Siguiendo con la significativa labor que están haciendo con la obra del consagrado mangaka de terror Hideshi Hino, la editorial La Cúpula relanzaba este pasado diciembre el volumen Onimbo.
"Onimbo" de Hideshi Hino se erige como un oscuro y fascinante viaje a través de la psique humana, vestido con la estética única del horror japonés. Este tomo, que abre la puerta a un mundo donde la locura se manifiesta en formas grotescas y sobrenaturales, nos introduce a un ser tan enigmático como aterrador: el Onimbo. Esta criatura, de apariencia casi infantil pero de naturaleza enigmática, se sumerge en las profundidades de la demencia humana, no por mero capricho, sino para alimentarse de los gusanos de la locura que encuentra en el interior de sus anfitriones.
La obra se compone de cuatro historias distintas, cada una revelando la habilidad del Onimbo para detectar y extraer estos parásitos de la locura, utilizando su poderosa magia y una astucia que va más allá de su apariencia. Pero el Onimbo no está solo en su búsqueda; se enfrenta a rivales como el Mamushimbo, otro duende con ansias similares, y a una serie de demonios y fantasmas que pueblan este macabro universo. Aunque pueda parecer un benefactor al liberar a los humanos de sus aflicciones, el Onimbo es un ser caprichoso y ambiguo, un recordatorio de que, en el mundo de Hino, las líneas entre el bien y el mal son borrosas.
Hideshi Hino, conocido por su particular visión del terror, imprime en "Onimbo" su característico estilo, donde el horror se fusiona con una crítica social y psicológica. Las historias, aunque aparentan ser simples y están ilustradas con un estilo que podría engañar a primera vista por su inocencia, desentrañan las complejidades de los miedos humanos más profundos: desde el temor al abandono hasta el impacto del trauma. Hino explora estas fobias no solo como fenómenos psicológicos, sino como entidades que tienen una existencia casi palpable, alimentadas por los demonios de nuestra propia creación.
No obstante, la estructura repetitiva de las historias y el desarrollo predecible pueden percibirse como una debilidad para aquellos no familiarizados con el universo de Hino. La omnipotencia del Onimbo, su falta de desafíos reales y su placer en la miseria ajena, pueden desdibujar el impacto de las narrativas. Sin embargo, esta repetición también puede interpretarse como un reflejo de la persistente lucha contra nuestros demonios internos, un tema universal y atemporal.
La edición de La Cúpula de "Onimbo" se presenta con una calidad que hace justicia al detalle y la atmósfera creada por Hino. La habilidad del autor para narrar visualmente estas historias macabras es indiscutible, guiando al lector a través de un viaje visual que es tanto perturbador como cautivador. La utilización de elementos típicos del terror, como zombis y espantos, sirve más como un telón de fondo para el verdadero horror explorado en el manga: la locura humana y los abismos de nuestra mente.
Aunque "Onimbo" podría no ser la obra cumbre de Hideshi Hino en comparación con otros títulos de su autoría donde se percibe una mayor profundidad emocional y personal, este tomo se destaca como una lectura intrigante y bien ejecutada. Ofrece una ventana a las obsesiones y miedos que yacen en el corazón de la condición humana, presentados a través de una lente sobrenatural y grotesca que es, sin duda, el sello de Hino.
Este tomo invita a los lectores a sumergirse en el enigma del Onimbo, un personaje que, a pesar de su papel como depredador de la locura, nos obliga a mirar hacia los verdaderos monstruos de nuestra realidad: nosotros mismos y las sombras que danzan en los rincones olvidados de nuestra mente. En este martes y trece, "Onimbo" emerge no solo como una obra de entretenimiento, sino como un espejo oscuro que refleja las complejidades y las dualidades de la naturaleza humana, marcando otro éxito en la distinguida carrera de Hideshi Hino en el genero del horror.