Este título, conocido originalmente como Yancha Gal no Anjou-san (やんちゃギャルの安城さん), tiene sus raíces en Pixiv, donde Katō comenzó publicando historias cortas de Anjo y Seto desde marzo de 2017. Su éxito llevó a la serialización en la revista Young King el 12 de agosto de 2017, evidenciando la popularidad y el atractivo de sus personajes y trama. Este éxito ha dado lugar a varios spin-offs, incluyendo "Anjō-san no Gakkō no Hokenshitsu no Komaki-sensei", con ilustraciones de Tsubaki Ayasugi, y "Yancha Gal no Anjō-san-tachi: Kō-1-hen", ilustrado por Suoshiro, enriqueciendo aún más el universo de Anjo y Seto.
Traducido al español por Raquel Viadel, este manga se presenta en un formato de 13 x 18 cm, rústica con sobrecubierta, abarcando un total de 172 páginas en blanco y negro.
La historia que nos presentaba el primer volumen nos sumerge en la vida cotidiana de una escuela secundaria en Kasugai, presentando a Seto, un estudiante de segundo año con gafas y de apariencia ordinaria, presidente de su clase, centrado únicamente en sus estudios y con poco interés en las relaciones románticas. Anjō, una gyaru en el mismo grado que Seto, irrumpe en su vida como un tornado con una personalidad que contrasta con la de él: es increíblemente hermosa, llamativa, atlética y popular, y además cada segundo de su presencia resulta en una escena absurdamente sexy.
Aparte de los encuentros en el kombini del barrio, salir a comprar ropa juntos, compartir una mini piscina hinchable, ir a ver el festival de verano en yukata e incluso pasar un buen rato en el cuarto de Anjô, la pareja tendrá que sobrevivir a varios eventos juntos que los unirá mucho más de lo que hubieran esperado.
El primero de ellos será cuando Seto conozca a la madre de Anjoû y termine trabajando en la peluquería junto a las dos, una mañana trepidante que hará que el muchacho entienda mucho mejor las motivaciones y el trasfondo de la gal.
A esto le añadimos el increíble arte de Yuichi Katou, quien es capaz de dotar a sus personajes de una expresividad increíble, algo que se puede notar sobradamente en los rostros de puro pánico de Seto y, como no, en esas páginas tan sugerentes de Anjō que logran que inevitablemente nos enamoremos perdidamente de ella.