Recientemente Distrito Manga, el sello de manga de Penguin Random House, lanzaba el tomo 10 del manga RANGER REJECT (戦セン隊タイ大ダイ失シッ格カク / Sentai Dai Shikkaku), obra escrita e ilustrada por Negi Haruba, quién tras el éxito indiscutible de Las Quintillizas (publicado en España por Norma Editorial), se atreve con un shônen inspirado en el género Tokusatsu (Kamen Rider, Power Rangers...).
Distrito Manga nos ofrece la serie de forma impecable con una publicación de calidad en un formato idéntico al japonés, un tankoubon (rústica con sobrecubierta) de 13mm x 18mm, en cuyo interior encontramos 192 páginas en blanco y negro maquetadas y traducidas por Víctor Gomá de Daruma.
RANGER REJECT
Sin embargo, entre bastidores estas batallas son fruto de un pacto al que llegaron cuando en su primera batalla, la Patrulla masacró inclementemente a todos los líderes de los invasores. Pero mientras el resto de secuaces sigue el status quo, el Soldado D está hasta el gorro, así que decide cargarse a la Patrulla del Dragón Divino por si mismo.
Decidido a llevar a cabo su cometido, utiliza sus poderes para cambiar de aspecto para infiltrarse en la patrulla y ascender hasta miembro oficial de la misma para poder liquidar a los Keeper (los cinco líderes de la patrulla), pero a medida que avanza en su camino, descubre que los líderes de los Invasores siguen vivos en secreto y, persiguiendo su propia agenda, los han abandonado a su suerte. ¡Ahroa su venganza es contra todo el mundo!
Ahora que el soldado D ha logrado infiltrarse completamente como miembro del escuadrón verde, el que tiene menos miembros y el cual, sin que el publico lo sepa y para regocijo de D, se dedica a la caza de los antiguos lideres invasores, finalmente ha logrado dar un nuevo paso, asesinando al Red Dragon Keeper.
Pero tras su gran logro, el soldado D se encuentra frente a un escenario que desafía toda lógica y expectativa. A pesar de su convicción de haber eliminado al Red Dragon Keeper, la realidad se presenta de forma contradictoria: la vida en el escuadrón verde y en el mundo en general prosigue como si tal evento nunca hubiera ocurrido.
Este desconcierto se amplifica cuando el supuestamente difunto Red Dragon Keeper continúa apareciendo como si nada hubiera sucedido, participando en la batalla dominical y manteniendo su rol como si el ataque de D nunca hubiera tenido lugar. Este desarrollo no solo siembra dudas en D sobre la eficacia de sus acciones y la realidad de sus percepciones, sino que también plantea preguntas profundas sobre la naturaleza de sus enemigos y la verdadera estructura de poder dentro de la guerra contra los invasores.
La frustración de D se ve intensificada por la falta de reconocimiento y la aparente imposibilidad de cambiar el curso de los eventos. Este sentimiento se convierte en un catalizador que lo impulsa a profundizar en su misión, buscando respuestas y estrategias para enfrentar un enemigo que ahora parece aún más enigmático y formidable.
Mientras tanto, la Patrulla se enfrenta a desafíos sin precedentes con la aparición de monstruos misteriosos y elusivos que ponen a prueba su capacidad y eficacia. La confianza de la población en la Patrulla disminuye, mientras que la Asociación Protectora de los Alienígenas gana terreno, creando una división palpable en la sociedad. Este contexto de división y escepticismo añade otra capa de complejidad a la batalla que D y sus compañeros deben librar, no solo contra los invasores, sino también contra las corrientes ideológicas que amenazan con fracturar la unidad necesaria para enfrentar la amenaza común, y al frente de las cuales se encuentra Usukubo, quién tras abandonar el escuadrón verde se revela como la hija del líder de la asociación y una infiltrada de los mismos desde el principio en la Patrulla.
En este clima de incertidumbre y tensión, D se ve obligado a replantear su enfoque y estrategia, buscando nuevas alianzas y entendiendo que la batalla que libra es multifacética y trasciende el simple enfrentamiento físico. La trama del tomo 10 de "Ranger Reject" sumerge a los lectores en un entramado de intriga, donde cada revelación conduce a más preguntas, y donde la claridad se convierte en un bien escaso en medio del caos de la guerra y la política.
La narrativa meticulosamente construida por el autor despliega un juego de espejos donde nada es lo que parece y donde los personajes, especialmente D, deben navegar en un mar de incógnitas y sombras. La historia invita a reflexionar sobre la naturaleza de la realidad, la percepción y la lucha por la verdad en un mundo donde las apariencias pueden ser engañosas y donde el verdadero enemigo puede estar oculto a plena vista.