudetamago o Yu Yu Hakusho de Yoshihiro Togashi, entre muchas otras obras.

Jungle Taitei

Dichas historietas forman parte de esta sección de la muestra. Se pueden ver portadas de la revista madre del shōnen desde los ochenta hasta los noventa. Lo mismo ocurre con las otras dos revistas cuyas páginas han incluido a Sailor Moon; en la revista Nakayoshi o Detective Conan en la Weekly Shonen Sunday. En cuanto a este último título, es interesante que el ejemplar que se expone es de este mismo año. Esta actualidad refuerza la idea de que un museo no es solo un lugar que alberga piezas del pasado sino también del presente. Especialmente en Cataluña, los casos del pequeño detective Conan Edogawa disfrutan de una gran popularidad tanto en su formato manga como en el anime. Sin dejar a los clásicos, réplicas de portadas o páginas de capítulos de obras como Astro Boy o Doraemon acompañan las portadas de estas míticas revistas. La mayoría de ellas a color, lo cual solo se realiza en manga en casos especiales. Por ello, vale la pena ver los colores que los mangakas eligieron para sus personajes porque, en ocasiones, difiere con la versión animada. En cambio, tener esta referencia puede ayudar al equipo de animación de un anime a saber cómo colorear un cómic japonés al llevarlo a la pequeña pantalla. Este pequeño detalle se puede apreciar en las piezas anteriormente mencionadas.

Yu Yu Hakusho

Gracias a la aparición de revistas como la Weekly Shōnen Jump, la Nakayoshi o la Weekly Shōnen Sunday, se comenta en uno de los paneles informativos de la exhibición que estas publicaciones periódicas fueron el hogar de obras como Mazinger Z, Dragon Ball, Kinnikuman, Sailor Moon, Detective Conan, Naruto, etc. Lo mismo ocurre con el inicio, desarrollo y consagración de los mangakas de estas historietas. Hoy en día, nombres como Go Nagai, Akira Toriyama, Rumiko Takahashi, Gosho Aoyama o Eiichiro Oda son considerados grandes autores y autoras de renombre. Obviamente, hay más, pero dado que la muestra sintetiza el boom que hubo en esta época es mejor que cada uno piense en qué personaje o mangaka le ha marcado más allá de los ya nombrados. Para exponer en detalle toda la historia del manga, se necesitaría un espacio museístico de grandes dimensiones y, aun así, alguna parte se resumiría. Esta exposición no busca ser exhaustiva en cantidad, sino que es una selección de grandes obras y artistas. Puede servir tanto para los amantes de este género como para la gente que aún no lo conoce. Es decir, es un espacio para otakus y una ventana hacia un nuevo mundo que descubrir.

Kinnikuman

Como es de esperar, Dragon Ball está muy presente en la muestra. Una de las piezas incluidas es la portada del número 51 de la Weekly Shōnen Jump. En este ejemplar, que cuenta con portada de Son Goku y Bulma, se publicó por primera vez el manga más conocido de Akira Toriyama. Aparte de ilustraciones, tomos manga y páginas de algunas obras, también encontramos en la muestra vitrinas con volúmenes manga o productos de merchandising variado. En una de ellas hay tankōbon japoneses de Jungle Taitei, Ribon no Kishi, Doraemon, One Piece, Sailor Moon o Kinnikuman. Los clásicos, los mangas de la edad dorada y el manga más popular del presente. Una pequeña muestra de cada una de las épocas sobre las que trata la exposición.

Weekly Shonen Jump

Otro de los atractivos de la muestra son las réplicas de páginas originales de algunas obras. Encontramos, además de las ya mencionadas del dios del manga, fragmentos de Dr. Slump, Kinnikuman, Dragon Ball, Yu Yu Hakusho, Sailor Moon o Detective Conan. Todos ellos corresponden a la segunda parte de la muestra. Esta dinámica también se da en las sucesivas secciones. A modo de ejemplo, destaca una página sin texto del capítulo 194 de Dragon Ball donde aparece el dragón Shenron y pequeñas viñetas de los personajes que presenciaron cómo Son Goku ganó el vigesimotercer tenkaichi budokai, uno de los intentos de Toriyama por finalizar esta obra.

Dragon Ball

En la parte central de la sala hay un póster gigante donde aparecen a color personajes de los siguientes animes: Doraemon, Haha, Heidi, Las aventuras de la abeja Maya, Pokémon, Ulises 31 o Captain Tsubasa. Alrededor de la gran ilustración, hay colgados cuadros que incluyen páginas de los manga ya mencionados así como tomos de Dr. Slump, Kinnikuman, Dragon Ball, One Piece, Sailor Moon, Naruto y Yu Yu Hakusho. De esta forma, se puede apreciar también cómo editoriales como Shueisha han ido cambiado los diseños de estos volúmenes en distintas obras. Es otro viaje por el tiempo que nos ofrece la muestra. Esta mirada ya sería para los más minuciosos en cuánto al estudio de estas historias.

póster anime

Después de ver cómo nació, creció y brilló el manga en Japón, se nos cuenta la eclosión de este tipo de cómic en nuestra tierra. Antes de la Songokumanía y de Heidi, se menciona que en los números 137-138 de la revista catalana Cavall Fort de 1968 se publicó la obra Tonda Haneko de Rakuten Kitazawa. Interesante descubrimiento. Más tarde, llegarían en los setenta versiones locales de Heidi, Marco, La abeja Maya o Mazinger Z, debido al éxito que cosecharon en televisión. La década siguiente sería la de Candy, Candy, publicada en la revista Víbora; o historietas de Yoshihiro Tatsumi. Estos fueron los primeros pasos del manga en España. En los noventa le siguieron las publicaciones de los mangas de Akira, de Katsuhiro Otomo, y Oliver y Benji que en esta primera edición fue escrita e ilustrada por el estudio Beaumont.

Heidi

Sin embargo, los noventa son, sin excepción alguna, la era de la Songokumanía. El éxito de los primeros veinticinco episodios del anime y su parón llevó a los niños y niñas de Cataluña a querer más entregas de Dragon Ball. En el resto de España sucedió algo similar. En Barcelona nació un negocio de fotocopias de la serie en el Mercat de Sant Antoni de la Ciudad Condal, ya que en aquel entonces no había merchandising oficial. Esta ausencia de material físico de la obra que marcó a más de una generación propició la creación de diversos artículos de lo más variopintos, creativos y estrafalarios. Aun así, era lo único con lo que los fans de Goku y sus amigos contaba. Lo que hoy parecen productos de dudosa calidad, entonces era un tesoro. Para los nostálgicos, aún lo es. No fue hasta 1992 cuando la editorial Planeta Cómic, llamada Planeta DeAgostini entonces, publicó en catalán y castellano por primera vez fuera de Japón el manga de Dragon Ball en la ya clásica Serie Blanca.

Dragon Ball - Serie Blanca

A raíz de la llegada de la historia de las bolas de dragón, empezaron a llegar otros mangas, librerías especializadas y editoriales como Planeta Cómic o Norma Editorial, entre otras, apostaron por estos productos. Hoy en día, ambas poseen un catálogo enorme de títulos manga, ya que no han dejado de publicarlos y de crecer en esta línea tanto en traducciones al castellano como al catalán. Algunas obras que aterrizaron en aquella época, con su respectivo anime, fueron Ranma ½, de Rumiko Takahashi; Doraemon, de Fujiko F. Fujio; Saint Seiya, de Sasami Kurumada; Sailor Moon, de Naoko Takeuchi; Detective Conan, de Gosho Aoyama y un largo etc. En la exposición también se menciona que en esta década, en 1995 para ser exactos, se celebra la primera edición del Salón del Manga de Barcelona. Dicho evento, que actualmente cumple treinta años y se realiza en Fira Barcelona – Gran Vía, empezó hace casi treinta años en la emblemática Estación de Francia de Barcelona.

Dragon Ball - Serie Azul

Toda obra de éxito acaba influyendo a otras piezas artísticas. Debido al boom de Dragon Ball en los noventa, surgió un mercado negro de fotocopias, originales y calcos de autores locales. Paralelamente, un joven dibujante creó una parodia que iba creciendo a la par de las emisiones del anime en televisión. Hablamos de Dragon Fall de Nacho Fernández. En la exposición algunos tomos y páginas de este cómic se pueden ver. No es de extrañar porque es la obra derivada más conocida e hilarante que existe en nuestra tierra sobre las aventuras de Goku y sus amigos. Quizás sería más correcto decir Sosón Goku. Hoy en día, pese a ser una historia cerrada, sigue siendo popular entre los lectores de manga y cómic.

Dragon Fall

Hacia el final de la muestra, poco antes de la parte dedicada al presente, hay una estantería con volúmenes de la antigua Serie Blanca, Roja, Azul y Amarilla de Dragon Ball traducidas en castellano y catalán. Además, se pueden ver ejemplares de las primeras ediciones de Akira, Dr. Slump, Ranma ½, Mazinger Z, Ulises 31 o Marco. Por otro lado, también hay ediciones más recientes de mangas como Fairy Tail, de Hiro Mashima; Sailor Moon; de Naoko Takeuchi; Saint Seiya, de Masami Kurumada; Card Captor Sakura, de las Clamp; Kojima Goseki de Koike Kazuo; Jesús y Buda, de Hikaru Nakamura; Battle Royale de Koushun Takami y Masayuki Taguchi; Fruits Basket de Natsuki Takaya y la Rosa de Versalles de Riyoko Ikeda, entre otros tomos expuestos.

Ranma 1/2

De nuevo, hallamos volúmenes de cómic japonés agrupados en estanterías y expuestos para verlos de forma individual. Se mantiene la variedad de títulos, ediciones y página seleccionadas para mostrarlas en cuadros. Cabe destacar que las piezas de los noventa se realizaron en su mayoría en formato grapa como sucede con los cómics occidentales. Los formatos nipones como el tankonbon, el kazenban u otros, se empezarían a publicar en España posteriormente. Hoy en día, todas las editoriales que publican manga son lo más fieles posibles al formato original, ya que saben que sus lectores son exigentes con qué tipo de ediciones ofrecen.

Revista Dragon Ball GT

Ante el crecimiento de publicaciones de manga y emisiones de anime, surgieron las revistas dedicadas exclusivamente a este tipo de historietas. Así vieron la luz las emblemáticas Kame, Otaku o la revista Dragon Ball GT. Desde los noventa hubo un producto que se popularizó para tomarle el relevo a las fotocopias de Dragon Ball. En España, y en otros países, desde hace varias décadas se pueden encontrar en los quioscos álbumes de cromos o cartas de equipos de fútbol o beisbol si miramos hacia Estados Unidos. En los noventa este modelo se adaptó a animes de éxito. Uno de los primeros fue Dragon Ball. Pero no todo es Akira Toriyama.

Pokémon

En la exhibición hay un ejemplar del álbum de cromos de Pokémon. En 1999 el anime de estos videojuegos se estrenó en Telecinco con un éxito instantáneo. En esa misma época llegaron a Europa las ediciones Roja y Azul para Game Boy de la primera generación de pokémon. Es decir, los 151 pokémon de la Pokédex oficial, contando desde Bulbasaur hasta Mew. En este álbum de cromos se incluían dichos pokémon y cada cromo correspondía a uno de estos seres. Algunos eran cromos con brillo. Había que colocarlo en la casilla correspondiente donde se incluía un texto. En suma, una suerte de Pokédex en papel.

Manga actual

Este artículo de coleccionismo, digno de un pokemaníaco, forma parte de la última sección de la exposición que se centra en el manga en la actualidad. Obviamente, el cartel explicativo viene con un dibujo de Monkey D. Luffy de One Piece que corresponde a una de primeras sagas posteriores al salto temporal de dos años. En este punto se destaca la aparición de editoriales que en el siglo XXI empiezan a apostar por el manga. Muchas de ellas se van sumando a ediciones en castellano y catalán siguiendo la senda iniciada por Planeta Cómic, Norma Editorial y otras pioneras en este aspecto. Las editoriales mencionadas en el panel informativo son: Ivrea, Ponent Món, Glénat, Astiberri, Fandogamia, Babylon, ECC, Milky Way, Kitsune Manga, Kimmo Editorial, Arechi Manga, Ediciones Tomodomo, Odaiba Ediciones, Ediciones Fujur, Editorial Kodai, Sekai Editorial, Moondust Ediciones, Kaji Manga, Pannini Comics o Dolmen Editorial. Probablemente, nazcan más sellos editoriales en los años venideros.

One Piece

De los títulos más recientes, cabe destacar One Piece, Naruto, Shin Chan, Ataque a los titanes, Boku no Hero, Kimetsu no Yaiba, etc. Páginas de escenas clave de estos manga, ediciones diversas y algunos tomos nos presentan estas obras para otakus y personas no iniciadas. Junto a esta última parte de la exposición hay dos elementos singulares. Por un lado, figuras de Dragon Ball. Las más atractivas son las de Bardock, con su diseño noventero, y la de Trunks del Futuro con la indumentaria que llevaba en su primer viaje al pasado. Aparece Son Goku con su atuendo en la villa Jingle, un cofre con las bolas de dragón y una edición kanzenban de Dragon Ball Ultimate. A su vez, le acompañan ediciones compilatorias de clásicos como Capitán Harlock, Ribon no Kishi, Mazinger Z, etc. Por otro lado, hay un elemento minúsculo pero no por ello menos importante. Las siluetas masculina y femenina del baño van vestidos con kimonos.

Kimetsu no Yaiba

En definitiva, la zona manga del Museu del Cómic i la Il·lustració de Sant Cugat del Vallés es todo un viaje hacia la historia del manga, su llegada a España, sus etapas principales en el siglo XX y la presencia de muchas obras diversas de varias demografías. Al ser una muestra que sintetiza qué es el manga, aparecen los títulos y mangakas más representativos. Para conocer más, siempre podemos bucear entre bibliotecas o librerías en busca de esa obra que va a impactar en nuestras vidas.