Review de Shuumatsu no Valkyrie vol 20 de Shinya Umemura y Takumi Fukui, Ivréa.

      Shuumatsu no Valkyrie

Ivréa lanzaba recientemente el volumen 20 de Shuumatsu no Valkyrie - Record of Ragnarök -, un manga que relata el enfrentamiento entre los dioses y la humanidad y que se está poniendo intensito por momentos.

Review de Shuumatsu no Valkyrie vol 20 de Shinya Umemura y Takumi Fukui, Ivréa.

La serie cuenta hasta la fecha con 20 volúmenes en su edición japonesa y está escrita por Shinya Umemura y Takumi Fukui e ilustrada por Ajichika, detallando de una manera vistosa aspectos de la mitología, la religión y la historia de la humanidad. Por lo tanto, estamos al día con la publicación japonesa.

La serie se edita en España desde septiembre de 2020 en formato B6 bimestralmente, contando con páginas a color y un precio de 8,50€. Además, cuenta con un anime producido por Netflix.

Shuumatsu no Valkyrie 20

Cada 1000 años, los dioses de todas las mitologías se reúnen en un congreso del Valhalla dónde deciden si la humanidad merece seguir existiendo o no. De manera condescendiente, valoran las acciones realizadas por la civilización y realizan una votación, y esta vez la cosa está bastante clara: guerras, contaminación, destrucción de la naturaleza… 

La decisión de los dioses está tomada, pero cuando parece no haber esperanza, la valquiria Brünhilde da un paso al frente y se acoge a una enmienda que puede salvarles: El Ragnarök, un torneo en el que 13 dioses se enfrentan a 13 humanos para que estos puedan alargar esta condena 1000 años más.

Review de Shuumatsu no Valkyrie vol 20 de Shinya Umemura y Takumi Fukui, Ivréa.

Sintiéndose desafiados los dioses aceptan, dando paso al plan de Brünhilde, que convocará a los 13 humanos más fuertes de la historia para que regresen y luchen en favor de la existencia de su raza. Tras la batalla entre el inventor y científico Nikola Tesla y el dios diablo Belcebú, ahora el noveno duelo se desata entre Apolo, el venerado dios olímpico del Sol, y Leonidas, el de sobras conocido rey del pueblo guerrero de Esparta, protagonista del mito de la batalla de las Termopilas al encabezar a sus 300 espartanos contra 30.000 persas en una batalla imposible

Este combate en concreto reúne a diferencia de muchos de los anteriores a dos luchadores que presentan una estrecha relación entre ellos. En concreto esta relación afecta casi de manera unilateral a la figura de Leonidas, ya que la batalla de las Termopilas anteriormente mencionada se llevo a cabo a causa de una tradición nacida del culto al mismo dios: 
Las Carneas, una festividad en la que se rendía pleitesía a Apolo y que impedía a los espartanos ir a la guerra, fue lo que impidió a su pueblo plantar cara a Jerjes y sus persas con todo su potencial bélico.

Review de Shuumatsu no Valkyrie vol 20 de Shinya Umemura y Takumi Fukui, Ivréa.Review de Shuumatsu no Valkyrie vol 20 de Shinya Umemura y Takumi Fukui, Ivréa.

Solo Leonidas y los 300 soldados que le acompañaron desafiaron a los dioses y asistieron a una batalla imposible, lo cual se cobró la vida de cada uno de ellos. A pesar de que esta batalla aun es una leyenda y ejemplo de valor a día de hoy, el rey de Esparta mantiene a causa de ello un profundo rencor contra el dios, por lo que esta batalla es como un regalo para él, una oportunidad única de ajustar cuentas.

Empuñando su arma divina, un escudo espartano transformable fruto de su unión con la valquiria Geirölul, Leonidas se enfrenta a este dios presumido y egocéntrico. Pero no todo es lo que parece.

Este dios que solo parece un fanfarrón enamorado de su mismo no solo resulta ser un genio en el arte del boxeo y poseer el arma conocida como Hilo de Artemisa, superando combativamente a Leonidas en cada choque de fuerzas, si no que tras su fachada se encuentra un dios que se ha ganado a base de puro esfuerzo cada una de sus habilidades... una faceta que pocos conocen debido a su habitual actitud.

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¿El resultado? Un duelo de lo más reñido que decantará inevitablemente la victoria hacia uno de los dos bandos, acercando un poco más la extinción de la humanidad, o su salvación.

Este manga sigue siendo una maravillosa locura, un sin parar de batallas épicas y trepidantes en la que la situación cada vez se va más de las manos.

Por su parte, el dibujo de Azychika cada vez nos convence más, convirtiéndose con sus trazos dementes en el complemente perfecto de la bizarra historia que nos narra Umemura.