Estamos ante una película intensa, que apenas deja un momento de respiro al espectador, avasallándole con escenas de superación personal, determinación y la ambición de unos chicos realmente jóvenes para llegar a lo más alto que su cuerpo les deje. Nos presenta una trama que pasa de ser lineal a ser un falso documental, dándonos pistas de cuál será el desenlace, pero dejando a nuestra imaginación para que pueda disfrutar de las sorpresas del camino.
Cada personaje tiene sus más y sus menos y se nos presentan con diferentes formas de ver la vida y de disfrutar del arte y de la música, lo que da lugar a un buen intercambio de opiniones que enriquecen la trama y le dan más profundidad. Ya sea porque se les dé bien la improvisación, tengan talento innato o simplemente se esfuercen como el que más, estos tres personajes logran complementarse y darle una muy buena química a las escenas, sin necesidad de hacernos sentir como que es todo parte del azar.
Un apartado muy destacado de esta película es su despliegue visual, el cual mezcla diferentes tipos de animación, una más tradicional y que se acerca a la que podemos ver en cualquier anime, una con elementos 3D que toma su máximo exponente en las escenas de interpretación musical. Se nota que el estudio NUT ha creado un despliegue de lo más cuidado, porque la captura de movimiento de los personajes resulta natural, fluida y muy espectacular, contrastando de manera maravillosa con la animación principal.
Ahora bien, se puede entender que este tipo de mezcla de animación pueda no ser del gusto de todos, porque la verdad es que de buenas a primeras se nota el contraste muy marcado entre un estilo y otro, pero es precisamente este contraste el que hace que ambas destacen, ya sea por la fluidez como por los detalles y matices en pantalla.
Finalmente, solo nos queda alabar las secuencias de música que encontramos a lo largo de la película, las cuales son obras de arte en todos los niveles, destacando por encima de la banda sonora, pero sin llegar a ser disonantes, si no fundiéndose en la película y permitiendo que el espectador disfrute de un concierto de Jazz como pocas veces se ha podido.
Sus luces y colores, el movimiento en pantalla, el audio espectacular y la trama de fondo, con un significado claro, hace que esta película nos cautive y atrape con sus personajes sencillos pero potentes, emocionándonos con el visionado y ofreciéndonos un espectáculo apasionante.