Hoy nos despedimos del clásico manga shojo que había estado en publicación gracias a la editorial Planeta Cómics, concretamente del tomo 20 de No me lo digas con flores (Hana Yori Dango), obra de Yoko Kamio que había recibido una nueva versión Kanzenban con tomos dobles y páginas a color.
Este último tomo se nos presenta con un formato en rústica con sobrecubierta y un tamaño de 15x21 cm. En su interior encontraremos 384 páginas, siendo las primeras de ellas a color y presentando básicamente las portadillas mostradas en la publicación original japonesa del manga, además de algunas interiores que encontramos alternadas.
No me lo digas con flores Vol.20
Tras pasar muchas alegrías y penas juntos, Tsukushi se encuentra en un dilema emocional cuando Domyoji le propone matrimonio de manera inesperada. No entra en sus planes el casarse tan pronto y mucho menos encaja con la idea de ser una mujer florero, pero el amor que siente hacia el chico y lo que han pasado juntos todos estos años, hace que, en su corazón, realmente sueñe con la idea de estar juntos para siempre.
Lamentablemente, el anuncio queda bastante eclipsado cuando Domyoji le anuncia su partida a Nueva York por cuatro años, una vez se gradúe. Su padre no se encuentra con buena salud y él es consciente, por primera vez, sin la presión de su madre en su espalda, que tiene que heredar el negocio familiar y que no está preparado para ello.
Así que Tsukushi debe tomar una decisión que desafiará su amor y sus aspiraciones personales. ¿Es consciente de lo difícil que le supondrá separarse del chico durante tanto tiempo? ¿Podrá el amor que tienen, tan poco típico y lleno de baches, superar esa distancia?
Un final emocionante para una serie que siempre nos ha mostrado una chica fuera de serie, fuerte y resolutiva, que ahora tiene que decidir qué hacer con esos sentimientos, miedos y anhelos para ser feliz.
Ya tenemos aquí el último tomo de esta clásica serie de romance y como no podía ser de otra forma, tenemos el último giro de trama, con nuestra protagonista teniendo que decidir qué hacer con su vida. De una forma muy delicada nos dejan entrever como la chica no duda en seguir el camino del amor, pero bajo sus términos y siendo consciente de que su vida puede dar un cambio muy brusco.
Por otro lado, también ha sido muy interesante ver como la protagonista ha cambiado no solo a su pareja, sino también a todo el grupo de chicos que giran en su entorno. Algo que no siempre sucede, pero que en esta ocasión ha generado una serie de tramas paralelas muy interesantes.
Finalmente, en el apartado artístico podemos apreciar como ha ido cambiando el dibujo de su autora y poco a poco los personajes han ido dejando de ser tan rígidos para tener formas más contorneadas, quedar más naturales y proporcionarnos viñetas de ensueño. Desde luego esta es una gran oportunidad para apreciar su obra de principio a fin.
En conclusión, hemos disfrutado muchísimo este viaje a la nostalgia que nos ha presentado Planeta y desde luego esta edición de No me lo digas con Flores es una bonita forma de releer una obra, que aunque cuenta con varias red flags durante su lectura, es muy divertida y un clásico de la época.