Hoy traemos el tomo final de una de las primeras series que publicó Distrito Manga, sello dentro de la editorial Penguin Random House. Se trata del tomo 6 y final de Complex Age, obra de Yui Sakuma que trata sobre la madurez, el cosplay y el hacer realidad aquello que realmente es tu mayor sueño.
Como viene sucediendo con los anteriores tomos de la serie, nos encontramos ante un volumen en rústica con sobrecubiertas extraíbles que tienen un tamaño de 132 mm x 180 mm y en cuyo interior encontraremos 208 páginas en blanco y negro. Para aquellos que se quieran hacer con este último número de la serie, la tienen a la venta en librerías, tiendas de cómics y a través de la web de la editorial por 9.95 €.
Kimiko finalmente ha decidido dejar atrás todo lo relacionado con el cosplay, por lo que Nagisa se ve obligada a enfrentarse a sus propios sentimientos sobre si ella también debería abandonar la afición que más ama en este mundo. Algo con lo que ya ha hablado con su familia y en concreto con su madre, quien a su vez de joven dejó el mundo de los vestidos lolita por esta misma razón, el hacerse mayor.
Para ayudarla, su madre consigue que conozca a una mujer que ha estado en la misma situación y que va a ayudarla a encontrar dónde reside realmente su pasión y a intentar descubrir cómo puede encauzarla en su día a día. Una amiga de su época Lolita y que aunque ya no se viste con volantes, sí que mantiene viva la magia de su afición, de la manera en la que la hace feliz.
Eso hace que Nagisa se plantee realmente su futuro dentro de su afición, porque aunque bien podría seguir sola con su grupo de amigas, es consciente de que el cosplay quizás no termina de encajar en su vida de la misma forma que lo hacía antes.
Llegará el momento en el que Nagisa se plantee si podrá hacer cosplay para siempre o se verá en la tesitura de abandonar lo que más le gusta.
Esta obra llega a su fin con una conclusión muy realista y bien realizada, que la verdad nos ha dejado con buen sabor de boca al darnos cuenta de que realmente era el final más correcto para su protagonista. Aunque la verdad, admitimos que como accidentales, somos bastante más inmunes a sentirnos rechazados por la sociedad cuando una afición ya no es para adultos.
Pese a esto, la verdad es que se siente un buen final, con un personaje que pese ha dejado la afición que más le gustaba y más alegrías le proporcionaba, también ha encontrado la forma de cumplir su sueño y dedicarse profesionalmente a ello. Por lo que al final sale ganando.
El arte se mantiene como siempre hasta el último tomo, con el mismo diseño de personajes y fondos bien realizados, aunque con menos tips dentro del mundillo del cosplay, algo que nos sabe mal, pero que entendemos al no ir con el tomo. Pese a esto, la verdad es que la evolución del arte está muy bien realizada y nos ha dejado contentos.
En conclusión, un buen final para una obra sencilla que se centra en la evolución y madurez de una chica, su forma de ver el mundo y de crear un hueco en su afición que la mantenga feliz muchos años.