Ivrea lanzaba al mercado recientemente los tomos 12 y 13 de Ijiranaide Nagatoro-san, obra original de Nanashi, o como la han llamado ellos en nuestro país NO ME RAYES, NAGATORO, con la muchacha más gamberra y lianta del sector para enamorarnos con sus peculiares formas de mostrarnos su afecto.
Ijiranaide Nagatoro-san (que literalmente es “no me molestes, Nagatoro”) tuvo inicialmente una versión webcomic para luego en 2017 empezar a brillar como manga propiamente en las páginas digitales de la revista Magazine Pocket, de Kodansha. Actualmente cuenta con 18 tomos publicados en Japón.
Cuenta además con una adaptación al anime que en España se encuentra disponible en Crunchyroll, con una segunda temporada en preparación.
Ivrea nos trae la colección con cadencia bimensual y en formato tankoubon rústica con sobrecubierta, una réplica prácticamente exacta de la edición japonesa, tiras cómicas de contraportada incluidas.
NO ME RAYES, NAGATORO (Ijiranaide Nagatoro-san) de Nanashi
El protagonista de esta historia es Naoto Hachioji, un estudiante de segundo año de bachillerato con dificultades en sus habilidades sociales, quien encuentra su refugio en el club de arte, donde pasa la mayor parte de su tiempo dibujando en solitario. Sin embargo, su tranquila vida estudiantil se ve sacudida cuando conoce a una chica popular de primer año que comienza a burlarse de él. A pesar de los primeros encuentros, Naoto descubre que la chica parece tener un interés genuino en él y constantemente lo busca, persiguiéndolo por las calles para pasar tiempo juntos.
La chica en cuestión es Hayase Nagatoro, una joven que comienza a acosar a su senpai en todos los aspectos de su vida, intimidándolo y coqueteando con él en un juego continuo que, paradójicamente, los acerca cada vez más. Aunque al principio las acciones de Nagatoro parecen ser solo intimidación para Naoto, poco a poco él se vuelve más valiente y comienza a darse cuenta de que la actitud juguetona y atrevida de Nagatoro se enfoca exclusivamente en él, siendo una extraña forma de demostrar su cariño y pasar tiempo juntos.
Durante los tomos 14 y 15 de "Nagatoro", asistimos a una etapa crucial y tremendamente entretenida en la vida de los personajes, gracias a la saga del viaje escolar a Kyoto. Este viaje, pensado inicialmente por el protagonista como una experiencia cultural centrada en el budismo y el arte, toma un giro inesperado y mucho más animado con la incorporación de Nagatoro, Gamo y sus amigas al grupo. Este nuevo arreglo convierte el itinerario en un desafío, donde el objetivo es equilibrar las expectativas culturales con la diversión para todos, especialmente para las chicas.
El caos y la diversión se desatan desde el principio: el viaje en tren, la estancia en el hotel, las visitas a los monumentos... todos estos elementos se transforman en escenarios de aventuras y risas. A pesar de los cambios en el plan, el grupo logra disfrutar plenamente de la experiencia, demostrando la capacidad del protagonista para adaptarse y asegurar la diversión de todos.
Uno de los momentos más destacados del viaje es la noche en el hotel, donde se desarrolla una "charla de chicas y amor" que aporta profundidad a las relaciones entre los personajes y ofrece un vistazo a sus pensamientos y sentimientos más íntimos. Sin embargo, es el día libre el que se lleva todos los reflectores, presentando la tan esperada cita entre Nao y Nagatoro en Kioto. Durante esta jornada, Nagatoro se convierte en la guía, llevando a Nao por un recorrido que no solo está lleno de actividades encantadoras, como ver pingüinos y vestirse con trajes tradicionales, sino que también deja entrever sus intenciones románticas.
Pero el camino del amor nunca es sencillo, y la cita enfrenta obstáculos en forma de rivales de Nagatoro del club de judo, quienes intentan sabotear los momentos de la pareja con diversas jugarretas. A pesar de estos contratiempos, la determinación y el creciente afecto entre Nao y Nagatoro permiten que la cita sea un éxito, marcando un punto de inflexión en su relación.
Al regresar del viaje, Nao está más seguro de sus sentimientos que nunca, lo que lo impulsa a adoptar una actitud más proactiva y decidida. Se prepara para crear el escenario perfecto para su declaración, señalando el comienzo de una nueva y emocionante fase en su relación con Nagatoro. Estos tomos no solo ofrecen diversión y caos, sino que también abren la puerta a un desarrollo significativo en la dinámica entre los personajes, prometiendo más emociones y evolución en los capítulos venideros.
En resumen, estos dos tomos de Nagatoro ofrecen una continuación emocionante de la relación entre Nagatoro y su senpai, explorando la evolución de su vínculo de una manera entretenida y convincente. Aunque puede haber momentos en los que la trama pueda parecer repetitiva, el manga se mantiene fresco y cautivador mediante la introducción de nuevos elementos y el desarrollo de los personajes. Si disfrutas de las historias románticas con una dosis de humor y dinamismo, Nagatoro es una serie que no querrás perderte.
